Bunbury – El viaje a ninguna parte [XX aniversario] (Warner)
Bunbury continúa realizando generosas visitas a su catálogo y tras las ediciones conmemorativas de Pequeño y Flamingos, lanzadas en formatos de lujo con material inédito, suma el que fue su siguiente álbum: El viaje a ninguna parte, cuando se cumplen 20 años de su publicación.
Una obra que sintetiza la búsqueda de identidad y la constante evolución estilística que define su carrera. Su primer disco doble, que contenía 20 canciones y plasmaba ese espíritu itinerante tanto en lo musical como en lo lírico. Un crisol de influencias que terminó formando parte de ese ADN; todo un mosaico de géneros y sensibilidades. La inspiración que toma de la obra homónima de Fernando Fernán Gómez no es casual: al igual que la novela, el disco aborda el viaje no como un destino, sino como una condición inherente al ser.
La mutación como filosofía
Tras la experimentación que supuso el incomprendido Radical Sonora (1997) llegó Pequeño (1999), encontrando la inspiración en la música latinoamericana y mediterránea y construyendo un discurso propio y personal que siguió ampliando en Flamingos (2002). Con El viaje a ninguna parte asumió varios riesgos que terminaron por marcar un antes y un después en su carrera. Con él demostró que el arte, como la vida, es un viaje cuyo valor reside en el trayecto más que en el destino. Una obra que desafía categorizaciones y celebra la libertad creativa, de ahí el que sea un disco doble publicado en una época dominada por la inmediatez comercial. Una declaración de principios con la que reafirmó su compromiso con una música que no busca complacer expectativas externas, sino satisfacer una necesidad interna de exploración.
El Viaje a Ninguna Parte ocupa un lugar especial en la discografía de Bunbury por su ambición y coherencia. Canciones como «Que tengas suertecita» fusionan elementos de música popular española con matices de cabaret, mientras que «Los restos del naufragio» introduce una melancolía que resuena con ecos de la chanson francesa. En «El rescate», la introspección se transforma en un ejercicio de vulnerabilidad, donde el artista se enfrenta al dilema de la salvación emocional, al tiempo que en «Que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha» se lanza al rock de estado.
Es un disco en el que se adentra en temáticas universales como el desamor, la soledad y la confrontación existencial, tan rico como variado, con claras influencias a la tradición latinoamericana, aunque también de nuestro rock, el cabaret berlinés y los aires tabernarios. Ahí están también «Voces de tango», homenaje al legado del argentino Mauricio Aznar y la la frágil «Carmen Jones» en la que adopta una curiosa teatralidad. Trota «En la pulpería de Lucita» y se muestra confesional en «La chica triste que te hacía reír» o en «No me llames cariño», donde muestra habilidad para combinar poesía y confesión, abordando una relación fallida con una buena carga de ironía.
Una constante en el álbum es el uso de imágenes poderosas y simbólicas, como en «El aragonés errante», donde el título mismo resume su identidad nómada, tanto en lo geográfico como en lo musical. Las canciones que cierran cada parte, «Adiós compañeros, adiós» y «Canto el mismo dolor», se convierten en un manifiesto de despedida que no solo es literal, sino también metafórico, sugiriendo un cierre de ciclos creativos y personales.
Mucho más que el disco
Esta edición ampliada incluye algunos puntos de notable interés, como ese CD extra con algunas maquetas inéditas y versiones de Bob Dylan («Ballad of A Thin Man»), del «Bird on a wire» de Leonard Cohen («En el alambre») o de clásicos del tango como «La última curda» o la popular «Barquito de cáscara de nuez». Se incluye también el conocido directo de la época Freak show con las colaboraciones de Iván Ferreiro, Nacho Vegas, Carlos Ann, Adriá Puntí y Mercedes Ferrer y se complementa con otro interesante directo en este caso en el Teatro Principal de Zaragoza con muchos de los temas del disco y la recuperación de sus grandes éxitos. Todo ello acompañado de un libreto con textos de Nacho Vegas, Gabriel Sopeña, Iván Ferreiro, Mikel Erentxun y el periodista aragonés Pablo Ferrer.