Bunbury – Flamingos (EMI)
El de Enrique Bunbury es un caso curioso. Desde que en 1996 dejara a los Héroes del Silencio su carrera ha evolucionado por diferentes caminos hasta dar con su reconocible identidad actual. Si en un primer momento se dejó seducir por la electrónica ( Radical Sonora (97)), pasó a sorprendernos dos años después con Pequeño (99), un disco en el que el tango, el bolero y hasta las rancheras se mezclaban para conjugar momentos más que brillantes (“Infinito”,“El Viento a Favor”,“El Extranjero”), lo que le sirvió para ganar adeptos incluso entre los más críticos con su anterior banda.
Ahora es el momento de regresar a la actualidad con Flamingos, su tercer trabajo en estudio como solista, una continuación de su sonido más reciente a la que se le unen momentos de pop y rock más convencional. Y es que el caso de este zaragozano que sigue con el favor del gran público y que a su vez tiene su hueco en la prensa especializada sorprende de igual manera que su nuevo trabajo. Porque si por un lado nos entrega la brillante “Lady Blue” con un omnipresente Bowie, la oscura y acertada “Mundo Feliz”, la rockera “El Club de Los Imposibles” o el pseudo tango “No se fíe” cantado junto a Jaime Urrutia, por otro nos muestra su lado más comercial y pegadizo en piezas como “Si” o “One, Two Three”.
Tampoco faltan en Flamingos los guiños a U2 de “San Cosme y San Damián” (el falsete es más que evidente), o el homenaje a su paisano, el boxeador Perico Fernández en la estética adoptada en la portada, al comezar el disco o en el final de “Contar Contigo” con ese «Perico Fernández campón del mundo, campeón del mundo…».
Un trabajo que vuelve a acrecentar la figura de un personaje que aunque a muchos les pese, posee una de las carreras más personales y singulares de este país.