Click ‘n Roll, Fotos Icónicas (V): Iggy Pop vs Peanut Butter
Sean todos bienvenidos a la gran (re)velada de la noche. A un lado del cuadrilátero, ante, sobre y contra una audiencia entregada, se alza, literalmente, la personificación del punk, el indómito Iggy Pop. Antinatural de Muskegon, Michigan, con calzón vaquero y guantes plateados, camina majestuoso hacía una victoria segura. Pero ojo, algo ocurre. ¿Qué es eso? ¡¡That´s peanut butter!!. OMG. Ese tarro que aparece de la nada cual uppercut iba directo al mentón de la iguana, que una vez más, haciendo gala de reflejos, irreverencia y saber hacer, hace suyo el peligroso artefacto, esparce el contenido por todo su cuerpilampiño ser y, en un alarde de generosidad, lo comparte con el personal. Knock Out!
Este momentazo histórico ocurrió instantes después de realizarse una de las imágenes más fieles de la figura de Iggy Pop. Es una de esas fotografías hipnóticas, en las que te puedes perder un rato mirando las caras de los asistentes, pero en las que encontraras reflejadas en todas ellas una única verdad: ¡Iggy es el puto amo!
Los acólitos y el Dios de la provocación fueron citados para darse un encontronazo en Cincinnati, en concreto, en el Cincinnati Summer Pop Festival de 1970. Aunque Iggy aún no era Pop, todos ya sabían quien era Iggy y de lo que era capaz, es por ello que, a pesar de que los Stooges eran letra pequeña del line up del festival, la expectación por su concierto era tremenda. Entre los platos fuertes del evento figuraban Traffic, Alice Cooper o Grand Funk Railroad.
The Stooges habían lanzado el año anterior su primer y homónimo álbum, el cual vino bajo el brazo con poco éxito comercial, pero con doble ración de ruido; ruido in your face y el murmullo que empezaba a llegar a oídos sordos sobre la puesta en escena de Mr. Pop y sus secuaces.
Al otro lado del cristal, el protagonista es Tom Copi, quien a pesar de no pertenecer al círculo de amistades más cercano a Iggy, ni ser un Stooges fan, comparte paralelismos con el incendiario vocalista. El fotógrafo fue a la misma escuela que el cantante en Ann Arbor, Michigan. Como buen cameraman, inquieto por documentar, paseaba su lente por las actividades varias que acontecían en el campus universitario, entre ellas, una de las actuaciones de Prime Movers, donde un Pre-Iggy se iniciaba en la musica sentado a la batería y vistiendo aún camiseta. Luego pasaría por The Iguanas, de quienes mantendría el apodo, hasta llegar a The Stooges, donde se rasgaría las vestiduras perennemente.
En la primerísima etapa de la nueva formación, antes de editar el primer disco, Tom Copi realizó una serie fotográfica que ha pasado también a la historia por su calidad. Tomadas de nuevo en terreno universitario, llamaría la atención de Jim Jarmusch muchos años después, quien eligió una de ellas para el poster oficial de su genial documental: Gimme Danger: The Story of the Stooges.
Pero una vez más, sin forzar, el destino quiso que los protagonistas se cruzasen de nuevo para inmortalizarse mutuamente. Tom Copi se encontraba trabajando a medidos del 70 para la efímera revista Big Fat de Detroit, la cual le encargó cubrir el festival de Cincinnati. Poniendo más surrealismo si cabe al entuerto, el maestro de ceremonias y comentarista del evento, era un antiguo presentador de TV y corresponsal de la 2ª Guerra Mundial, quien, probablemte, no era muy ducho en el mundo del rock, y quien, con toda seguridad, no había visto a nadie como Iggy en su vida. Dos tazas.
Es entonces, mientras la banda se encontraba tocando «TV Eye», cuando la violenta teatralidad de Iggy dejó ojiplático al presentador, quien dio paso a publicidad pensando que algo iba mal al ver al líder lanzarse al público. De vuelta al riguroso directo, el locutor, sin salir de su asombro, comenta como el cantante ha subido y bajado del escenario en varias ocasiones durante el corte publicitario.
Será precisamente en ese momento cuando Tom Copi, desde una posición perfecta, capte la instantánea que mejor define el poderío de Iggy Pop.
Hasta hace bien poco, el artículo debería de haber acabado aquí mismo sin perder un ápice de importancia. Pero gracias al metraje rescatado en el documental de Jim Jarmusch, tenemos las imágenes en movimiento de la gloriosa performance. Es recomendable verlo entero, pero sobre todo del 3:35 en adelante, donde verán la secuencia completa, desde el momento del flashazo de Tom Copi hasta la confirmación del anonadado presentador de que sí, ¡¡That´s peanut butter!!
Cerrando el círculo del clinic de macarrismo avanzado, el cantante limpió sus manos llenas de mantequilla de cacahuete en la camisa del presentador cuando abandonaba el escenario, según declaró el fotógrafo. A Jack Lescoulie, como así se llamaba, le estalló el punk en plena cara.
Tom Copi considera a Iggy Pop una persona normal cuando estaba fuera de foco. Admira la capacidad que tiene en sus actuaciones de mezclar la violencia y la diversión con el carácter antisocial y sexual de la banda. Durante un tiempo siguió retratando a muchos de los mejores grupos de rock del momento, hasta dar el salto al mundo del jazz, una de sus pasiones, donde los artistas, según confiesa, tienen los pies más en la tierra. No obstante, después de todo su bagaje, considera la foto de Iggy como su obra más valiosa, revalorizada hace poco al ser incluida en un anuncio publicitario de la prestigiosa marca de zapatillas VANS.
La imagen ha sido destacada por los especialistas como uno de los mejores retratos de Iggy Pop at work. Capta la esencia del artista y el efecto que ejerce sobre los que tienen la suerte de poder verle en directo. Es puro show. Y es que eso es Iggy Pop. Por eso ha sido, es y será, el torso más poderoso del punk. Y sin pillarse un resfriao en toda su carrera.
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