Cómic: Las Legendarias Aventuras De Chiquito
Para un americano Andy Kaufman es un símbolo hasta el punto de tener una canción dedicada por R.E.M. y una película dirigida por Milos Forman con Jim Carrey como prota. Aquí, el artista más símbolo que tenemos es, sin duda, Chiquito de la Calzada. Así que esperamos ansiosos que Álex de la Iglesia o Trueba le hagan el merecido homenaje y ya están tardando Sidonie, Carolina Durante, Los Planetas o Lori Meyers en hacerle una canción a la altura de las circunstancias y el mito.
Porque Chiquito es el humorista que más se acerca a la cultura pop. Su figura, sus modus y estilo es tan inconfundible que ha traspasado el típico cuentachistes y ha lugar a un emblema. De ahí que hoy, en este medio musical, he decidido hacer una crítica al libro recién publicado Las Legendarias Aventuras De Chiquito, que tienen ya en todas las tierras hispanas.
Sergio Mora, un pecador de pradera, un fistro de pintor, ilustrador e historietista de después de los dolores, ha decidido homenajear, con su pop grandilocuente al malagueño más imitado e inimitable. Sí, inimitable porque aunque el cuñado haga el chillido y los pasitos en la cena de Nochebuena todos sabemos que no le llega ni a la punta del zapato; poca gente tiene la capacidad de desenvolverse con maestría en los vericuetos chiquistitaníes, más que nos pese.
Por eso quiero hablaros este libro. Un ejemplar que se bebe y disfruta más con la mirada que con el texto. Tan solo alguien como Sergio, el mismo que ganó un Grammy Latino por la portada de El poeta Halley de los Love of Lesbian. Se ha armado de valor, de acuarelas y rotuladores y ha diseñado un trabajo impecable, de color inmenso y con muchas láminas que son verdaderos cuadros para enmarcar. Y es esta en la parte donde sale bien parado. Pues, a decir verdad, en lo concerniente al texto todo lo relativo a Arito Katana, palmero y amigo íntimo de Chiquito pierde fuelle y se crea una historia paralela por la cual se pierde interés en varias páginas. Claro que, al momento, ¡zasca!, otro dibujo del gran Chiquito y vuelves a sonreír y a querer seguir leyendo. Eso sí, repito; la fuerza del libro está en los dibujos. Si quieren darle un gustaco a la vista y a vuestro chiquistanismo, esto es lo que estabais buscando.
“Chiquito fue el humorista más genial que ha pisado esta tierra. Aunque bien es cierto que su humor es difícilmente exportable e imposible de traducir a otro idioma” dice el mismo Mora en el prólogo del mismo. Y sí, cierto es que Chiquito une más que bandera sí o bandera no; Chiquito nos une en el humor.
Con un estilo multicolor, algunos inspirados en las litografías japonesas y el cómic español de la posguerra nos pasea por diferentes pasajes biográficos de Gregorio Esteban, el vecino ilustre del barrio malagueño de la Calzada de La Trinidad; Chiquito de la Calzada in eternum haciendo parada y fonda en momentos geniales, en anécdotas, guiños, curiosidades y algo de ficción.
Si Pedro Sánchez, Casado, Rivera e Iglesias se dedicasen más a chiquistitanear y dejar de marear la perdiz puede que nos tomásemos más en serio eso de la política. Si clamar “¡no puedorl!” hace que se nos dibuje una sonrisa en la cara, ni os digo lo que provoca un libro/novela gráfica como este; «En una época de conflictos, con todo el mundo siempre enfadado, Chiquito de la Calzada es una especie de pacificador», asegura Sergio y tan cierto que es.
Si transcribo ese chiste suyo que decía
– Papar, papar, llévame al circo.
– No, hijo mío, el que quiera verte que venga a casa.
Puede que lo lean y hagan un gesto cómplice; pero no más. Pero si lo visualizan con su pasear, esos gestos, las patadas en el aire, el chillidito y todo esto acompañado con camisas de estridente florear seguro que la sonrisa torna en carcajada.
Ya era hora de un libro a quien sacó frases como te estiras menos que un chicle de madera, tienes más años que el clavo de un almanaque, tiene más pelos que la moqueta del hombre-lobo, más peligro que McGyver en una ferretería o tienes más peligro que Curro Jiménez en El Corte Inglés merece un libro, una trilogía y la enciclopedia Larousse de 12 tomos como mínimo.
Hace unos años la publicación de una foto en la huelga de taxis malagueña desató una tormenta divertida. El pie de foto rezaba «Un vecino coge un taxi en Málaga el pasado jueves, tras desconvocarse la huelga en el sector». Sin embargo, el vecino era, ¡Ni más ni menos!, que el homenajeado del libro, ataviado con un pantalón negro y una camisa verde con lunares claros, colándose en la polémica al más puro estilo Mocito Feliz. ¿¿¿CÓMO QUE UN VECINO???, -clamaron las redes.- ES EL GRAN CHIQUITO; UN RESPETO.
Así que, ya saben, pecadores de la pradera, ya tienen en las tiendas esta deuda pendiente del mercado editorial con ese hombre que llamó caidíta de Roma al acto sexual y que denominó meletérica al cuerpo de la guardia civil hasta el punto de estos, el día de su fallecimiento, ese triste 11 de noviembre de 2017, puso un tuit donde se leía: Nuestras condolencias a los allegados de #ChiquitodelaCalzada… por su genialidad siempre seremos #LaMeletérica.
El más grande de la historia