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Conciertos singulares (VII): Janis Joplin en Deutschland

Se podrían haber seleccionado algunos otros episodios culminantes acerca de conciertos de la inmensamente legendaria Janis Joplin como, por ejemplo, su participación en Woodstock, su colaboración con Tina Turner en el Madison Square Garden o su comparecencia escénica en la cuna psicodélica de San Francisco; entre otras irrupciones en vivo de la vocalista de Texas. Sin embargo, su arrebatadora actuación en Alemania (y por extensión en Europa) en Abril de 1969, es realmente singular, sobre todo debido a que es la única vez que ella se trasladó para cantar en el Viejo Continente y es que resultó inusual ver una interpretación de la artista lejos de Norteamérica.

En aquel momento, Janis Joplin se movía en el punto más pletórico de su carrera como cantante, donde era la nº1 del rock: un puesto éste del cual jamás la ha desplazado nadie durante toda la cronología de este género, bajo mi prisma personal. A ella no se la podía domesticar ya que su coraje provenía, directamente, de su alma leonina. Ella transmitía el grito primigenio de cualquier mujer de las cavernas que vivió hace 40.000 años. Ella hacía saltar en pedazos las refinadas clases de canto que pudiera programar cualquier profesor de música. La texana era indómita, sí, pero también sensible y sufridora, a la vez.

 

En mi opinión, la irrebasable Janis jamás debió abandonar, en 1968, al más capaz grupo en el que se enroló como era Big Brother and The Holding Company; injustamente infravalorados éstos últimos. Ella debió ser la líder de esta formación pero con el matiz de ser arropada y protegida por sus compañeros y nunca debió haberse establecido por solitario, donde la presión se desarrolló en mayor grado. Sin embargo, allí se hallaba la crack americana en 1969, con su segunda banda, la acompañante Kozmic Blues Band; la cual buscaba la correspondiente promoción internacional, comenzando por una gira por Europa.

Janis Joplin 01

Ya muy célebre y consagrada, la “Perla de Port Arthur” voló desde Estados Unidos hacia una incierta aventura más allá del océano, ya que repetimos que esa situación era nueva para ella: hasta ese momento prácticamente, no había tocado nunca fuera de la tierra del tío Sam (exceptuando una vez en Canadá, en Febrero de 1969) y jamás tampoco lo volvería a probar, después, lejos de América del Norte (aunque tampoco dispuso de mucho más tiempo para ello a causa de su temprano deceso).

En aquel momento, Janis también acababa de engancharse a la heroína y según un libro de 2014, escrito por John Byrne Cook, el cual era el gerente de viajes de la banda en 1969: “En la gira de Kozmic Blues Band por Europa, Janis estaba aterrorizada en cada cruce de frontera e inspección de aduanas, sabiendo que con el “caballo” que llevaba escondido podrían enviarla directamente a la cárcel de golpe y sería difícil vencer en los tribunales extranjeros. Sin embargo, no estaba dispuesta a retroceder, así que llevaba un suministro a todas partes, a pesar de los riesgos”.

Janis Joplin entrada                         Janis Joplin cartel

Su bolo europeo más llamativo, fue quizás en Frankfurt, el 12 de Abril de 1969, en un recinto denominado Jahrhunderthalle. El conocido promotor de la ciudad, Fritz Rau, era el responsable del milagro de haber traído a la cantante americana hasta esa capital tudesca; dónde ya Jimi Hendrix, por ejemplo, había actuado en Enero de 1969, gracias al mismo Rau.

 

Miles de mujeres alemanas esperaban con expectación la aparición de Janis, ya que ella simbolizaba una contundente respuesta del género femenino a nivel musical y social. Por ejemplo, al llegar a su destino, la cantante estuvo un rato metida en su autobús, al lado de la entrada de la propia sala frankfurtesa y entonces una cámara apuntó hacia una apasionada seguidora que estaba pegada al vehículo, la cual dijo: “No me enfoques a mí, enfoca a Janis: ella es la super-estrella”.

Como telonera actuó, primeramente, la vocalista alemana de soul, jazz y blues Joy Fleming (la cual, en realidad, se llamaba Erna Raad) y el público pareció enloquecer a favor de alguien a la que consideraba un tesoro nacional. Ésto mismo pareció poner algo celosa a Janis, la cual preguntó cabreada, entre bastidores:“¿Quién es esa maldita chica de blues?”. Sin embargo, la propia Fleming declaró que Janis se le acercó, más tarde y la propia norteamericana le admitió, ya de modo amistoso y noble: “Tienes la mejor voz de Alemania que he escuchado”. Aunque mucha gente efectuó comparaciones entre ambas, la misma Joy estaba segura de que su voz era muy distinta a la de la prodigiosa Janis.

 

Después de la citada función de apertura, Joplin le comunicó al experimentado promotor Fritz Rau que si a ella no le servían un tequila con sal y limón antes de salir a escena pues que no estaba dispuesta a actuar de ningún modo y que se largaría de vuelta al hotel. El organizador Rau, a pesar de sus tentativas desesperadas, no encontró dicha bebida alcohólica por ningún sitio del local Jahrhunderthalle y le comunicó a ella, con calma, que “de acuerdo”, que devolvería el dinero de la entrada al gentío que la adoraba y había acudido a verla y que Janis podía retornar a su alojamiento. Entonces, la chica quizás impresionada por la sangre fría de aquel promotor, accedió finalmente a salir al tablado. Por otro lado, en una de las fotos de la propia función sí que parece observarse una botella de algún licor, con lo que finalmente puede que Joplin consiguiera su consumar su capricho.

Y es que Janis Joplin de ningún modo ofreció en Frankfurt-live 1969 una imagen recatada e impoluta al estilo de otras cantantes de la época, las cuales desprendían total feminidad como Barbra Streisand o Diana Ross; entre otras. Así pues, la propia Janis, por ejemplo, arrancó el primer minuto de concierto fumándose un cigarrillo, con los cabellos revueltos, sin maquillar, bailando desinhibidamente durante la “performance” y con su natural actitud de igualarse, artísticamente, a los vocalistas masculinos en el terreno rock-and-rollero y así, desafiar la supuesta hegemonía de éstos en dicho estilo musical, durante los años 60.

 

En su show germánico y acompañada por Sam Andrew (guitarra), Brad Campbell (bajo), Cornelius «Snooky» Flowers (saxofón), Richard Kermode (teclados) Gabriel Mekler (teclados) y Maury Baker (batería), ella abordó temas habituales en su repertorio, en vivo, como “Raise your hand”, “Maybe”, “Me”, “Summertime”, “I can’t turn you loose”, “Try just a little bit harder”  o “Ball and chain”. Sencillamente, espectacular y sobrecogedora su “performance” y es que un ciclón arrasó en Frankfurt, aquel 12 de Abril de 1969. El popular promotor Fritz Rau, muy satisfecho, manifestó también que la muchacha estuvo “increíble”. Como guinda al pastel, el momento más extasiante de la actuación sobrevino cuando Janis Joplin abordó la irrompible “Piece of my heart”, como colofón de la actuación.

Es ahí cuando los asistentes se colocaron todos de pie de manera efusiva y la apodada “Bruja Cósmica” les insistió en que no se tornaran a sentar, sino que subieran a cantar con ella (al principio de la gala ya les había incitado a lo mismo pero solo una fan lo hizo). Entonces, contagiados por la energía huracanada de la formidable norteamericana, una veintena de personas del público teutón acabaron encaramándose al escenario a bailar, hasta el punto que hubo un momento que Janis quedó totalmente tapada por la gente y la vocalista ni podía ver a los miembros de la Kozmic Blues Band. Sin embargo, ella se mostró eufórica y feliz por ese mismo arrebato de invasión del escenario que se generó entre la audiencia de Frankfurt, durante aquel supremo fogonazo. El casi inexistente número de fuerzas de seguridad se mostraron algo incomodas con aquello pero actuaron de modo permisivo.

 

El influyente productor y periodista  musical alemán, especializado en jazz y blues, Ulrich Olshausen, estuvo entusiasmado cuando plasmó la crónica de aquel concierto y expresó por escrito: Janis Joplin es un milagro de cantante. Su voz grita, ruge, jadea, resuena, suena y susurra con una intensidad casi aterradora y al mismo tiempo, con una musicalidad concentrada”.

También, el mismo Olshausen continuó expresando más alabanzas en dicho artículo del día siguiente: “En el blues-rock de Janis hay una mezcla de riqueza de colores, entrega total y la certeza musical de que es la primera vez que algo así existe. La duración del tono, el vibrato y las entonaciones las lleva ella con tal dominio que los problemas técnicos de canto ya no parecen existir”.

Además de Alemania, Miss Joplin también actuó en Suecia, Francia, Holanda y Dinamarca, durante ese cuarto mes del año 69.

 

Dicho tour por Europa concluyó para Janis en Inglaterra, el 21 de Abril de 1969. En Londres, gozó ella de un muy caluroso y atronador recibimiento del público en el Royal Albert Hall, donde el público bailó con sus canciones (algo inusual en ese edificio) y hubo un lleno absoluto. También, por la noche, George Harrison y su esposa Patti la invitaron a cenar en su casa, a lo que Janis Joplin le expresó al guitarrista de The Beatles: “Oye, tío, he estado esperando hacer ésto contigo durante años”.

La entrevista que le efectuaron en la televisión británica fue emitida también en la propia Alemania, con subtítulos en el idioma de ese país. Así pues, la vocalista meridional estuvo feliz también de su visita al Reino Unido, ya que además ella manifestó que su ídolo Bob Dylan también había triunfado en aquel templo de la música como es el propio Royal Albert Hall. Otro dato positivo de aquella experiencia es que, en E.E.U.U., la Kozmic Blues Band había sufrido severas críticas hacia su manera de tocar ya que además llevaban poco tiempo juntos, sin embargo, aquella excursión europea parece que les fortaleció mucho más como banda.

De vuelta en América, de manera extrañamente contradictoria, Janis Joplin reveló, publicamente, que no había quedado muy satisfecha de la visita a Europa, aunque en principio si había dado la sensación que había disfrutado de su salto al otro lado del Atlántico. Efectivamente, cuando asistió como invitada al programa de su amigo (y quizás amante y colega de porros de la propia artista) y presentador Dick Cavett, la cantante, quizás, con una especie de tono compasivo denominó a las audiencias de nuestro continente como “demasiado cerebrales” y que no bailaban con sus canciones. Ésto no parece corresponderse del todo con los hechos comentados de sus actuaciones en Alemania o en Inglaterra y no sabemos si la bautizada como “Dama Blanca del Blues” se refería a alguna otra situación, en concreto, o si no estaba acostumbrada a venir a Europa o si más allá de América ella no se sentía tan conocida por algunos sectores de oyentes; expresado todo ésto con todo el cariño por la vocalista del Sur de Estados Unidos.

 

Otra de las conexiones que podrían atribuírsele con el país germano fue el emotivo tema a-capella “Mercedes Benz”, relacionado con la histórica marca de coches (aunque la letra podría tener un significado anti-materialista); dónde además fue la última canción que la cantante grabó en vida, ya que lamentablemente falleció tres días después. Al poco tiempo de dicha funesta pérdida de la artista, en 1970, su single “Me and Bobby McGee” conquistó el nº1 en las listas de Alemania y Estados Unidos, entre otros muchos países.

Siempre en nuestra memoria Janis Joplin, de la cual, por cierto, podéis leer otro monográfico escrito por mi compañero Fidel Oltra, en 2010, aquí en Muzikalia.

 

4 comentarios en «Conciertos singulares (VII): Janis Joplin en Deutschland»

  • Me encanta esta serie, se descubren un montón de detalles y datos que normalmente pasan desapercibidos, se redescubren artistas y conciertos impresionantes y además le da a la música en directo la importancia que merece, cosa que en la actualidad no está sucediendo. ¡Gracias, Txus!

  • Gracias al anónimo y al gran Fidel Oltra por sus comentarios y opiniones.
    Efectivamente, la música en directo siempre imprescindible y por aquí seguiremos, este verano, con el tema de «Conciertos Singulares», en Muzikalia, recuperando momentos mágicos de sonidos en vivo.

    Saludos a los seguidores/as de la inolvidable Janis Joplin y de la buena música en general.

  • En efecto, muy buena reivindicación, supone esta estupenda serie de artículos, de la música en directo, máxime en estos momentos en los que, en el mejor de los casos, se ha visto reducida a la mínima expresión, y los festivales, en los que se basa en buena parte hoy el negocio de la música, prácticamente desaparecidos del mapa. De aquí que, ante esta ausencia, nos sirva de especial solaz y disfrute esta saga veraniega sobre artistas de primer nivel, como la inigualable Janis, en poco habituales actuaciones. Muchas gracias, una vez más, a Txus Iglesias y a Muzikalia.

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