Dj Toner – OutSide (Tangential Music)
Del maridaje entre hip hop y jazz se ha escrito y hablado mucho, al fin y al cabo su existencia se remonta casi hasta el origen del primero. De los viejos discos de jazz sacaron sus samplers y bases infinidad de productores de rap, sobre todo a partir de que el colectivo Native Tongues, con gente como A Tribe Called Quest, Jungle Brothers o De La Soul al frente, lo pusiera de moda en los años ochenta del siglo pasado y fuera definitivamente perfilado el asunto por Guru y su serie Jazzmatazz, durante los noventa. Con el tiempo, además, aquellas bases comenzaron a ser interesantes por sí mismas, sin necesidad de un MC que lanzara rimas por encima, así que comenzaron a surgir talentos como el nunca suficientemente reivindicado Madlib, que hicieron de esto todo un arte y un subgénero, el cual, en nuestros días, goza de plena vigencia gracias a gente como Nubiyan Twist o Alfa Mist.
Toda esta -esperemos que no innecesaria- lección de historia para hablar del nuevo disco de un hombre, Antonio Herrera, alias “Dj Toner”, que desde Granada (aunque sea cordobés de nacimiento) se ha convertido en toda una referencia a la hora de manejar esta combinación de jazz y tonalidades hip hop de la que hablábamos, además de muchas otras cosas: por ejemplo programador de salas, productor y Dj. Aunque renunció hace muchos años a ser el típico pincha de éxito para dedicarse a fondo a un arte en el que él está dejando su propia impronta.
Y es que el hecho de residir en Granada siempre influye. Es una ciudad cuyo espíritu siempre se imprime en cualquiera de las muchas manifestaciones artísticas que salen de allí. Sobre todo, las musicales: ya hablemos de Morente (Enrique, Estrella o Soleá), 091, Los Ángeles, Lagartija Nick o Los Planetas, en todos ellos encontramos siempre una buena dosis de esta ciudad eterna que inunda con luz y arte lo que tenga que decir cualquiera de los artistas que la pueblan. Y eso mismo pasa con Tóner, que moviéndose en un paradigma eminentemente anglosajón ha sabido dejar que esa luz de Andalucía penetre en ello y lo convierta en algo genuino.
Ya lo vimos en su obra con el Domestic Jazz Collective, pero sobre todo con su debut en solitario, Blessed Are The Weird People (2021), del que ya te hablamos aquí, o en este novísimo Outside, que viene a corregir y aumentar a su predecesor. Tanto en aquél como en éste Tóner ha sido muy sabio dejándose rodear de colaboradores de excepción. Por supuesto, el trompetista suizo Erik Truffaz continúa siendo una pieza clave en su música, casi un socio, pero también rondan por aquí, y no poco, gente tan importantísima como el legendario flautista Jorge Pardo o Daniel Molina, este último muy implicado en la elaboración de arreglos.
De esta forma, Outside se perfila de nuevo como un derroche de música luminosa que ha nacido de la forma más artesanal posible, teniendo en cuenta el territorio que pisamos. Por supuesto la electrónica y el sampler son dos vías de expresión inevitables en esta disciplina que aúna el sonido que ha acompañado siempre al hip hop con el jazz, pero la artesanía está muy presente en la interpretación de los extraordinarios músicos que intervienen en el álbum. Ambas atmósferas, electrónica y manufacturada, de este modo, se superponen creando texturas que inundan refrescantemente el oído desde la inicial “La rimosa”, una ambrosía con cadencias que retrotraen a aquél trip hop que cultivaban en Bristol en los noventa del siglo pasado.
La tónica de ritmos sincopados que abarca tanto misterio como aromas soleados es también la preponderante en el resto del listado de canciones que aquí encontramos. “O’beat” se inicia con un contrabajo que parece tributar al riff principal de “A love supreme”, la obra maestra de Coltrane. Pero lo lanza al espacio sideral. Y es que hay algo cósmico en todo este ramillete de temas que hace que naveguemos inevitablemente por el espacio. Sucede también en la flamenca “Flama”, una de esas piezas que dan todo significado a la aportación de Dj Tóner a esta mixtura de jazz y hip hop. Nadie podría hacerlo igual. Lo demuestra igualmente en la portentosa “Camina”, que fue single de adelanto del disco, o en “The day”, con su inseparable Truffaz soplando la trompeta como si no hubiera mañana. Y redondean la cuestión, de nuevo juntos, con “Esperanza”, otra ensoñación que llena de paz el espíritu.
Para acabar, dos piezas extraordinarias, de lo mejor del lote: “Under beat” y “Surprise”, que hace honor a su nombre sembrando de “dabadabas” una tonada de lo más veraniega, que cincela un álbum soberbio, que debería llevar a su autor a un merecidísimo estatus de reconocimiento internacional, algo que ya parece estar ocurriendo en algunos niveles, pero aún así, esto debería sonar por todas partes. Nuestro verano, sin duda, lo agradecerá.