Dorian
Con este disco hemos abierto la paleta de sonidos del grupo y también sentimos que, en cierto modo, hemos iniciado un ciclo en la trayectoria de la banda
Dorian, una de nuestras bandas indies más internacionales ha sacado nuevo disco, La Velocidad del Vacío (2013), con el cual afianzarse para siempre más allá de nuestro país.
Mientras añaden una segunda fecha en la capital forzados por un «todo vendido», hablamos con los catalanes acerca de los detalles que han propiciado el ligero abandono de su identitaria electrónica por un collage de sonidos con claras influencias latinas. ¿Estamos ante un cambio de ciclo? Juzguen ustedes.
Comenzamos a escuchar vuestro nuevo trabajo «La Velocidad del Vacío» y a pesar de iniciarse con un sonido marca de la casa, gracias al cual se reconoce a Dorian en cualquier lugar, en el tercer corte «Tristeza» la electrónica pierde su habitual papel protagonista, manteniendo ese cambio de aires hasta el final. ¿Cómo nació este nuevo giro en vuestro sonido?
La gira de «La ciudad subterránea» se alargó dos años y medio. Hicimos muchos conciertos y eso provocó que la banda se cohesionara muy bien en directo, cosa que influyó en el local de ensayo mientras arreglábamos estas nuevas canciones. Esta es la razón por la cual «La velocidad del vacío» es un disco más de banda, aunque también tiene mucho trabajo de estudio y de producción. Con este disco hemos abierto la paleta de sonidos del grupo y también sentimos que, en cierto modo, hemos abierto un ciclo en la trayectoria de la banda.
¿Puede tener algo que ver vuestros habituales directos en acústico?
Canciones como «El sueño eterno» o «Las palabras» sí tienen una vena acústica, cosa que irá muy bien a los conciertos de la gira, para dar un respiro al público entre canciones como «Verte amanecer», «Tristeza», «Los amigos que perdí» o «La tormenta de arena», que son muy intensas. Por cierto, «El sueño eterno» y «Las palabras» suenan muy emocionantes en directo.
Con estas nuevas canciones parece que el sonido del bajo ha ocupado el papel protagonista que habitualmente había recaído en el sintetizador. ¿Vuestra intención es seguir manteniendo este formato también a la hora del directo? ¿Pensáis darle una vuelta de tuerca a los temas antiguos basándoos en el sonido del nuevo disco?
Es cierto, el bajo es protagonista en canciones como «Los amigos que perdí» o «Arde sobre mojado». Sin embargo, no hará falta adaptar los temas antiguos. Las canciones nuevas se llevan muy bien con las de «La ciudad subterránea» o «El futuro no es de nadie». Supongo que al final la esencia de la banda es la misma.
¿Habéis probado los nuevos temas en directo? Si es así, ¿cómo ha sido la respuesta de vuestros seguidores?
Sí, en Francia y México. La verdad es que el disco ha entrado muy pero que muy bien en todos esos conciertos. No hay que tener miedo a cambiar. Todo apunta a que «Los amigos que perdí», «El temblor» o «Soda Stereo» formarán parte del repertorio de la banda durante mucho tiempo.
Otra de las nuevas sensaciones que desprende el disco reside en el «componente latino». Además de grabar el disco en México, podemos oír el tema «Soda Stereo» en referencia al afamado grupo argentino de rock además de letras con inspiración en ese continente como «El Temblor». ¿Qué significa en la actualidad Latinoamérica en vuestro universo musical?
En efecto, «Soda Stereo» es un homenaje a la mítica banda argentina. Hemos girado por México muchas veces, y también por Chile y Argentina, y así seguiremos con «La velocidad del vacío». Latinoamérica es un vastísimo tesoro humano y cultural. Te va enganchando a cada nueva visita, a medida que vas entendiendo esos países en toda su complejidad. Como en los últimos años hemos pasado mucho tiempo ahí, es normal que hayamos incorporado ciertos lugares o rasgos culturales en nuestro imaginario. Las canciones de Dorian siempre hablan de historias que suceden a nuestro alrededor o de experiencias directas.
Para el aficionado español que desconozca las posibilidades que alberga este continente, ¿qué grupos le recomendaríais para que se enganchara de buena música en español sin ser española?
Si dejamos de lado la música tradicional, que es vastísima, y nos centramos en el pop-rock a partir de la new wave, recomendaría a bandas como Virus, Soda Stereo y Caifanes. Artistas actuales: Hello Seahorse!, Zoé, Bomba Estéreo, Le Baron, Astro, Natalia Lafourcade, Francisca Valenzuela, Austin T.V…Realmente hay mucho talento y muy variado.
¿Creéis que puede el mercado latinoamericano puede servir de válvula de escape para el denostado mercado español? ¿Existen claves para empatizar con estos oyentes de una manera más efectiva?
El mercado discográfico español está mal, pero el de directo sigue siendo de los más potentes de Europa, aunque en los últimos años hayan caído algunos festivales. El mercado latinoamericano no es nada fácil. Hace falta mucho sacrificio para hacerse un hueco y, sobre todo, pasar mucho tiempo ahí y estar dispuesto a trabajar y a entenderlo en todas sus singularidades. No hay una Latinoamérica sino muchas. Una de las claves para empatizar con el público latinoamericano son las letras. Les prestan mucha atención. También la sinceridad y la humildad. Hay que ir ahí con ganas de aprender y de escuchar. No soportan las actitudes colonialistas, y con razón.
Volviendo al disco, he leído que «La Velocidad del Vacío» está totalmente financiado por vosotros. ¿Por qué ha venido motivada esta decisión?
Necesitábamos que nuestra música nos perteneciera para siempre. No queríamos ceder nuestros derechos a nadie, por eso hemos pagado nosotros la grabación. Así, cuando alguien compra «La velocidad del vacío» sabe que está apoyando directamente a la banda.
Otros muchos grupos se centran en el crowfunding para sacar adelante sus discos. ¿Cómo contempláis este método? ¿Lo habéis tenido en cuenta a la hora de afrontar este nuevo trabajo?
Sí, lo tuvimos en cuenta antes de que se pusiera de moda pero nos echamos atrás, y no te creas que no nos hacía falta el dinero. El crowdfunding no me parece mal, pero creo que no es la solución a los problemas de la industria discográfica. Pero, claro, si la gente no compra discos, ¿quién va a invertir en los nuevos talentos? Hay artistas con mucho talento que se están desanimando porque nadie les da una primera oportunidad.
En «El sueño eterno», sexta canción del disco, entra en escena el folk, algo hasta ahora desconocido en los trabajos de estudio de Dorian, cerrándolo con «Las Palabras», donde la voz de Marc y el piano protagonizan gran parte del tema ¿Cómo os habéis sentido entrando en estos terrenos poco habituales? ¿Teníais ganas de desnudar las canciones?
Exacto, teníamos ganas de mostrar otras caras de la banda. Ambas canciones proporcionan mucho aire al disco. Además, como te decía, están sonando realmente bien en directo.
Escuchando el tema «El Temblor» aparece una bebida alcohólica poco conocida por el público español que también se nombraba en «Estudios de Mercado» de vuestro anterior disco: el mezcal. ¿Cuál es la relación entre vosotros y la que parece vuestra bebida fetiche?
El mezcal es una bebida alcohólica que viene del agave. En México es toda una cultura, ya que hay muchísimos tipos de mezcal. Algunos le atribuyen cualidades casi místicas, pero lo cierto es que simplemente se trata de una bebida alcohólica distinta a las demás. Te afecta de un modo diferente que al resto de bebidas. El tequila, por ejemplo, también es un destilado del agave (se hace sobre todo en Jalisco y estados colindantes), pero lleva una serie de químicos que son necesarios para su regulación y distribución internacional, y ya no es lo mismo.
En «El temblor», el mezcal es la llave que hace que ambos se vuelvan a acercar y que ella regrese «de donde nadie vuelve…». «El temblor» es una canción muy especial para toda la banda. Empecé a componerla tras un terremoto muy fuerte que nos agarró en la Ciudad de México, y la fuimos desarrollando entre Belly y yo a lo largo de una gira que también pasó por Argentina y Chile. Para todos, es una canción que siempre estará ligada a ese largo viaje.
Es conocida vuestra afición por los remixes de temas propios y ajenos. De hecho el otro día un fan vuestro me dijo que hay remixes que suenan en directo que superan a la original. ¿Qué pensáis de esto?
Sí, ya estamos preparando varios remixes de canciones de «La velocidad del vacío» con gente de distintos países. Además, la versión Itunes del disco incluye un excelente remix remasterizado que hizo Undo hace años de «Te echamos de menos», y el conocido remix que hizo David Kano de «Cualquier otra parte».
Por nuestra parte, a partir de este mes empezaremos a hacer remixes de otras bandas que nos gustan, de los que espero que tengáis noticias próximamente.