Edredón – Edredón (Origami records)
Recuerdo lo que significaba para mí el rock electrónico en las postrimerías de los noventa por estas tierras. Me acuerdo del cassette que tenía grabado de Side Effects con esos samplers tan inocentones de Nirvana y demás exaltación de garrafón. Y es que todo ejercicio de nostalgia siempre tiene algo de pudor intrínsicamente.
Está claro que la propuesta portentosa y elaborada de Edredón queda a años luz quizá en cuanto a varemos de calidad, pero apuesto un brazo que la excitabilidad de antaño ya no me recorrerá la columna por simplona y gruesa que fuera entonces.
El quinteto de Carabanchel se presenta en sociedad con un robusto tratado sónico. Su debut homónimo bebe a partes iguales del krautrock, la psicodelia, el tecno progresivo y el incendiario lavado de cara que se le dio a la electrónica hace casi dos décadas. Así encontramos cortes tan redondos como “Querido pedagogo” con ese desarrollo tan eficaz, la marcial profundidad rítmica de “W3”, la acidez lisérgica de “La bola de los anillos” o el taladro quema- suelas que es “Canguro”.
Es de agradecer la inclusión de texturas orgánicas para dar cierta tregua a los momentos más desaforados, si bien esto provoca momentos desiguales: genial el guiño a los amos de la tecnología más pretérita, Kraftwerk, con “Dialéctica (entre l’humain et la machine” y bastante más disperso y prescindible el de “Bautismo”.
Una de las grandes sorpresas del año a todas luces.