Entrevista: Ricardo Lezón
Ricardo Lezón es uno de los compositores más en forma de la escena nacional. Esperanza, su disco debut, es el motivo de esta entrevista. Una colección de canciones que no hacen sino confirmar una brillantez al alcance de muy pocos. Un álbum que de momento estará presentando los días 30 de noviembre, Teatro Lara (Madrid), 1 de diciembre, La Marina (Valencia), 2 de diciembre, Sidecar (Barcelona) y 18 de enero, Kafe Atzokia (Bilbao). De todo ello charlamos con el líder de McEnroe, como siempre un placer.
“No quería alejarme, ni podía, de lo que he hecho con McEnroe”.
¿Cómo te encuentras tras la publicación de Esperanza? Me da la sensación de que es un nuevo logro que te refuerza como autor y te permite confirmar que es posible continuar sin Gonzalo, Jaime, Edu y Pablo. ¿Cómo valoras este primer disco en solitario?
Me encuentro satisfecho, contento y orgulloso. Era un paso que tenia claro que quería dar pero que me levantaba cierto temor, un temor bueno. Quería enfocarlo como un primer disco, lo que es, olvidandome de todo lo anterior. Buscar un camino diferente pero cercano. No quería alejarme, ni podía, de lo que he hecho con McEnroe. Quería tocar mis canciones y que sonaran a mi. Estoy muy feliz de haber acertado con las compañías y de haber disfrutado tanto del camino. Esa es la mejor recompensa. Con Gonzalo, Edu, Jaime y Pablo queda camino que recorrer.
McEnroe está en un momento de parón por circunstancias laborales y personales de varios de sus miembros. Quienes te conocemos hace mucho, sabemos que era una buena ocasión para no detenerse, ya que estás en tu mejor momento artístico. ¿Cómo planteaste este disco una vez que supiste que iba a ser bajo el nombre de Ricardo Lezón?
Lo planteé como te he explicado. Tenía canciones, McEnroe llegó a algún sitio con “Rugen las Flores” y era el momento de parar un poco. Ha habido ciertos cambios vitales en el grupo; paternidades, Pablo se ha ido a vivir a Mexico… y una sensación de querer pensar bien en lo que vendrá después. Yo estaba con ganas, sin trabajo y con canciones. Subterfuge me ayudó y me animó mucho. Así surgió Esperanza.
Esperanza. Hablar de luminosidad vs. oscuridad de tus letras… Yo hace tiempo que las veo luminosas y sé que haces un trabajo por ser optimista. Tenemos que tener esperanza, por supuesto.
Ni siquiera nosotros mismos podemos destruir todas nuestras esperanzas, siempre hay alguna que va por libre. Eso decía Cioran. Escribir siempre me ha proporcionado felicidad y ahora también. Las canciones están empapadas del tiempo que estaba viviendo, en Noviales, lejos de todos y muy cerca de mí, rodeado de naturaleza y calma. En paz.
Los ambientes que presenta este disco enriquecen la imagen que teníamos de tu música (la de McEnroe). ¿De qué forma «desconectaste» del chip McEnroe a la hora de crear las nuevas canciones?
Alejarme por alejarme era una idea mala. Quería explorar pero lugares cercanos, sin sentirme extraño. Que fuese natural. Explorar para encontrarme. Contar con Txomin Guzmán fue la clave, es un músico al que admiro mucho y un amigo de siempre. El me enseñó otra manera, encontró los arreglos y un camino paralelo pero distinto. He aprendido mucho con él y he disfrutado mucho también.
Le admiro mucho como músico, viene de otro sitio, es un enorme instrumentista y compositor, uno de los talentos más grandes de este país, es más clásico pero tiene curiosidad, una cualidad imprescindible.
Tenía dudas de que le apeteciera lanzarse a esto pero cuando me dijo que sí y además le vi involucrarse con la misma energía e ilusión que yo, fue un puntazo.
Raúl Pérez de La Mina (Sevilla) también ha participado en la producción. Se puede decir que él ha sacado lo mejor de McEnroe y tu relación con él es excelente. ¿Cómo llegaron las canciones a Sevilla? ¿Unas cuantas estaban ya cerradas con Txomin, no? ¿Cómo se combinan dos visiones que a priori son diferentes, las de los dos productores?
Txomin y Raúl se entendieron desde el minuto uno, los dos comparten una visión de la música muy parecida y afrontaron el disco de la misma manera. Las primeras grabaciones las hicimos en Getxo, en los estudios Pan Pot, después las mandábamos a La Mina y Raúl las mezclaba. La segunda parte la grabamos parte en Getxo y parte en Sevilla a donde bajé solo yo, ya que Edu y Txomin no podían. Todo fue natural, sencillo, comodo y luminoso.
Edu, batería de McEnroe, es como un fiel escudero. No falla. Nada como lo de casa, ¿no?
Edu no es solo un excelente baterista, es mucho más. Compartimos una manera de vivir la música. Siempre me ha acompañado y yo a él en todas nuestras aventuras fuera de McEnroe; Helicon, que fue nuestro proyecto mano a mano del que estoy muy orgulloso, Viento Smith que fue precioso y ahora Esperanza. Edu es un motor. Mientras el quiera siempre me acompañara y yo a él.
¿Qué idea tienes a la hora de presentar en directo este disco? ¿Cuentas ya con una banda para ello?
Para las presentaciones de Madrid, Valencia, Barcelona y Bilbao estaremos Txomin, Edu, Miguel Guzman que ha tocado con Zodiacs, Tulsa y Jacobo Serra entre otros y Jimi Arteche, ex Joe La Reina y Tulsa. Después, para la gira que pueda venir iremos seguros Jimi y yo, los demás serán los que quieran o puedan unirse.
«Es bonito ver que cada vez interesa a más personas lo que haces, eso está claro, pero nuestra intención siempre ha sido emocionarnos nosotros»
Hablemos un poco de Jimena, tu hija. Canta contigo en dos temas y lo hace maravillosamente. ¿Qué tal ha recibe ella tu invitación, tus canciones…?
Hace un par de años ya grabamos un single, Rayo de Luz, para McEnroe. Jimena tiene quince años, escucha otra música, mis canciones no son lo que más le llaman pero le encanta cantar y al final le consigo camelar. Me entusiasma su voz, como canta y como vive la canción. Le cuesta ensayar, como a mi, pero al final no falla. Orgullo es poco.
¿Quien te iba a decir hace quince años que alcanzarías un reconocimiento varios lustros después. ¿Cómo valoras toda la trayectoria desde que grabasteis con Paco Loco el primer disco de McEnroe?
A pesar de que llevamos tantos años nuestra trayectoria ha sido muy dispersa, vivimos en lugares diferentes y apenas ensayamos, solo lo hacemos cuando realmente sentimos que tenemos algo que contar y la ilusión de hacerlo. Ese ha sido siempre el objetivo, desde que grabamos la primera maqueta. Hemos tomado todas las decisiones basándonos en corazonadas y con la idea clara de disfrutar del viaje por encima de todo. Es bonito ver que cada vez interesa a más personas lo que haces, eso está claro, pero nuestra intención siempre ha sido emocionarnos nosotros.
Tu faceta como poeta no debemos olvidarla. Háblanos un poco sobre ella, por favor.
El año pasado Bandaaparte publicó “Los Minúsculos Latidos”, un libro de relatos y poemas que escribí durante mi estancia en Noviales. Es un mundo en el que me siento un tanto extraño pero que solo me ha dado alegrías inconmensurables. El pasado octubre estuve en el festival Cosmopoética de Córdoba y fue maravilloso, leer poemas en una antigua iglesia frente a trescientas personas en silencio. Abrumador y emocionante. Ya escribía poemas antes que canciones y seguiré haciéndolo.
Imagino que la experiencia de tocar y grabar junto a Ramón Rodríguez está siendo estupenda. ¿Qué es más posible, un nuevo disco de McEnroe u otro junto a Ramón u otro músico?
Toda la experiencia de “Lluvia y Truenos” fue magnífica. He aprendido muchísimo con Ramón y hemos forjado una amistad de la que me siento muy orgulloso. He compartido vivencias con músicos magníficos a los que también considero amigos y siento que he crecido de muchas maneras. Estoy seguro de que algún día sentiremos la necesidad de volver a juntarnos y lo haremos, de forma natural, como la lluvia y los truenos.