Entrevista: The Limboos
«La música se estancó hace 20 años. Al menos en lo que a Pop y Rock and Roll se refiere, todo es un refrito»
La mejor promoción que tiene todo grupo es la de su directo. Por ello, son varias las bandas que, entre festival y festival parece que llevan años de gira, cuando apenas han sacado un álbum. The Limboos ha conseguido adquirir una considerable notoriedad gracias a su estilo singular, mezcla de Rhythm and Blues y elementos latinos, y sobre todo, a su llamativa puesta en escena, que ha hecho que su actividad haya acaparado el interés no solo de los amantes de la música negra, sino de todo aquel que encuentre en la música la mejor vía para evadir los problemas cotidianos.
SON Estrella Galicia ha decidido que la banda alegre la noche a los siempre fieles clientes de la mítica Sala Sol de Madrid con sus ritmos vibrantes y bailones. Un par de horas antes, me reúno con Roi Fontoira (vocal y guitarra) y Sergio Alarcón (guitarra, piano, maracas) en un bar de los aledaños para hablar de su nuevo disco, su momento vital y de toda la magia que posee el Rhythm and Blues más genuino.
Estáis de gira presentando Limbootica! (Penniman Records, 2017). Como todo segundo trabajo, es el primero en causar expectativas. ¿Se están cumpliendo hasta el momento?
Sergio: La verdad es que sí. Desde que hemos empezado a hacer la gira en marzo la respuesta está siendo muy buena en todas partes. No solo en las grandes ciudades, donde siempre se espera que acuda más gente, sino también en sitios más pequeños como Albacete, donde tuvimos una gran acogida. Además, las críticas del disco han sido en su mayoría muy positivas, así que por el momento estamos muy satisfechos.
Roi: Ídem…es que Sergio habla muy bien.
Trabajáis de nuevo con Mike Mariconda. En entrevistas que hicisteis con vuestro primer disco, Space Mambo (Penniman, 2014), afirmasteis que no os gusta comprometeros con nadie y que ya se vería con quién grababais futuros proyectos. Dudo bastante que no os hayan tanteado otros productores. ¿Qué os aporta Mike con respecto a otros? ¿Más vale “lo malo conocido”?
Roi: Bueno, yo a Mike le conozco de otros proyectos. La manera que tiene de trabajar es bastante particular porque viene del Rock n Roll y tiene un background musical amplísimo, no similar al nuestro, pero que recoge también todas nuestras influencias. Además, graba de forma muy cruda y directa, yendo al grano, y a nosotros nos gusta hacerlo a la antigua usanza: llegar a grabación, tenerlo todo calentito (sic) y listo. Además de todo esto, Mike tiene el oído perfecto para producir nuestro disco.
Sergio: También sabemos ya cómo trabaja. No se anda por las ramas y si nos tiene que decir a alguno de nosotros: «oye, esto es una puta mierda» nos lo dice. Esta actitud hace que las cosas fluyan en el estudio como tienen que fluir.
¿Os preocupa que en ocasiones no os tomen en serio? No quiero imaginar las veces que os han dicho que sonáis como la banda que toca en el Coco Bongo de “La Máscara”…
Sergio: Bueno, oye… no sé hasta qué punto eso es no tomar en serio o es hacer unas referencias…
(Interrumpe) Roi: Unas referencias de gente que no tiene mucha idea de este estilo, no tiene unas referencias profundas de la música de raíz y se queda un poco con lo superficial. Bueno, aunque el tiro sea un poco errado, es una forma de que la gente ubique más o menos nuestra propuesta musical.
Sergio: A mí lo de «La Máscara» me lo dijo un amigo desde el primer momento y, joder, me parece hasta cierto punto una buena referencia si piensas, no sé, que está Cameron Diaz, que sale explosiva y que es una gran escena…
Roi: Lo que no nos gusta es la producción (risas), seguro que con Mike hubiera quedado mejor. Además, la banda que suena en la película es Royal Crown Revue, una de las mejores bandas de Swing, así que no está mal del todo la comparación.
Vuestro gran atractivo reside en el directo. Sabiendo eso, ¿ensayáis mucho vuestra puesta en escena o dais rienda suelta a la inspiración?
Roi: No somos un grupo que repita el bolo, la verdad. Hay grupos que tienen el show muy estudiado, pero no es nuestro caso. Es buena excusa para no tener que ensayarlo (risas), pero en realidad no nos gusta que las cosas estén ya predeterminadas. Nos va el peligro de la improvisación, aunque puedas fallar en el discurso o en elementos incontrolables que forman parte del momento.
Sergio: Al final eso es lo que hace que no sea aburrido ni para el público ni para nosotros. Depende mucho del momento, ya no solo de lo inspirado que estés tú, sino de la actitud de los asistentes. Si hay respuesta del público, es lógico que nos vengamos más arriba. Puede sonar a tópico, pero si se crea el ambiente de Rock n Roll que intentamos crear, pues es mucho más fácil que si nos encontramos con un entorno frío.
Hablando de esto, la primera vez que os vi, me fijé en la reacción desconcertada del público (N. del A.: Fue en el intermedio de un programa deportivo que se estaba grabando con público). ¿A qué silencio teméis más: al de una sala vacía o al de un público apático?
Roi: Bueno, al público lo puedes trabajar, a la sala vacía… (gesto de contrariedad). Hemos tocado ante público así, sobre todo por Las Europas (sic), donde puedes encontrar de todo. Aunque en el momento de las maracas, por lo que fuese, ya se calentaban.
Sergio: Aunque también es verdad que, incluso en los conciertos en los que había menos gente, nunca se sabe quién puede asistir. No recuerdo ahora dónde, pero gracias a un concierto de esos que había cuatro gatos, fuimos a un festival en Lanzarote el verano pasado porque había un tipo que conocía a otro tipo que lo organizaba. Al final nunca sabes quién está entre el público, aunque haya tres personas. A lo mejor entre esos tres está un promotor con idea que te da pie a conseguir más cosas. Por supuesto que nos encanta tener una sala llena, pero nosotros no hacemos un show triste porque haya poca gente.
(Interrumpe) Roi: No, claro, incluso lo hacemos más punky.
Sergio: Eso es, nosotros vamos a disfrutar igualmente. Un día malo lo tiene cualquiera, pero por eso los tres o cuatro que han ido no se merecen que no lo demos todo. A nosotros esos días nos gusta hacer el punky, como dice Roi, así que si queréis vernos en un concierto Punk Rock id a las provincias raras, cuando no estemos ni anunciados, que ahí seremos más punk rock que nunca (risas).
La música es muy interpretable. Con vuestro estilo alegre y bailón, ¿nunca os habéis sentido tristes y os habéis privado de expresarlo en un tema por temor a perder vuestra esencia?
Roi: En todos los discos tenemos medios tiempos, no es música triste como tal, pero es más lenta que la que practicamos habitualmente.
(Interrumpe) Sergio: Yo creo que, más que pensar en un sentimiento, que siempre está ahí, intentamos usar nuestras composiciones de salvoconducto para evadir esos sentimientos negativos e intentar sacar algo divertido de ello. Si hiciéramos otro estilo más rollo (sic) cantautor, pues claro, blanco y en botella: si estás triste, te han abandonado o no tienes un duro, tienes material para hacer muchas letras, pero nosotros hacemos Rock and Roll. El Blues quizá tiene esa esencia melancólica, pero lo nuestro es hacer una fiesta aunque estemos jodidos.
Os definís como una banda que hace Rhythm and Blues exótico. ¿Es compatible ser exótico con ser comercial?
Sergio: ¿Por qué no?
Roi: A ver, es que yo ya no sé lo que es comercial… si es lo que le gusta a la gente o qué es lo que le gusta a la gente o qué cosas hacen que guste a la gente…
Vale, cambio la pregunta: Jennifer López, Mariah Carey o Beyoncé, productos andantes todas ellas, dicen que están influenciadas por el Rhytm and Blues. La gente que lo practicáis de un modo más puro, ¿no pensáis que se devalúa un poco el género, y también vuestra entidad, al poder asociaros el público con ellas?
Roi: Bueno, Rhythm and Blues no es un género musical como tal, porque es un cajón de sastre en el que metieron todos los géneros musicales negros. De hecho, antes lo llamaban Race Music (música de raza), y cambiaron el nombre por respeto, sobre todo. Así que el Rhythm and Blues es una mezcla de todos ellos y, hoy en día, sigue siendo el mismo estilo que refleja todas esas influencias. Quizás debería llamarse «Neo Rhythm and Blues”, porque el precursor se asocia a una época determinada entre los 40 y los 60, luego ya son subgéneros.
Sergio: Bueno, ahora ya lo llaman R&B (lo pronuncia en inglés), pero bueno, sí que es definitoria. Está claro que cuando escuchas a Beyoncé, no tiene nada que ver con Ray Charles. Tendrán conexiones, pero hablamos de cosas distintas. No creo que devalúe el uno a lo otro, de hecho, podían argumentar ellos lo mismo, y vernos a nosotros y decir: están estos tíos que hacen música de los 50 y están devaluando nuestro estilo.
Cuidáis mucho vuestra particularidad, pero ya os han comparado con artistas de todas las generaciones, desde Ike Turner a Nick Waterhouse. ¿Qué elemento diferencial aportáis cada uno para conformar The Limboos?
Roi: Cada uno tiene sus influencias y guiños a la hora de componer canciones. Quizás Daniela (batería) y yo tenemos las influencias negras que yo ya venía tocando con otros grupos, y Sergio aporta la sabrosura y el latinerío (sic). Aunque como todos tenemos ya el «chip Limboos» buscamos influencias de todos lados: picamos de Bossa Nova, de Boogaloo y sobre todo, sonidos de Nueva Orleans y de la música afroamericana de los 50 y los 60, donde hay una cantidad ingente de música para dedicarte a investigar una vida entera. Y muchas cosas que resultan sorprendentemente creativas dentro de este conglomerado.
En una época en la que todo está inventado, ¿creéis que la forma más eficaz de ser original es intercalando géneros?
Sergio: Es verdad que nosotros no estamos inventando la rueda, porque lo que nosotros hacemos, que es mezclar Rhythm and Blues con música caribeña, es algo que viene haciéndose desde hace tiempo. Pero se puede ser original haciendo algo si te lo planteas como un entretenimiento. A priori, puede parecer más fácil hacer una canción de Rhythm and Blues porque es todo A, B, C. Todos sabemos hacer la rueda de acordes del Rock and Roll, pero hacerlo y que suene fresco es el verdadero reto.
Roi: También es una cuestión de tener una amplia variedad de música metida en la cabeza. Sobre todo escuchar mucha música y a la hora de componer, crear algo que tenga gancho. En la época dorada prácticamente todos eran músicos de estudio, y lo que hacían era buscar algún arreglo comercial que enganchara a la gente con un riff de guitarra, un coro o un teclado vacilón. Nosotros buscamos ese tipo de cosas: Arreglos ganadores, los llamamos.
Sergio: Y ya no solo eso. Luego, si lo extrapolas a otros géneros que ahora llaman Moderneo (sic) y no deja de ser revival, que se hacía en los años 70…
(Interrumpe) Roi: A mí lo que me hace mucha gracia es vender por modernez (sic) todo lo que estaba de moda en los 80.
Como los Levi´s, vaya…
Roi: Si…
Sergio: Si, pero es verdad que al final depende del estilo o género, Rock o Rhythm and Blues es retro, pero estos grupos que se basan en Joy Division, por ejemplo, es moderno, cuando dices: ¡joder, esto era música que se hacía hace 40 años, y ahora hay cosas calcadas!
Roi: La música se estancó hace 20 años. Al menos en lo que a Pop y Rock and Roll se refiere, todo es un refrito. Por eso es un sinsentido esa dicotomía que habla de música moderna o música retro. Todo es el mismo género.
Sergio: Siempre es música existente. En todos los géneros hay gente muy creativa que puede dar una vuelta de tuerca, pero incluso esas personas están basándose en cosas que han hecho antiguamente.
Entonces, más que la forma más eficaz, es la única forma.
Roi: La mejor manera de ser original es escuchar y absorber mucha música. Cuanta más música escuches, más ideas te pueden surgir y más recursos puedes tener.
Sergio: Y al mismo tiempo, ser honesto con lo que haces. Si a ti lo que más te gusta es el Rock o la Rumba, ¡avanti! O sea, puedes ser más o menos creativo o más o menos original. Tú puedes coger una guitarra y decir: ¡voy a innovar!, pero tú puedes innovar hasta cierto punto. Si te pones con el Rhythm and Blues, pues te puede sonar a «La Máscara» o te va a sonar a Ike Turner o a cualquier otra cosa similar, si no tienes bagaje.
A la hora de elegir vestuario para los directos, en cambio, sí que sois tradicionales:
Sergio: Bueno, ahora mira cómo vamos…
Bueno, ahora no, que de hecho me ha costado identificarte a lo lejos.
(Roi lleva camisa de manga corta de rayas grises y negras y Sergio camisa de manga corta hawaiana)
Sergio: (risas) No, en directo tampoco solemos ir de traje.
Roi: En general escapamos de ir uniformados, rollo The Wonders o primera época de los Beatles, aunque nos encantan. Tampoco estamos obsesionados con recrear cada detalle al dedillo, estamos haciendo música y dejándonos llevar.
Estáis de gira, habéis grabado dos discos, viajado por Europa y tenéis un sólido nicho de seguidores…todo esto en cuatro años. ¿Se disfrutan menos las etapas cuando se queman tan rápido? Estáis en un momento que muchos anhelarían.
Sergio: Ahí, no sé. Creo que ha habido momentos. Recuerdo que en el segundo año de Space Mambo había momentos agotadores. Pero realmente luego, te paras y piensas: Estamos en la carretera, tocando, viviendo -o malviviendo- de ello, y esa situación es algo que ni nos planteábamos hace diez años. Al final hay que tener un punto de suerte también.
Roi: Aparte, hoy en día la mayoría de grupos que andan de gira constantemente sacan disco cada año, año y medio, por exigencias del mercado. Nosotros lo estiramos incluso. Tardamos dos años y medio en sacar el segundo disco, así que en ese aspecto no hemos sido como los demás. Tenemos amigos, como Guadalupe Plata, que cada año y medio saca disco y pim, pam pim, pam (sic), porque es la manera de vender bolos y aparecer en la prensa.
Sergio: Es complicada esta rueda. Es verdad que cuando la coges hay que procurar no soltarla, pero hay tantos factores…tú como grupo puedes controlar algunos, como sacar un buen disco o hacer buenos conciertos. Pero las críticas o que te saquen en un medio u otro dependen de terceros, así que hay que ceñirse a lo que uno pueda controlar y disfrutar de lo que venga. Y si es bueno, mejor.
Y ya para acabar, como hemos señalado, siempre defendéis que lo que hacéis es por tocar en directo. Tanto en un sentido literal como metafórico ¿Cuál es el escenario que aspiráis a pisar algún día?
Sergio: Yo lo digo siempre: si nos saliera una gira en la que cambiemos de continente y vayamos a EE.UU, América del Sur o Japón, eso sería muy bonito. Pero no como para dejarlo.
No para dejarlo, pero si para ya disfrutar, como llevan haciendo los Rolling Stones cuarenta años.
Sergio: Para mí sería algo como: ¡qué guay, todo lo que hemos hecho ha servido para llegar hasta aquí! y tocar en los lugares que te he dicho.
Roi: O en Cuba, México… Venezuela.
No creo que sea el mejor momento.
(Risas)
Roi: Bueno, en México tampoco, pero la mitad de los grupos españoles que giran por Latinoamérica triunfan en México. Aunque no, a lo mejor no es el mejor momento para ir a Venezuela, le falta estabilidad (risas).
Pensaba que me ibais a decir Eurovisión, ahora que está el listón por los suelos…
(Risas)
Roi: ¡Noo! No es nuestra guerra, estamos en otra historia.
Sergio: Tenemos que ir por otros escalones, que además esos atajos no suelen acabar bien.
Bueno pues muchas gracias. Espero que con lo bien parados que han salido vuestros directos tras esta entrevista, el de esta noche cumpla con las expectativas.
Roi: Descuida, para eso estamos aquí.
Sergio: Lo intentaremos.