Entrevistamos a Carolina Durante
Optar por un estilo continuista, al más puro estilo de Cuatro Chavales, su disco anterior, hubiera sido una opción segura para Carolina Durante. Sin embargo, la formación madrileña ha decidido arriesgar tanto en sonido como en producción con su tercer elepé. Elige tu Propia Aventura es un trabajo que explora nuevas texturas musicales, preservando al mismo tiempo la esencia de su propuesta. Un álbum en el que se han alzado victoriosos tanto por su eficacia como por su singularidad.
Nadie esperaba que el tercer álbum de Carolina Durante escondiera tantas capas por descubrir. Entre las múltiples sorpresas que ofrece, destaca «Normal«, uno de los temas más emblemáticos de este nuevo trabajo, en el que colabora nada menos que Rosalía. Sin embargo, en el momento de esta entrevista, ni los propios miembros del grupo parecían tener plena certeza sobre esta colaboración. Quizá estemos ante una estrategia cuidadosamente orquestada, o tal vez esta dinámica simplemente refleje la naturaleza abierta e impredecible de su proceso creativo.
Esta conversación explora los miedos y las oportunidades que han surgido en la producción y el desarrollo de un álbum que representa un punto de inflexión para el grupo, un paso hacia una evolución musical que está generando expectación entre sus seguidores y que podría marcar un nuevo rumbo en la escena independiente de guitarras, aunque esto último solo el tiempo lo dirá.
«Queremos tocar mejor que nunca y hacerlo todo mejor»
Es todo un placer hablar con vosotros. Lo primero de todo, enhorabuena por vuestro nuevo trabajo. ¿Cómo os sentís y cómo estáis viviendo la expectativa de este lanzamiento?
Martín: Bien, increíble. Es el primer día de entrevistas hablando del disco, y estamos bastante contentos, con muchas ganas e ilusión. Creemos que va a ir muy bien; hemos hecho un buen trabajo en vestirlo. Todo el esfuerzo que le hemos metido estos años, que ha sido mucho, dará sus frutos o los está dando. Creo que el disco respalda todo ese trabajo.
Diego: Vamos poco a poco, de forma constante. Nunca hemos sido un grupo de sentarnos a escribir o componer de una panzada, sino que trabajamos poco a poco. Crear este disco nos ha llevado dos años.
Los procesos de composición, al menos en vuestro caso, siempre han sido bastante largos. ¿En qué momento decidisteis sentaros a trabajar de manera seria en este álbum?
Diego: Siempre son larguísimos, macho. Esos grupos que se tiran un mes tocando todos los días y sacan canciones… te lo juro, eso a mí me volvería loco.
Martín: Siendo sinceros, envidio a los grupos que van haciendo canciones como si fuera un hábito.
Diego: Ya, y de repente tienen un montón de temas prácticamente listos. Nosotros, eso sí, una vez que empezamos, vamos granito a granito.
Mario: Para que te hagas una idea, en este disco, dos de las canciones, «Normal» y «Tempo 2», las hicimos más o menos en la misma época en que publicamos «Casa Kira». Fue en enero de 2023 cuando dijimos: ‘Vamos a hacer un disco’, y ahí empezamos a componer más y de seguido.
Martín: «Casa Kira» salió en septiembre de 2022, así que para esas fechas ya teníamos compuestas esas dos canciones, que fueron las primeras del disco. Decidimos no sacar más música hasta completar el álbum, así que nos pusimos a trabajar en el resto.
Vuestro proceso de composición, por lo que me habéis contado en otras ocasiones, suele ser un poco caótico, con muchas ideas que a veces quedan en el aire. ¿Cómo gestionáis ese caos y qué estrategias utilizáis para revisar y dar forma a las ideas que queréis incluir?
Mario: En nuestro caso es un tanto caótico, sí.
Martín: Principalmente, es como: ‘Me gusta esta idea, pero no consigo encontrar la manera de acompañarla’. La idea se queda ahí, y entonces, de repente, llega un momento en la composición del álbum en el que cojo el blog de notas de mi teléfono móvil y empiezo a revisarlo. Comienzo a decir: ‘Vale, esta me gusta, esta no me gusta, esta si me gusta’. Y así, ‘¿Os acordáis de esto? Esto mola’. Lo cierto es que tenemos un montón de trabajo hecho que no está terminado; solo son eso, ideas.
Mario: Llenar el cajón de mierda para luego vaciarlo, así se podría resumir.
Diego: Cuando tocamos en la gira por Latinoamérica, sí que de repente, en los días libres que teníamos allí, pillamos un sitio para tocar y demás, y para adelante. En Colombia estuvimos una semana y ahí sacamos «Tempo 2», bueno, sacamos la parte instrumental, la base.
Mario: Luego estuvimos en Ciudad de México y aprovechamos para estar otra semana, y en Argentina, otra semana. La de «San Juan» viene de Argentina y la de «Hamburguesas» viene de México.
Martín: El grueso del disco lo hemos compuesto en Madrid, compaginándolo con nuestras vidas personales, pero es verdad que cuando te vas de tu casa y lo único que tienes que hacer es música, pues quieras o no, cunde.
Parece que este proceso de composición ha tenido un enfoque más abierto y flexible. ¿Cómo ha sido para vosotros lidiar con momentos de agobio al tratar de cerrar las canciones?
Martín: Lo nuestro sale muy enlatado, poco a poco: ‘tengo esta letra, venga, vamos a meterle música’, y un día en el ensayo es como: ‘De puta madre, y todo cobra sentido’. Con este disco es con el que hemos llegado al estudio con más cosas abiertas. A nivel de arreglos y letras, había un momentos de agobio en el que pensábamos: ‘Tenemos que cerrar esta canción, ¿cómo lo hacemos?’
Mario: Bueno, el primero…
Martín: Bueno, ese fue una locura.
Diego: Como este no habido ninguno. Por ejemplo, la última parte de «Elige tu propia aventura» no la escribí porque no me salía.
Martín: Sí, la hicimos la noche antes de grabarla. Y «Dios Plan», la frase de: Vuelve mientras sea joven, fue un poco a calzador. En «San Juan» nos estuvimos comiendo la cabeza con el estribillo un montón también.
El resultado final han sido una docena de canciones muy libres en cuanto al estilo y forma, y sobre todo con un carácter orgánico completamente distinto al que nos tenemos acostumbrados, trompetas, melódicas, guitarras acústicas … ¿Cómo fue la decisión de elegir a Ali Chant como vuestro nuevo productor?
Martín: Teníamos referencias. Siempre hay un momento en el que tenemos que ponernos a buscar productores. En esta ocasión, nos preguntamos: ‘¿Qué discos me han gustado en estos últimos años?’ y empezamos a fijarnos en quién los ha producido. A partir de ahí, comenzamos a enviar ofertas. Hay gente que puede y otros que no, y Ali cuadró súper bien.
¿Cómo ha sido la forma de trabajar de Ali Chant?
Martín: Mola mucho porque su forma de trabajar es lo más orgánico posible; todo se graba. Por ejemplo, si hay un efecto en la voz, tenemos que grabar con un filtro previamente para que el resultado final se retoque lo menos posible.
Mario: También lo que es la base musical está todo tocado en directo. Ha sido una manera de trabajar que no habíamos tenido nunca. Hacíamos el esqueleto de la canción, lo que es toda la base, los cuatro a la vez, y luego íbamos saltando de una canción a otra. ‘Esta canción se puede añadir esto, ¡este tema es genial!, siguiente’. Íbamos revisando las canciones cada dos o tres días y, poco a poco, iban cogiendo forma. Eso ayudó a darle uniformidad.
Además, habéis contado con colaboradores como el trompetista Pete Judge y el multinstrumentista David Grubb, quienes aportaron una sección de vientos al álbum que le da un nuevo empaque sonoro a vuestro estilo. ¿Cómo surgió la idea de incorporar estos elementos, y qué buscabais conseguir con ellos?
Martín: Fue hablando con Ali. En una de las primeras fases de la composición, con canciones como “Elige tu propia aventura”, nos faltaba terminar el estribillo. Incluso lo tarareábamos, pero nada. Recuerdo que no parábamos de repetir: ‘Joder, nos hace falta una melodía para el estribillo, pero no tenemos letra que encaje’.
Diego: No me salía la letra ni a tiros. Mi idea era tararear el estribillo.
Martín: Y ahí fue cuando Ali nos dijo: ‘Bueno, otra opción es meter un instrumento que supla la voz’. Entonces dijimos: ‘Vamos a meter trompetas’, porque es un viento que tiene una presencia y una tesitura cercana a la de la voz, y pensábamos que así nos hacía el apaño. La melodía ya la teníamos en la cabeza, y finalmente quedo así.
En otros temas, como “Probablemente tenga razón”, Juan estuvo componiendo una parte con violines y trompetas para darle un toque más orquestal. Mario y Juan decidieron hacer un bis, para que el tema terminara y luego volviera a empezar. Esto fue en los últimos cuatro días en el estudio. Un día vino Ali y nos dijo: ‘conozco a un trompetista y a un violinista de puta madre’. Así que vino Pete, supervisamos el trabajo, y lo grabamos de esa forma.
Además de que Ali se encargó de la producción, habéis grabado todo el disco en los estudios Real World de Peter Gabriel. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar en un entorno tan emblemático y de pasar tiempo en ciudades como Box y Bristol?
Mario: Fue una pasada, aunque el tiempo no nos acompañó.
Martín: Flipante, es que uno lo piensa y no se lo termina de creer. Hemos tenido la oportunidad de trabajar con gente increíble, en una ciudad como Bristol, que ha sido una de las principales cunas musicales inglesas desde los años noventa. Estuvimos unos cuatro o cinco días ensayando los temas y otra semana haciendo arreglos. En el estudio ubicado en Box estuvimos unos diez días.
Mario: Sí, todo lo grabamos en Real World; el disco se hizo allí y los últimos arreglos fueron en el estudio de Ali en Bristol.
Martín: De verdad, fue trabajar con gente muy pro. En plan, estás aquí con tu colega Pete, y luego te das cuenta de que el tío ha grabado los vientos para Massive Attack. Este disco es, sin duda, en el que más hemos trabajado, el que nos hemos tomado más en serio. Yo, personalmente, me he vuelto un poco loco.
¿En serio?, ¿demasiado estrés?
Diego: Martín se ha vuelto un poco esquizofrénico (risas).
Martín: Literalmente. Un día estábamos grabando, y Mario vino y me dijo: ‘Martín, tienes que bajarle un poco, porque no estás disfrutando’. Yo estaba en plan de que tenía que ser lo mejor, que no podíamos dejar nada dentro, que teníamos que soltarlo todo.
Mario: Grabar un disco es bastante desquiciante en sí mismo, porque estás con las canciones una y otra vez. Llega un momento en el que pierdes la perspectiva: no sabes si está bien o mal, ni por dónde tirar. Es necesario darte la licencia de escucharlo disfrutándolo, sin sobre analizarlo. Y celebrar lo que estás haciendo, qué estás en Bristol viviendo una experiencia increíble.
Diego: Dudas una y otra vez de todo, vuelves y, de repente, un día te encanta y al día siguiente lo odias. Personalmente, quería que se notara un cambio en este álbum. Igual que en Cuatro chavales el objetivo era hacer lo que sabíamos, pero mejor, en este queríamos hacer algo distinto y que nos siguiera gustando.
El primer disco tuvo sus problemas en la grabación, y el segundo consolidó vuestro sonido. Sin embargo, este tercer álbum representaba una encrucijada: ¿continuar con la senda del segundo o explorar un nuevo rumbo mientras mantenéis vuestra esencia? Me imagino que es una decisión complicada.
Diego: Cien por cien. Aun así, en mi caso personal, los tres álbumes me han generado los mismos nervios.
Martín: A mí no, desde luego. Eso sí, cada uno vive los procesos de una manera distinta. Con Cuatro chavales tenía más seguridad: queríamos hacer lo que ya sabíamos hacer, y estaba seguro de que el disco era la hostia. Pero este álbum es meterse en terrenos más pantanosos; hay más análisis, más preguntas, como «¿verdaderamente esto es lo que queremos hacer?». Me ha quitado mucha energía mental, pero no me arrepiento, porque creo que el resultado es la hostia. Ahora quiero que salga ya el disco para que la gente lo escuche y tengo la sensación interna de que podemos hacer esto y mucho más.
«Grabar un disco es bastante desquiciante en sí mismo, porque estás con las canciones una y otra vez»
Hasta que no se publique dentro de unas semanas, es un poco incógnita. Lo cierto es que los sencillos que habéis publicado han funcionado a la perfección.
Martín: Eso nos está dando la confianza de que las cosas están saliendo bien.
Diego: También hemos querido abarcar muchas cosas: queremos hacer estos videos y fotos con una estilista que nos disfrace de payasos. La ambición en ese sentido ha sido mayor, más allá de la música, algo que nunca habíamos tenido. En trabajos anteriores, el enfoque estaba en que todo esto que va más allá de la música no nos disguste.
Por ejemplo, la portada me ha parecido una maravilla. ¿Cómo ha sido el proceso?
Diego: La madre que me parió con la portada.
Martín: Al final, la portada la ha hecho Jorge Rico otra vez, al rescate.
Diego: Ha sido un Cristo.
Martín: Sí, ha sido difícil. Finalmente, las fotos las ha hecho Jorge, con un equipo con el que ya habíamos trabajado, y el diseñador y los textos son de Gonzalo. Ha sido un Cristo, es mejor ni hablarlo (risas).
Otro elemento que me ha sorprendido son las letras de las canciones. Mantienen la esencia misma de Carolina, pero con mayores dosis de angustia existencial, a nivel general. Por eso, a lo largo de la entrevista, os he preguntado tantas veces si estáis bien (risas).
Diego: Sí, vamos tirando (risas).
Martín: Estaba escuchando los primeros demos con mi chica en el coche, y ella me dice: ‘Martín, ¿sabes que decís la palabra suicidio cinco veces?’ Y yo le digo que no, que no puede ser. Pero sí, cinco veces: “Normal”, “San Juan”, “Elige tu propia aventura”…
Diego: Pues puede ser.
Martín: Es la hipérbole, el dramatismo marca de la casa.
«El timbre de una voz femenina aporta algo que no tenemos»
Me llamó la atención la canción “Yo pensaba que me había tocado Dios”, donde colaboráis con Barry B. Al principio pensé que sería la primera colaboración externa en un álbum de larga duración de Carolina Durante, pero luego vi que este tema en realidad formará parte del próximo lanzamiento de Barry B.
Diego: A mí me hubiera gustado que en alguna canción entrara una voz femenina. Pero bueno, qué sé yo, nos gusta tener los discos así, limpios y principalmente nuestros. Me da un poco de… no sé cómo llamarlo, pero cuando entro en un disco y veo que son todo colaboraciones, me pregunto cuánto de tu disco es realmente tuyo.
Martín: Sí, no sé. Las colaboraciones son muy divertidas, pero también lo es hacer canciones con tus amigos de grupo. Carolina Durante es una colaboración en sí misma. Para meter una colaboración en un disco, tiene que ser algo muy concreto: ‘tío, aquí me viene una voz fenomenal, aquí un violín’.
Diego: Cuando escuchas a The Jesus and Mary Chain y entra la chica es increíble, súper chulo. Lo que trasmite una voz femenina no lo puedo emular. Nosotros podemos tocar X instrumentos; la trompeta no, pero el timbre de una voz femenina, joder, aporta algo que no tenemos.
Martín: En ese sentido, no estamos cerrados. El tema de las colaboraciones como una unión de fuerzas, que es lo que se entiende ahora, nos puede molar un poco y a veces lo hacemos. Sin embargo, en los discos, nos gusta hacernos a nosotros mismos. Es una decisión que tomamos en su momento; eso sí, no estamos cerrados a cambiar, pero tampoco nos sentimos incómodos siguiendo esta forma de trabajar.
Al final, el tema de las colaboraciones es un ejercicio que cada vez tiene más importancia, tanto en la industria como en la escena. Puede ser visto como una unión de fuerzas, un win-win, un ejercicio de amistad o un elemento para generar expectación.
Martín: Sí, sí, es normal. Hay muchos criterios y todos son legítimos. Evidentemente, cuando estás sacando un disco, quieres generar la mayor atención posible.
Diego: El single, por lo general, es la canción del álbum que es la declaración de intenciones. Es el gancho para atraer a la peña. Entiendo que si tienes una colaboración de la talla de Beck, como las Hinds, pues, obviamente, la sacas.
Martín: Hay muchas maneras de elegir un single. Nosotros decidimos optar por «Elige tu propia aventura» porque es una de las mejores del disco e introduce la idea de que Carolina Durante va a cambiar de sonido. Te mete vientos y el estribillo es un lick de trompeta. Existen muchos criterios a la hora de seleccionar singles. Si hubiéramos elegido “Normal” o “Misil”, se vería más como un disco continuista de Carolina Durante, al menos al principio.
En unos meses comienza la gira, y otro elemento innovador es que en menos de dos meses ofreceréis hasta doce conciertos. Un ejercicio que, en otras ocasiones, habéis preferido estirar durante más tiempo. ¿Cómo lo estáis planteando?, ¿vamos a encontrar algo diferente en el WiZink Center del 2025?
Diego: Estamos montando un circo cojonudo.
Martín: Llevamos muchos meses trabajando con otro guitarrista, Julen, que estuvo en los conciertos de mayo y junio de «Elige tu propia aventura», y vamos a meter a otro músico. Vamos a ir a muerte. Queremos tocar mejor que nunca y hacerlo todo mejor.
Diego: Va a haber show. Hasta ahora era: ‘Vamos a demostrar que somos nosotros cuatro y un telón de fondo que ponga Carolina Durante y pista’. Ahora va a ser como: ‘Vale, vamos a meter todo lo que podamos.’.
Martín: Y nos estamos dando libertad para alterar temas, alargarlos, cerrarlos. Nos dimos cuenta, cuando dimos el concierto de San Isidro, que nos mola tener juguetes en el escenario, nos divierte. Queremos ofrecer algo diferente y pasárnoslo mejor.
Yo cubrí vuestro último concierto en el WiZink y también estuve como espectador en el de San Isidro. Este último me pareció una auténtica locura en todos los sentidos.
Diego: Nos mola hacer el chorra.
Martín: Y está bien, porque nos motivamos. Nuestro punto fuerte es que tenemos un directo muy potente, y si añadimos cosas, creo que lo va a hacer mejor. Lo va a hacer más divertido. Antes comentaba que yo siento una gran responsabilidad a la hora de hacer un álbum; en la hora de girar, creo que es el momento de pasarlo bien.
Escucha Carolina Durante – Elige tu propia aventura