Father John Misty – Pure Comedy ([PIAS])
Lo último que supimos de Josh Tillman y Father John Misty en 2016 fue aquella canción que presuntamente había escrito para Lady Gaga y que, en un nuevo acto de imprevisibilidad artística, se había quedado para sí. Para sí y, aparentemente, para nada más, porque “Real love baby” se quedó en single solitario y no aparece en su nuevo disco; no es sorpresa, él mismo lo anunció en su cuenta de Twitter antes de cerrarla. Las colaboraciones con Lady Gaga, Beyoncé o The Avalanches quedaron en el anecdotario de 2016, el año de barbecho de Father John Misty después de un 2015 al que le exprimió hasta la última gota de jugo con el sublime I Love You, Honeybear.
No podemos culpar a Tillman por moverse al ritmo de su excentricidad; sin ella, sus anteriores dos discos se habrían quedado en ligeras variaciones de lo establecido. En su pecado no está tanto su penitencia como su propia virtud. Su acidez, su sarcasmo, su agresivo sentido del humor y de la vida, su desmedida pasión por sí mismo… son, todos, elementos circunstanciales que giran alrededor del verdadero objeto directo: el talento competitivo e interpretativo de Father John Misty. En Pure Comedy, Tillman no renuncia a ninguna de las características que definen su breve y apasionada discografía. Sí renuncia, sin embargo, a la contención, tanto en la forma como en el fondo; nada frenó el disco en su concepción, y nada lo contuvo tampoco a la hora de desarrollarlo.
Asistido otra vez, como en sus dos anteriores referencias, por las sabias manos de Jonathan Wilson en la producción, Tillman vuelve a fluir en lo barroco. Su idea inicial, la de crear una especie de ópera rock alrededor de una especie con sólo la mitad del cerebro y cuya supervivencia depende de la ironía, hace que Pure Comedy carezca de la voluptuosidad romántica que emanaba su predecesor; lo cual no significa, por otro lado, que el disco no posea la fantástica afectación del cantante que se arrodilla a la más mínima ocasión. No existe el erotismo en los coros de “When you’re smiling and astride me” ni el sentimentalismo de estallido formal de “I love you, honeybear”, no de forma evidente, pero sí en su esencia: reside en el tuétano de la interpretación de Tillman y la brillante balada que abre el disco es la mejor prueba de ello.
“Pure comedy”, el primer single deslizado de su tercer disco, es una balada que se extiende hasta los casi seis minutos y medio; un camino siempre ascendente en busca del clímax de una historia en la que Tillman presenta la tragedia de unos hombres con el cerebro demasiado grande para las caderas de sus madres, atrapados en sus propias creencias y en una religión construida a partir de las tesis de misóginos epilépticos. Tal vez mantenga las formas hasta cierto punto, pero es evidente que Father John Misty va más allá con este disco de lo que había ido hasta ahora con ningún otro; el cierto punto lo marcan los límites de “Leaving L.A.”, una canción de trece minutos cuyo mayor error no es su duración, sino la excesiva confianza de Tillman en su interpretación a la hora de ofrecer algo tan previsible durante tanto tiempo. Hasta entonces, “Total entertainment forever” y, sobre todo, “Things it would have been helpful to know before the revolution” y “Ballad of the dying man” (esos coros gospel) ofrecen la mejor -y más continuista-medida del disco.
Pure Comedy es la colección más larga de Father John Misty; no tanto porque, además de los trece minutos de “Leaving L.A.”, hacia el final aparezca «So I’m growing old on magic mountain” con diez minutos, sino porque el disco contiene en sí las canciones más largas del músico. Esa segunda mitad manifiesta la brillante producción, que vuelve a poner al barroquismo de coros y cuerdas al servicio de la brillante interpretación de Tillman. La mejor prueba de ello es “A bigger paper bag” y “The memo”, junto a los arreglos sureños que Jonathan Wilson le da a la preciosa “Smoochie” antes de que el disco languidezca. Father John Misty en su condición más pura.
Me ha parecido algo denso hasta que por fin le he pillado el punto
Muchas ganas de oírlo!!!
Enorme discazo, y van tres. Este tío es un gigante de la música actual.