Ghost Cauldron – Invent modest fires (K7)
En la actual lucha por conseguir la unión perfecta entre los sonidos más contemporáneos y todo tipo de estilos, donde casi todos los intentos se resumen en añadir bases de hip hop a cualquier cosa, Ghost Cauldron han ganado la partida. Al menos, por ahora.
El primer álbum del proyecto paralelo del líder de Terranova, DJ Kaos, (junto con CE.EL. ) es un compendio del mestizaje que vive la música y un ejemplo a seguir del modo de hacerlo. Quizás, los cimientos de un nuevo estilo, fruto de la suma de otros muchos.
Esa obsesión de los grandes del hip hop actual (RJD2, por ejemplo) por las bandas sonoras se refleja en esa magnífica introducción que es “Fire walk with me”, con referencia a la película de David Lynch tanto en el título como en el sonido. El testigo lo recoje Priest, de Anti Pop Consortium, que le pone el flow a “Only at night”, una continuación rapeada de su predecesora. Anti Pop Consortium, esta vez al completo, también aparecen en “Fear”, que más que dar miedo, atrae hipnóticamente. El gusto por las bandas sonoras –o la música clásica del Siglo XXI- también está bien presente en “Look back see forward”, con un talante entre apoteósico y apocalíptico.
La otra voz de la calle la pone Apani B Fly, una de las féminas más importantes del hip hop actual, en “Whole World”, otra lección maestra de hacia dónde camina la que era música de reivindicación negra hace ya demasiado tiempo.
Los momentos que más flojean, si soy capaz de conjugar este verbo en relación al magnífico disco que han construido Ghost Cauldron, está en la participación de Nick Taylor en “See what I’ve become” y “Right now”, dos acercamientos al acabado brit-pop, que casi suenan más como intento de resurrección.
Pero si a estas alturas todavía existen duda del dominio de DJ Kaos por los distintos estilos, sólo hay que echar un vistazo al rock estilo Hendrix y los grupos de los 70 de “Garage beat” o “Calming down” o a esa “Midnight vapor”, con un irresistible sabor a la rancia Europa del Este. Y aún nos quedan, “Rush nowhere” con un lado más electrónico y techno a lo Underworld o “Death before disco” y “Vortex”, cuya base vocal, la frase “Qué calor en la discoteca”, lo dice todo. Estas dos últimas más cerca de Kraftwerk.