GospelbeacH – Let It Burn (Alive Natural Sound)
Brent Rademaker no tiene absolutamente nada ya que demostrar, pero sigue empeñado en hacer las cosas bien. Le avalan tanto su pasado al frente de los añorados Beachwood Sparks, banda con la que se anticipó a toda la moda de la americana, como dos discos en solitario incontestables, en que amplió bastante la paleta estilística que cultivaba con su banda.
Este que nos ocupa es el que hace tres en su carrera en solitario. Lamentablemente, viene marcado de antemano por un hecho trágico: Neal Casal, su colaborador desde los inicios de esta aventura y responsable de la excelsa guitarra solista que suena tanto en estas, como en las canciones del primer lp, Pacific Surf Line, firma con este Let It Burn su canto del cisne, tras su suicidio hace escasos dos meses. Su presencia tanto en esta como en otras bandas (Chris Robinson Brotherhood) y sus discos en solitario serán rabiosamente echados de menos por la no escasa afición del rock con raíz, pero así es la vida y al menos, tenemos con esta una última y preciosa colección de arreglos musicales a su cargo.
Al fin y al cabo, Rademaker tiene en su mano la habilidad de mostrarnos a través de sus canciones toda ese pantone de colores que asoman por la música hecha en California, su tierra, desde los sesenta a los ochenta del siglo pasado. Qué limitado, dirán algunos, pero de alguna forma se las arregla para que toda esa influencia de Eagles, Brian Wilson o Fleetwood Mac irrumpa de forma atemporal en nuestro entendimiento, a través de sonidos cristalinos que poco importa de dónde provienen, simplemente piden a gritos su disfrute.
Discos como este, hacen que todos aquellos que echamos muchísimo de menos al rubiales de Tom Petty y sus discos sinceros, eruditos y extremadamente cuidados, tengamos un consuelo que no esperábamos. Y no es que Rademaker le imite, es simplemente que ambos tienen el mismo halo de viejos amigos que en lugar de tomarse una cerveza con nosotros nos regalan un paquete de buenas canciones, de esas que queremos escuchar hasta caer rendidos. Ese tipo de músicos que caen simpáticos a la primera, cambien o no la faz de la música. Qué más dará…
Sí, qué más dará la trascendencia para el empuje de algo tan inerte como el pop, cuando uno tiene piedras preciosas como la saltarina “Unswung”, el himno rock “Nothing Ever Changes” (que precisamente habla de la circularidad de este tipo de música) o la perfección melódica de su apertura, un “Bad habits” que uno jamás se cansaría de escuchar. Todas hacen de este un disco superlativo y necesario para aquellos capaces de disfrutar, sin más pretensiones, de algo bien hecho a la manera de siempre.
Escucha GospelbeacH – Let It Burn