Hurricane #1 – Find What You Love And Let It Kill You (Tapete Records)
Hurricane #1 fue la banda fundada por el guitarrista y compositor Andy Bell tras la disolución de Ride, antes de pasar a formar parte de Oasis y posteriormente Beady Eye. Surgido al rebufo de los años dorados del Britpop, el cuarteto disfrutó del moderado éxito cosechado por su debut homónimo en 1997, en el que se incluían un par de singles tan bien parecidos como “Just Another Illusion” y sobre todo “Step Into My World”.
Apurando el cambio de siglo la formación publicó sin pena ni gloria Only The Strongest Will Survive (1999), para regresar a escena más de una década después bajo el liderazgo del vocalista Alex Lowe y después de que Bell decidiese no formar parte de esta nueva etapa. Llegados a este punto los británicos presentan su último trabajo ante todo el escepticismo del mundo, si bien su fichaje por una escudería tan fiable como la alemana Tapete aportaba cierto optimismo al movimiento.
Un halo positivista que crece esplendorosamente tras comprobar que Find What You Love And Let It Kill You (2015) es un álbum ampliamente convincente y agradable, incluyendo una serie casi ininterrumpida de canciones donde la melodía brilla con luz propia. Mayoría, por tanto, de composiciones redondas que destilan la esencia básica del pop y presentan grandes estribillos a la antigua usanza. El combo rememora así el exquisito trato que colegas más o menos coetáneos como Cotton Mother, The La’s, Travis, Teenage Fanclub, The Boo Radleys o Cast supieron dar a su obra partiendo de Faces, The Beatles, Big Star o The Kinks.
Son preciosos cortes como “Best Is Yet to Come”, “Crash”, el sencillo “Think Of The Sunshine”, “Has It Begun (Imitating Life)” o la excepcional “Round In Circles”, todas ellas de evidente regusto a Britpop pero en realidad dotadas con cualidades atemporales. Seguramente la tendencia motivará la indiferencia generalizada ante el presente lanzamiento, pero la satisfacción personal de haber vuelto (contra todo pronóstico) con una bonita obra bajo el brazo ya no se la quita nadie. Bien por ellos.
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