J – Plena Pausa (El Ejército Rojo)
El verano de 2021, el Ministerio de Cultura y Deporte a través de la Filmoteca Española, comunicó la adquisición de “uno de los archivos personales más potentes en el contexto cinematográfico de la segunda mitad del siglo XX”, el del polifacético cineasta y diseñador donostiarra Iván Zulueta. Cinco horas de ese material inédito, documentos personales y familiares -en su mayoría mudos- cayeron en manos de J con el encargo de musicarlo para unas presentaciones en el emblemático Cine Doré, sala de exhibiciones de la Filmoteca. El resultado de ese trabajo y su plasmación en disco ve estos días la luz, con la aportación del también diseñador e ilustrador Javier Aramburu, habitual encargado de la imagen gráfica de Los Planetas y algunos de sus satélites, que aquí se une al homenaje trazando su habitual ingenio y buen gusto.
Plena Pausa llega con diez canciones en su versión CD y LP, y cinco más en un DVD en el que podemos escucharlas acompañando a esas películas hasta ahora nunca vistas. Un álbum en el que los mundos de Zulueta y J convergen en sus muchos puntos comunes, con la Factory de Andy Warhol como el más evidente. Es de sobra conocida la faceta del granadino para tomar de aquí y de allá para construir los universos de su lírica, que en esta ocasión se desborda. Como reza el libreto interior «Este trabajo contiene citas e inspiraciones de muchos artistas, entre ellos Lou Reed, Family, The Jesus and Mary Chain, Indio Solari, Enrique Morente, Antonio Mairena, Yung Beef, Nena Daconte, El Chaqueta, The Beatles, Joy Division, Juanito Valderrama, 091, Iván Zulueta, Pale Saints, The Triffids, Scott Walker, Ennio Morricone, Phosphorescent, Carlos Berlanga, Los Planetas…» lo que nos deja pistas para que vayamos descubriendo cada una de ellas como si de easter eggs se tratara, conformando un ideario donde cada reconocible guiño y cada rincón, están justificados.
Para su grabación, J cuenta con la participación buen número de colaboradores, entre quienes destacan la guitarrista y cantante argentina Natalia Drago, el bajista Miguel López (Los Planetas, Grupo de Expertos Solynieve), los teclados de Miguel Martín, la batería de Roberto Escudero, y el refuerzo a la guitarra de David Rodríguez (La Estrella de David) y Jaime Stinus, miembro de Brakaman, grupo de Borja Zulueta, hermano de Iván. Una nueva conexión para un álbum en el que se funden el cine de Zulueta con el habitual imaginario planetario y todas esas referencias antes citadas.
Space rock, shoegaze, posos flamencos o los omnipresentes The Velvet Underground, barnizan unos temas que bien podrían formar parte de cualquier disco de Los Planetas más accesibles e inspirados. Imposible no recordarles en el pop melancólico de «Natalia dice», el costumbrismo de «Arrebato (un buen día para Iván)» donde asoman ecos de de «Un buen día», o en una «Tormenta eléctrica» en la que como en sus comienzos, se mira sin disimulo a The Jesus & Mary Chain en lo sonoro y en la letra («y por eso soy feliz cuando empieza a diluviar»). Versiona a sus venerados Spacemen 3 en dos de sus cortes, a esos que decían aquello de Taking Drugs to Make Music to Take Drugs To, filosofía que vuelve a conectar a Zulueta/J y que resuena en la lisérgica «Amén» y en los crescendos de «Jaleo en la calle». Mientras que la raíz andaluza se manifiesta en las «Soleares del loco», himno casi quijotesco para retratar al homenajeado y homenajeador (locos a contracorriente), y en las «Romeras de Betty Boo», canción de amor apoyada en un palo flamenco, engalanada con guitarras envolventes.
Unas composiciones que crecen en su formato visual, aportando el aroma de otro tiempo, e incluyendo regalos como el cover a Kraftwerk en «Luces de neón» o el acercamiento a los Family de Aramburu en la emocionante parte final de una «Fandangos de rascacielos» que termina fundiéndose con «Walk on the wild side» de Lou Reed. Una plena pausa que no solo brinda por Zulueta, sino que expande los sentidos de cualquier melómano, premia a los amantes del formato físico (no está en plataformas), y constata por qué J continúa siendo una de las mentes más inquietas, lúcidas y necesarias de nuestro tiempo.