José Luis Morán
Estamos trabajando para que el año que viene haya un FIB gemelo en el norte de España
Entre los días 19 y 22 de julio se celebrará la décimo tercera edición del Festival Internacional de Benicàssim, que se ha convertido, por derecho propio, en una de las citas clave del calendario musical de nuestro país. Nos reunimos en las oficinas de Maraworld en Madrid con uno de los padres de la criatura, José Luis Morán, con quien estuvimos hablando de todo cuanto rodea al festival, repasando el cartel, la competencia con otros festivales, los cambios políticos y sus futuros planes, entre otros temas.
Este año parece que ha sido el año de mayor competencia entre los distintos festivales ¿Ha sido también el año más complicado a la hora de configurar el cartel?
No sé si el más difícil. Creo que ha habido años más complicados. Ha sido más difícil que el pasado, quizás. Sí es cierto que la llegada del Summercase con una propuesta muy agresiva a la hora de contratar, unido a que este año hay una serie de artistas que por circunstancias no giran y algunos que previsiblemente iban a estar ahí, al final no lo han estado, como el caso de Radiohead o de Björk, que al final hace una gira con otro tipo de concepto, nos ha dejado con muy pocos artistas donde pelear. Yo creo que en un año normal no hubiera sido tan dramático, aunque quizá la palabra dramática sea excesiva. Sí hemos encontrado más problemas en los headliners, porque no hay en el mercado. Nos hemos encontrado con unos Smashing Pumpkins que giran muy temprano, con unos White Stripes que terminan la gira también… Uno mira el circuito internacional y no ve mucho más. Beastie Boys es quizás es el único grupo, y luego están Arctic Monkeys y Muse en los grandes festivales. Ha habido mucha competencia. Yo creo que luego a nivel de artistas de segunda línea, que es lo que hace más fuerte y más sólido un cartel, sí que estamos muy contentos, al margen de alguna cosa que se nos haya podido escapar. Creo que es el año más sólido de artistas de segunda línea, que creo que al final son los que más motivan a al gente ententida y a la gente del festival. Al final yo creo que la gente recuerda más el pequeño concierto que dio Yann Tiersen…
El año pasado valorabais el cambio de fechas como un éxito absoluto en cuanto a público. ¿Este año, recrudeciéndose la competencia con el Summercase, mantenéis que las fechas son las mejores?
No, yo creo que la fecha es buena. Agosto es una fecha muy peligrosa porque coincide que todas las bandas se van al mercado asiático; Japón normalmente, pero también Australia, que está comenzando a tener festivales importantes, y a partir de la tercera semana de julio está el mercado americano, hasta que los grupos vuelven a hacer Reading y Leeds. El problema es que no hay artistas porque están grabando o no hacen gira; yo creo que el año que viene va a ser mejor. Si coges los carteles de los principales festivales, vas a ver que están los que están, salvo si quitamos a Coachella -que es un caso aparte porque es un mercado americano, es muy temprano y en muy pocos años se ha convertido el festival más interesante del mundo- y si quitamos Glastonbury -que es otra división- yo creo que el resto de festivales estamos más o menos en la misma onda.
Así como antes parecía que había un pique entre el Primavera Sound y FIB, parece que el Summercase se ha convertido en el enemigo común por la forma de contratar y porque ha elevado mucho el precio del mercado. ¿Esto no perjudicará a las giras de invierno de los grupos?
Habría que hacer una reflexión más profunda sobre qué está pasando en el mundo de la industria musical internacional y luego qué pasa aquí en España concretamente. Yo no considero al Summercase un enemigo, creo que es un competidor. Creo que además está utilizando una estrategia que es muy libre de hacerla, pero no la comparto porque esa agresividad está haciendo que haya unos precios descabellados, porque al final perdemos todos; perdemos nosotros los promotores, pero también el público porque nos obliga a elevar el precio. Si te digo que estamos sobrepagando un 30% el caché del artista, igual me quedo corto. Realmente esta competencia tan feroz que hay ahora mismo aquí en España está provocando que perdamos todos.
Luego, es evidente que hay ciertas reticencias cuando alguien empieza y se introduce en un mercado en el que uno más o menos se está sintiendo cómodo, siempre te desajusta un poquito. Hace tiempo que ya me lo tomo deportivamente. Sé que el festival tiene que mirar sus objetivos, es el que está posicionado en mejor lugar, es el que da primero y ellos vienen detrás, y vienen copiando prácticamente muchas de las cosas que venimos haciendo. Y es literal, es copiando. Nosotros sacamos un producto a la venta y ellos al año siguiente, nosotros hacemos algo y ellos lo hacen al año siguiente. Ésa es la ventaja del líder, en cualquier sector; estás posicionado en primer lugar y el que viene detrás viene con las ideas un poco ya alteradas porque hay alguien delante que está marcando una pauta, se aprovecha de ello y de lo mejor, en algunos casos. Nuestro objetivo es centrarnos en nosotros mismos.
Creo que además esto es un momento coyuntural, que dentro de unos años se asentará todo esto, y cuando deje de haber tanto apoyo por parte de las distribuciones, esto se asentará un poco y seguirán funcionando los festivales que hagan proyectos sólidos. Nosotros ahora mismo vendemos muchas entradas fuera de España y eso nos da tranquilidad. Al margen de esto, creo que la gente de Sinnamon está haciendo un buen trabajo. Llevan tiempo trabajando y lo están haciendo bien, a su manera, pero sólo hay que ver el cartel de este año, que es muy buen cartel.
¿Crees que hay espacio para tantos festivales o está saturado el mercado español?
Yo creo que hay más oferta que demanda. Estamos en un proceso de educación. El concepto de festival de hace unos años era el de unos rayados que iban a emborracharse o a drogarse y a escuchar música, a pasar a ser reconocidos ya y apoyados por las instituciones públicas, que es quien parece que te da el sello. Ahora se está percibiendo más como un acontecimiento social y cultural, por lo tanto en el momento en que nosotros mejoremos nuestras infraestructuras seremos una oferta de ocio clara como puede ser cualquier otro evento. En ese sentido, si conseguimos optimizar la calidad, habrá muchos festivales en España porque habremos educado también a la gente. España es un público al que le gusta la fiesta, divertirnos, salir por la noche, llegar tarde a casa y eso son valores que en otros lugares no existen. En Inglaterra, por normativa, por educación, por cultura a la 1.30 está terminado. Cerrar un festival a las 8 de la mañana es inaudito. Si mejoramos en infraestructuras y en calidad, tendremos lo otro, que es el público. Hay una labor de educación que se está produciendo, pero en unos años caerán algunos, aunque creo que hay mucho futuro para los festivales en España. Creo que esto está sólo comenzando.
Hablando de infraestructuras…¿qué mejoras o reformas os planteáis en cuanto al recinto? ¿Habrá ampliaciones de cara a futuras ediciones?
Estamos mejorando ya este año un poco para ganar algo de espacio tanto en la zona de conciertos como en la zona de acampada. Vamos a modificar un poco los escenarios, vamos a ganar más espacio para que el público esté más cómodo. Este es el primer paso de dos o tres pasos, pero vamos a ver si podemos montar lo que nos queda en el próximo o tenemos que hacerlo en dos o tres años más. Todo forma parte de un proyecto en el cual vamos a ganar más espacio en la zona del Escenario Verde para ganar algo más de capacidad de aforo, se retranquea el escenario. Eso será en un segundo paso, y conseguir llegar a 45.000 espectadores que es un poco la cifra que nos hemos marcado y que creemos que es factible dentro de de unos márgenes de comodidad lógicas para el público y también con capacidad para absorber el propio pueblo. No olvidemos que no podemos crear un evento que el propio pueblo no pueda abosberlo, a nivel de hoteles está desbordado, pero a nivel de acceso en coche, tren, autobuses, restaurantes, etc. Tenemos que ir creciendo moderadamente y tomándole la medida exacta para no meter la pata. Entonces este año se ha incrementado en 3.000 el número de abonos que se han puesto a la venta, para pasar a un segundo año donde incrementaríamos en otros 3.000-4.000, y un tercero con otros 3.000-4.000 hasta llegar a estos 45.000 que es un poco el objetivo del festival.
Comentabas hace un momento el trabajo con las intituciones, y en Benicàssim ha habido cambio político el pasado 27M, haciéndose con la alcaldía el candidato del PSOE, Francesc Colomer, que fue quien recibió el festival. ¿Cómo valoráis en el FIB este cambio político?
Habrá que darle un voto de confianza. Si bien, políticamente nos podemos sentir más cercanos a un alcalde socialista, por el tipo de evento que realizamos, es cierto que al final lo que cuenta no son sólo las siglas políticas sino también la actitud del equipo de gobierno que esté detrás. Yo confío en que tanto Francesc, que será presumiblemente el nuevo alcalde, como su equipo, sean conscientes de lo importante que tiene el festival, de la envergadura que tiene y nos apoyen en consecuencia. También hay un problema que lo vamos a percibir, y es que en la Generalitat está el PP, en la Diputación está el PP y en el Ayuntamiento está el PSOE, por lo tanto las ayudas que de una forma lógica tendrían que ir, en alguno de estos dos estamentos se pueden frenar, o puden no apoyar de la forma que lo están haciendo y, por consiguiente, repercutir en el apoyo del ayuntamiento. De todas formas, es un poco pronto para ver qué pasa. Este año posiblemente no notaremos ningún cambio porque no dará tiempo a que se posicionen y empiecen a desplegar su política con el festival, pero voy a esperar a ver qué pasa y confío en que no pase nada, pero me temo que en algunos aspectos sí que lo vamos a notar.
El año pasado Vince Power entró a formar parte de Maraworld, ¿en qué está consiguiendo su labor y en qué se está notando?
Yo creo que se le dio demasiado bombo a un hecho insignificante. Salió en prensa y se hizo una gran bola. La llegada de Vince es porque él vende sus acciones de Mean Fiddler y no puede trabajar en el mercado inglés. Nos conocíamos desde hace unos años y le apetecía formar parte del proyecto de Benicàssim porque le gustaba mucho, es uno de los festivales que gozan de mejor reputación. Su intención era participar en unl proyecto, que es una sociedad anónima que se llama Maraworld, que tiene unas acciones, adquiere unas acciones y su dedicación en este proyecto es meramente consultoría. Él aporta su experiencia, su bagaje, abre las puertas en Inglaterra y nos da su opinión a nivel globlal, pero el desarrollo del festival sigue estando en nuestras manos. Nosotros somos los que tomamos las decisiones.
Sería ilógico, por otra parte, que alguien que llega a un mercado extranjero, que no sabe muy bien qué pasa en él, que no sabe muy bien cómo moverse, fuera el nuevo director del proyecto que funciona. No tendría ningún sentido. Se le ha dado más cancha del que en realidad tiene. No deja de ser un nuevo socio de una sociedad que desarrolla el Festival de Benicàssim, pero que también está en otros proyectos. Como te digo, es más una labor de consultoría y de apoyo que de otra cosa. No en vano, también lleva treinta años en el mundo de la música y es un peso pesado dentro de la industria inglesa, y su experiencia hay que aprovecharla, por supuesto.
Otro de los proyectos que estáis desarrollando es la Ciudad de la Música. ¿En qué va a consistir?
La ciudad de la música es un proyecto que está apadrinado por la Generalitat, en concreto por el propio presidente, Francisco Camps, y que va a ser un proyecto muy chulo, que va a constar de infraestructuras suficientes para albergar eventos que vayan desde 3.000 a 45.000 asistentes, que pueda desarrollarse indoor o al aire libre, porque tendrá distintos espacios para hacerlo, y que constará además de salas de ensayo y estudios de grabación. Yo creo que esto es un punto muy importante para Benicàssim, pero también para la industria musical. Habrá un círculo más donde poder desarrollar actividades. Luego dependerá del apoyo institucional para que se desarrollen, y dependerá del interés de ciertos promotores para incluir a Benicàssim dentro del panorama nacional de conciertos, y de la gestión. Maraworld será una de las partes dentro de una especie de consultora a la hora de desarrollar el proyecto. Espero que ahí se puedan grabar buenos discos, que se puedan escuchar buenos directos y hacer eventos diferentes. Ahora mismo, por ejemplo, me viene a la mente el Tanned Tin, que se celebra en Castellón y que bien pudiera trasladarse a Benicàssim. Y eventos de similares características que a lo largo del invierno convocan a 3.000 o 4.000 personas y que podrían desarrollarse. Creo que puede ser interesante para la música y para Benicàssim.
El Primavera Sound dio un paso al frente el año pasado y organizó un festival de invierno, Sinnamon lleva años haciendo el Wintercase y pasó al Summercase. ¿Os planteáis hacer un festival de invierno y/o hacer una segunda fecha en verano en una otra localidad?
Sí, estamos trabajando concretamente en el twin. Era una idea que estaba aparcada desde hace años, tomando como referencia Reading y Leeds, pero la llegada del Summercase nos agita un poquito para ponernos en marcha y a día de hoy te puedo decir que se está trabajando en esa dirección. Por tanto, espero que en unos meses se pueda comunicar que habrá en 2008 un festival, un twin, que coincida con las fechas de Benicàssim.
Y lo de un festival de invierno yo creo que obedecería más a que la Ciudad de la Música viese la luz e igual hacer un evento de invierno en Benicàssim no sería descabellado. A día de hoy estamos más centrados en desarrollar un twin en el norte de España-.
Año a año parece que el público extranjero se va ampliando ¿Cómo afrontáis ese crecimiento que parece que va a más en detrimento del público español?
El festival tiene vocación internacional, no creo en nacionalismos. El festival es abierto y viene quien lo desee. Si lo desea o tiene más capacidad por una cuestión simplemente cultural, el público inglés, el francés o el de Dinamarca compra las entradas con mucha antelación y el público español tiende a comprar las entradas una semana antes, nos encontramos que cuando quieren ir a comprarlas ya no existen. Por lo tanto, tiene que cambiar esta tendencia. Yo este año me siento muy satisfecho porque hemos vendido muchas entradas en España anticipadamente, algo impensable hace dos o tres años.
Por lo tanto, hay una tendencia que no podemos controlar: si alguien quiere comprar una entrada, a pesar de que nosotros controlamos la cantidad de entradas que se venden en cada canal, si yo no me lo puedo comprar en este canal, me voy a este otro. En ese sentido, estoy muy contento de que las entradas se vendan, y sé que alguien que sea capaz de venir desde Inglaterra, desde Alemania o desde Francia va a tener un gusto especial por la música. Esto no es el fútbol, donde vienen hooligans, y ya quedó demostrado el año pasado.
En ese sentido, han aparecido muchas opiniones de que si el festival ya no español, pero el fesitval es de quien venga a divertirse o a disfrutar de la música. Ahora mismo el porcentaje, si bien hace tres o cuatro meses era muy superior el porcentaje extranjero al español, se ha ido compensando, y al final con las entradas de día creo que estaremos más o menos en el resultado del año pasado, un poquito más de público internacional. Estamos entorno al cuarenta, cuarenta y dos por ciento de público internacional, frente a un cincuenta y cinco, cincuenta y seis de público nacional. En las entradas de día es donde se equilibra, si bien el bono está más o menos equilibrado, quizás un poquito más de venta en el extranjero, luego se compensa con la entrada de día. Las cifras serán similares a las del año pasado, un poco mayores de público internacional.
Hablando de “nacionalismos” ¿venden los artistas españoles como para atraer público a un festival como Benicàssim? ¿Os sentís responsables de apoyar la escena española?
Creo que todavía la escena, al menos la que nosotros tocamos, no genera expectación suficiente como para traer al festival. Está el Contempopránea y está genial la labor que hacen. Supone que con tener a Planetas, consiguen llegar a esas 8.000 personas, pero un festival como Benicàssim, donde obliga a un desplazamiento, con unos costes altos, requiere otro tipo de público. Si tuviéramos a artistas que vendieran 200.000 discos sería otro tema, pero Planetas venden 25.000 o 30.000 discos y es el grupo español independiente que más vende. Creo que no hay nadie más, si queremos incluir a Fangoria que es un grupo que está en esa frontera y que puede que venda algo más, pero realmente otros grupos nacionales no podrían convocar a mucho público.
Luego, ¿si nos sentimos responsables de la escena? Yo personalmente no. Creo que el festival ha hecho mucho por la escena y lo sigue haciendo, pero aquí priman también nuestros intereses. Esto no deja de ser una sociedad anónima y se basa en unos objetivos, al margen de que haya pasión, que la hay, y de que haya buenos profesionales, que los hay, pero tenemos que conseguir unos resultados.
Tenemos un concurso de maquetas que hace una labor importante, creo que de las mejores junto a otros concursos de maquetas que se celebran en España. Y luego hay esos catorce o quince grupos todos los años que funcionan. A mi me gustaría tener otros diez, pero a veces te pones a seleccionar y tratas de que haya uno de cada compañía y al final se escapan un montón de grupos. Es una pena. Creo que esa labor creo que corresponde a eventos más pequeños, que no tienen presupuesto para figuras internacional es y por tanto deberían apoyar esta escena. Pero luego ves estos carteles y ves casi los mismos ocho grupos en todos y dices…¡jobar! A nosotros se nos da caña, pero luego la gente de base, los festivales más pequeñitos, que son los que pueden arriesgar, o eventos que están financiados al 100% por ayuntamientos, que no tienen un riesgo económico, tampoco lo hacen.
Me siento satisfecho de la labor que hace el festival . Me comenta la gente de sellos que cuando montan un stand aquí, se nota, porque cuando actúa su grupo igual venden 500, 600 u 800 copias, en algunos casos igual hasta más, lo cual supone el 50% en algunos casos de la venta final del artista, que no es ninguna tontería.
Citabas “vuestros intereses”…se identifica mucho el FIB con los Morán, hay muchas críticas personales dirigidas a vosotros. ¿Cómo lo asumís?
La verdad es que ya ni soy consciente. En su momento cometimos una equivocación, pero fue más de principiante, al no diferenciar Maraworld de los hermanos Morán. Creo que ése fue nuestro error al comienzo y hemos pagado por ello. Desde hace años hemos iniciado una política de no hablar ya de este tema, yo quiero pasar a un segundo plano. De hecho procuro solo hacer entrevistas muy concretas, las otras procuro que las hagan otras personas porque lo importante aquí es el festival y Maraworld.
Sé que vivimos en un país un poco de envidias, aunque no sé si es un país, igual es un planeta, y parece que a veces el éxito ajeno nos duele un poco. Igual porque creemos que podemos hacer eso y no lo hacemos, viene alguien y lo hace. Pero yo hace tiempo que no me molesto. De hecho, no suelo leer muchas críticas, ni buenas ni malas. Vuestra profesión es muy partidista, obedece a intereses muy particulares, y al final no deja de ser la opinión de una persona que estaba ese día, yo que sé, igual se había rebotado con su chica, y al lado había una persona que estaba entusiasmado porque se había comido una pastilla y todo le parecía maravilloso; como eso ya me lo sé, no hago mucho caso a las críticas. Creo que tienen que existir, formáis parte del pastel y tenéis una labor muy importante por divulgar lo que pasa.
Creo que a veces la gente busca polémica, te tiran el anzuelo a ver si picas para seguir generando, si no picas a la segunda vez ya se olvidan de ti. Miguel, mi hermano, ya no hace entrevistas desde hace años y yo estoy empezando a pasarles las entrevistas a otros.
En cuanto a música, pienso que la “clase media” es la mejor de hace años, pero le falta algún cabeza de cartel, no sé si tenéis pensado alguna contratación más.
Estamos trabajando desde hace dos meses para conseguir un artista para el viernes, porque falta. Por lo demás, evidentemente me gustaría contar con alguno más, pero creo que Arctic Monkeys llenan ahora mismo todo y B-52’s es un lujo tenerles, y es uno de los tres shows que van a dar en Europa. Muse, pues podrá ser de nuestro gusto o no, pero es de los pocos artistas que llenan el Palacio de los Deportes. Eso en España lo hacen Coldplay y pocos más. Son artistas de tirón. Necesitamos un artista, no por necesidad de ventas, sino porque creemos que redondearía el cartel. Estamos trabajando en ello. Espero que ocurra algo en los próximos días para poder anunciarlo porque sería un poco la guinda para tener esos tres o cuatro nombres importantes arriba y luego todo el resto de grupos. Vamos a ver qué pasa.
¿Qué es lo que más te gusta del cartel y qué te gustaría ver?
Siempre tengo un montón de cosas que ver. Es difícil. Obviando un poco las cosas más típicas, por ejemplo a Human League no los he visto, lo cual tiene delito, pero es así. Me apetece ver a Two Lone Swordsmen, Rapture, Klaxons, Magic Numbers, B-52’s, Hives, UNKLE, CSS…a Antony y a Rufus hay que verlos por obligación. Luego quiero ver a Os Mutantes…Jamie T, Patrick Wolf.
Llevar a Kiko Veneno ha sido una decisión valiente y arriesgada, rompe la idiosincrasia del festival.
No te creas, ha generado también diversidad de opiniones aquí dentro. Si bien todo el mundo reconoce la labor de Kiko, no tenemos claro que fuera oportuno dar ese paso, pero al final hemos pensado que es un apéndice más del festival. El festival ha demostrado una trayectoria y un artista como Kiko Veneno no puede adulterar este espíritu.
Nos parecía que 30 años del disco de Veneno, un show que inicialmente iba a ser Kiko y Raimundo Amador, los dos con guitarra y una caja, haciendo un repaso en versión con mucha raíz de estos temas, nos parecía cojonudo, nos parecía un homenaje. De hecho, tú coges a la mayoría de los artistas, incluidos Planetas, y se quitan el sombrero, osea que no estamos hablando de algo extrañísimo. Lo que pasa que, claro, sabíamos que tenía su riesgo, pero a mi me parece que va a ser un show súper especial. Dos guitarras en un escenario, al final viene Raúl, el hijo de Martirio, que es un guitarrista también muy conocido, Kiko tocando también la guitarra y una caja. Creo que quien pueda verlo, lo va a flipar, lo conozca o no lo conozca, porque habrá mucha gente joven que Kiko le sonará a su padre o incluso más. Fue una decisión rara.
Y luego la de Os Mutantes. Qué podemos decir, es un grupo de arriba abajo que nunca han estado en España y nos parecía un guiño al festival. Luego la verdad es que se han mezclado Os Mutantes y Kiko y quizás han sido dos. En principio sólo pensábamos hacer Os Mutantes y luego surgió la oportunidad de hacer lo de Kiko con Raimundo, nos pareció también muy chulo. Raimundo había estado con Björk, esperábamos contar con Björk en su momento, pero es que ahora se ve así, pero en su momento, cuando se originó todo y se enlazaba una cosa con la otra pues tenía quizás más sentido. Luego claro, esto tampoco se lo puedes contar a la gente porque no tienes la oportunidad de decírselo.
De cara a próximos años, artistas que han estado siempre ahí, Tom Waits, R.E.M., incluso Bob Dylan…
…y Neil Young y hasta el mismísimo David Bowie. Nos encantaría. Se intenta todos los años, lo que pasa que no es fácil pillarlos porque no hacen giras, porque son carísimos y porque la mayoría de ellos tienen promotor local, que es quien los ha traído desde hace veinte años, y esto se respeta mucho. Entonces entras en negociaciones con terceros y al final si hay voluntad por parte de este promotor, se puede conseguir, y a veces no se consigue. Pero desde luego lo intentamos cada año. Todos los que hemos nombrado, llevamos años intentándolo y algún año tiene que caer. Yo espero que el año que viene haya una sorpresa, de hecho con uno de ellos se está trabajando ya y estamos intentando que la gira del año que viene coincida con el festival, aunque haga más fechas en España, porque esto es inevitable, pero que una de las fechas sea Benicàssim.