Libro: Apriétame más fuerte: el año que Mónica Naranjo desató a un millón de chonis, maricas y marujas (Lengua de Trapo)
Acordarse de Mónica Naranjo es, a la par que dar su lugar a una artista importante en el pop comercial hispano, un gesto bastante provocativo por parte de su autor, Juan Sanguino. Digo provocador, porque la artista catalana siempre ha sido un “guilty pleasure” para mucha gente que no la reivindicaba por miedo al descrédito de la oficialidad del “buen gusto”.
Así que bienvenido sea este fantástico ensayo cuyo título es además de divertido, muy elocuente con los hechos que narra. En Apriétame más fuerte: el año que Mónica Naranjo desató a un millón de chonis, maricas y marujas (Lengua de Trapo, 2023) el autor hace un recorrido minucioso -quizás en exceso, lo digo por cierta sensación reiteración sobre algunos puntos ya subrayados- por el boom mediático que supuso Palabra De Mujer (1997), y de cómo la figura de Mónica Naranjo impuso -sin ella en un principio insinuarlo- una nueva forma de crear música mainstream con una potente puesta en escena que fue del todo revolucionaria para los cánones de las radiofórmulas y las televisiones.
Sanguino, en la introducción del ensayo, aclara que es fan de Mónica, y que verla en Almendralejo en 1998 le hizo estallar la cabeza. Sus esquemas mentales sobre lo que era la música española del momento y su representación en un escenario cambió por completo ante su estupefacta mirada que no podía despegarse de un cuerpo y una voz que performaban un espectáculo visceral, dramático, casi kamikaze.
La historia es conocida por (casi) todos. Nuestra protagonista debuta con su disco homónimo en 1994, y tras el fracaso comercial decide irse a Méjico a buscar fortuna. Allí triunfa de forma descomunal y vende discos como churros. Los de Sony no quieren perder un filón tan crematístico, y un directivo la llama para que vuelva a España. Ella regresa, y le prometen libertad absoluta y un mayor presupuesto. De la mano de Cristóbal Sansano en la composición, las letras de José María Navarro, y del vestuario del diseñador Chaumen, acometen Palabra de Mujer como un disco continuista del primero, pero las canciones esta vez sí calaron en la sociedad española que, por aquella época, apostaba por artistas homologables al canon de yernos perfectos: Alejandro Sanz, Tontxu, Ismael Serrano… o mujeres que eran fáciles de moldear como Marta Sánchez, Ella Baila Sola, etc.
Un momento clave para Mónica fue su aparición en el programa Sorpresa, Sorpresa que presentaba Isabel Gemio. Tal y como indica el autor, la puesta en escena fue audaz, con una estrella que venía a reivindicar su lugar: vestida cual Safo estilo John Waters, interpretó “Desátame” con una visceralidad que dejo prendado al director del programa y a la audiencia.
Y es que la rabia, la teatralidad coplera, y su voz siempre al borde histrionismo hizo que el colectivo gay la acogiera, y se resignificaran las letras de sus canciones. La música pop es, en definitiva, un lenguaje de signos que significan a una comunidad, y ese estilo entre la copla, el eurobeat, Camela, y la canción melódica caló en la narrativa LGTBI, en las chonis de barrio, y en las marujas que quedaban para tomar café y explicarse las nuevas novedades del vecindario.
Este libro viene a reivindicar a una mujer que con un disco elevó el pop comercial más arriesgado a cotas inimaginables en los noventa. No sólo eso, Mónica Naranjo era un alma descarriada, que decía lo que le salía en gana, y apoyó como nadie a las minorías marginadas o mal vistas dándoles el lugar que se merecían en su fandom.
Puedes comprar el libro Apriétame más fuerte: el año que Mónica Naranjo desató a un millón de chonis, maricas y marujas – Juan Sanguino (Lengua de Trapo) en la web de su editorial.