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Libro: Este grupo se llama R.E.M. (Contra)

Pocos, poquísimos grupos se me ocurren que despierten el consenso generalizado hacia la validez de su obra como R.E.M. Durante los días en que se ha extendido mi lectura de Este grupo se llama R.E.M., la biografía de Peter Ames Carlin que acaba de llegar a nuestras librerías, he ido preguntando por ellos a prácticamente todo el que se ha cruzado en mi camino y no he oído una palabra mala hacia ellos. Cada uno tiene su disco favorito, su etapa predilecta, su canción fetiche igual que todos tenemos algún álbum (o varios) con el que no podemos, pero la palabra que resume el sentir general hacia el cuarteto de Athens sería “respeto”.

Y dado el nivel de popularidad que alcanzaron, la brutal exposición pública y universal de sus canciones y la longevidad de su carrera me parece un hito al alcance de unos pocos elegidos que caben en los dedos de una mano. Pero ¿qué es lo que hizo tan diferente a R.E.M. de los demás? ¿Dónde reside su misterio? Una vez leídas las casi 500 páginas del volumen que nos ocupa creo que la respuesta sería una mezcla de talento, trabajo, integridad artística y capacidad de adaptación (incluyendo la contradicción), con una carrera labrada entre la carretera y el estudio durante sus años de crecimiento en permanente búsqueda de la no repetición, incluyendo su capitulación final en una etapa de concesiones de cara a su público que sabemos a ciencia cierta que no tendrá continuidad jamás con una gira de regreso.

Este grupo se llama R.E.M. arranca explicando con todo lujo de detalles los orígenes de sus miembros y sus primeros pasos como banda. Michael Stipe (voz) y Peter Buck (guitarra) se conocen en la tienda de discos en la que trabajaba el segundo en la universitaria ciudad de Athens, Georgia, donde Michael era un brillante estudiante de Arte. En una fiesta, Kathleen O´Brien, amiga de ambos, les presenta a Bill Berry (batería) y Mike Mills (bajo) y aunque en esa primera presentación la química no fluye especialmente, deciden quedar para ensayar y ver qué sucede. Y lo que sucede es que la propia O´Brien les implora para que hagan su primer bolo en su próxima fiesta de cumpleaños y, como suele decirse, el resto es historia.

Una de las partes más interesantes de libro es precisamente el arranque, donde el autor va contextualizando la vida de cada uno de sus integrantes e indagando en sus personalidades y ambiciones. Y esta es una de las mayores virtudes de la obra, hacer apasionante una biografía sobre un grupo tan hermético como los de Athens, siempre dispuestos a mantener su vida personal bajo llave e incluso jugando al despiste respecto a los aspectos más íntimos de sí mismos. Si bien al comienzo de su carrera el cuarteto se dejaba entrevistar por quien tuviera el más mínimo interés en ellos y alternaba con sus fans como si fueran amigos de toda la vida, conforme avanzan en su trayectoria y aumenta su exposición la distancia entre ellos y el mundo empieza a hacerse enorme. Según van concediendo más entrevistas menos ganas tienen de hacerlas y menos luz aportan sus respuestas. Con estos mimbres y teniendo en cuenta que, por supuesto, no han querido ser entrevistados para el libro, la obra se cimenta en la descripción cronológica de los avances musicales y profesionales de la banda como tal, así como en la gestión del estrellato mundial que los miembros de R.E.M. obtuvieron gracias a su trabajo en el estudio y las tablas. Mala gestión, por cierto. Como en tantos casos, se matan a trabajar para conseguir un estatus que luego casi les devora.

Como decía al comienzo, cada fan tiene su era favorita del grupo, pero para todos es un deleite ir recordando cada una de sus etapas, su sólido ascenso al ultra estrellato, el periodo cenital de sus primeros años en Warner así como su dulce pero incuestionable declive hasta convertirse en una banda casi irrelevante, momento en el deciden colgar los bártulos y no estirar el chicle más de lo debido. Momentos capitales en su trayectoria como su cambio desde la independiente I.R.S. hasta la major Warner, la decisión de no salir de gira con sus dos álbumes más exitosos –Out ot time (1991) y Automatic for the people (1992)- y lo que ello supuso, la traumática y mega exitosa gira de Monster en 1995 y, por encima de todo ello, la deserción de Bill Berry en la cúspide de su trayectoria son descritos con mimo desde un prisma colectivo que hace que cada uno logre entender las lagunas que tenía respecto a las peripecias vitales de la banda. Por ejemplo, se aporta luz sobre la extraña y poco documentada expulsión de Jefferson Holt (el quinto R.E.M. junto a Bertis Downs, otro nombre capital del libro), quien fuera su tour manager durante década y media, del entorno de la banda, así como el extraño y silencioso modo que tuvieron de despedirse del mundo por medio de un comunicado. En “Este grupo se llama R.E.M.” Peter Ames hace realidad lo que ya logró en biografías anteriores dedicadas a Brian Wilson, Paul McCartney o Paul Simon, documentar de manera rigurosa, vibrante y con un ritmo endiablado la historia musical de una banda que, con todo merecimiento, se mantiene con uno de los tótems de la música popular anglosajona.

Puedes comprar el libro: Este grupo se llama R.E.M. de Peter Ames Carlin (Contra) en la web de su editorial.

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