Madee – Eternity Mingled with The Sea (BCore Disc)
Han pasado muchas cosas en 14 años, los que ha tardado en llegar un nuevo disco de Madee, desde que en 2007 entregaran su último álbum, el recordado L’Antarctica.
Ya sabemos que Ramón Rodríguez evolucionó en el genial cantautor que se esconde tras The New Raemon, quien desde A propósito de Garfunkel (2008) ha ido construyendo una sólida carrera que ha ido enriqueciendo con un buen número de aventuras y colaboraciones. Él ya es un tótem en sí mismo, pero siempre es buen momento para retomar un proyecto tan querido junto a Pep Masiques, Marc Prats y demás compañeros.
El regreso de Madee se ha ido pergeñando desde que en 2014 publicaran el single «Age Of Ruin» / «Longitude Loves Latitude» y volvieran a los escenarios por el décimo aniversario de Orion’s Belt (2004) y las canciones que empezaron a entregar el pasado 2019, que han terminado convirtiéndose en este Eternity Mingled with The Sea.
Un trabajo que mira a sus orígenes, pero a la vez suena felizmente contemporáneo, recogiendo todo lo aprendido en estos últimos tiempos. Los de Cabrils mantienen intacto su ideario de influencias, con un pie en el rock de Fugazi, Sunny Day Real Estate y The Cure, aplicado en doce composiciones con las letras de su colega, el fotógrafo Mark Swanson, donde retoman su habilidad para construir emocionantes canciones de rock, comandadas por la prodigiosa voz de Ramón (teníamos que decirlo) en estado de gracia.
Madee han madurado, no muestran la rabia de sus primeras épocas, pero tampoco se echa en falta. En sus nuevas canciones lo mismo hablan del abuso («Hunting Party»), que se ponen reflexivos («The Way Home») con esas guitarras a lo King Crimson, dejando muy alto el listón en momentos como
«Like Spider Bites In Spring?», «Under The Sun», «Blanchard Avenue Blues, «Feelings Of Inadequacy?» o «Blank Canvas».
Lo nuevo de los catalanes mantiene ese sólido sonido que siempre les ha acompañado; ese emo con aristas que hizo de ellos un oscuro objeto de deseo que quizá no tuvo la proyección que merecía y que ahora vuelve a latir con fuerza. Una buena ocasión para redescubrirles y volver a bucear a su impecable discografía.
Se les echaba de menos. Les tengo mucho cariño y reconozco que les conocí en Muzikalia hace mil años