Moonflower – Round trip (Sello Salvaje)
El segundo álbum de Moonflower, grupo valenciano liderado por la cantante María López, se alimenta sin duda de las experiencias de sus meses de gira por los Estados Unidos. Tal vez el mismo título haga referencia a ese viaje, como también lo hacen algunas de las canciones. Y no hablo solamente de desplazamientos físicos, sino también de esos viajes interiores más complicados, donde uno se busca a sí mismo y corre el riesgo de perderse. Ellos, sin embargo, parecen haberse encontrado.
Con la colaboración y producción de Carlos Soler (Damien Lott), ese Round Trip (Sello Salvaje, 2015) suena más enfocado y relajado que su predecesor. Las ideas parecen más claras y las composiciones aparecen liberadas de prejuicios, de manera que en ellas convive la luminosidad del pop rock («Entrenamiento para astronautas») con el indie más cándido de La Buena Vida o Nosoträsh («Tú», «Lluvia»), y también los ambientes netamente americanos (ese inicio country de «Sobrenatural», o la potente «Puente Memorial») con suites casi instrumentales que flirtean con el post rock («Amor/Dolor»). Todo ello sin renunciar a su concepción preciosista del folk y el pop, algo que se nota en los imponentes arreglos y en los coros. Por cierto, maravilloso el final de «A little bit of sun», que empieza suave para culminar de forma épica con unos coros espectaculares.
La voz de María llena huecos que parecen creados a propósito. Algunas canciones parecen, de hecho, diálogos entre la cantante y unos instrumentos que van saltando y callando para que vuelva la voz. Es una estrategia que produce momentos muy interesantes, sobre todo cuando parece que la parte instrumental se pone a explorar terrenos algo alejados de los ritmos y melodías que va marcando la parte vocal («Sobrenatural» es, otra vez, un buen ejemplo).
El álbum está secuenciado de forma que las ocho primeras canciones son en castellano, dejando el inglés para las cuatro últimas. Tal vez Moonflower se encuentren en un proceso de cambio, moviéndose con seguridad pero sin querer abandonar el terreno conocido de manera demasiado abrupta. Es aún pronto para hablar de madurez, pero la evolución de la banda hasta el momento genera buenas vibraciones.