Muy Fellini – La ciudad de las palmeras (Gor / Clifford Records)
Edu Ugarte y Juan Maravi formaron Muy Fellini hace unos años con la idea de explorar nuevas sonoridades fuera de sus respectivos proyectos principales: Half Foot Outside y Sök, respectivamente. Manifestaban entonces, en una entrevista que Edu nos concedió, su intención de dedicarle tiempo y esfuerzos al proyecto paralelo y seguir mientras se divirtieran con ello. Se deben haber divertido mucho bregándose sin cesar en conciertos por toda Europa porque ahora vuelven convertidos ya en un proyecto consolidado con su segundo disco: La Ciudad de las Palmeras.
Si su anterior disco, Muy Fellini (2009, BCore/Underhill records) sonaba fresco, directo y nervioso, ahora se nota que Edu y Juan han madurado mucho en estos dos años y que ahora están más centrados en el proyecto. El ambiente general de La Ciudad de las Palmeras es triste y melancólico, tanto por las letras como por la música. Los arrebatos rockeros de su debut quedan aquí un tanto arrinconados, aunque el disco se abre precisamente con la canción más electrizante: “Camino hacia el suicidio”. Pero pronto el oyente se ve atrapado entre canciones que fluyen como arroyos, entre letras tristes e irónicas, entre descripciones costumbristas de hechos cotidianos y el sorprendente lamento de una steel guitar.
Hay algunos momentos de pop divertido, como en “Las almas perdidas” y su brillante estribillo. En la mayoría, sin embargo, prevalece la introspección, la duda, los medios tiempos, el énfasis en las letras. Un énfasis que se ve agudizado por la impresión de que, en ocasiones, hay una descoordinación entre música y voz, de forma que el oyente se ve obligado a atender a la letra como una entidad con alma propia, y no como algo “cantable”. Así es como uno disfruta de temas como “Conversaciones”, “La ciudad de las palmeras” o “Atardeceres”.
El disco no es, sin embargo, una sucesión monótona de medios tiempos o canciones folk tradicionales. Escuchando con atención se encuentran trazas de una excepcional variedad: el toque casi western de “Mexico”, los sonidos psicodélicos y orientales de “India”, el aroma a Planetas de “Mis maletas”…
Cierra el disco “Un momento tierno”, provocando con su melancolía una impresión que no recordaba desde In Rainbows y su final con “Videotape”. Un álbum que, escuchado con cariño, deja huella.