Nacho Vegas – El Género Bobo (Limbo Starr)
“Y si surgen preguntas, pues dejo que surjan en su esplendor y estupidez”. Lo canta Nacho Vegas en “Las inmensas preguntas”, y yo voy a acogerme a esa premisa para lanzar la siguiente cuestión, esplendorosamente estúpida: tras estudiar una prueba más, ¿es Nacho Vegas el tío más lúcido de la escena musical española? Si no lo es, lo disimula muy bien.
Como mínimo hay que considerar que es un tipo inteligente y hábil; dos cualidades que le permitieron sobrevivir y salir reforzado de extrañas parejas como la que hizo con Bunbury. Vegas avanza y lo hace, aparentemente, cuidando cada paso que da en su discografía. Como no muchos músicos, el asturiano mantiene viva la magia de los EP, y eso es de agradecer porque va salpicando nuestra existencia entre disco y disco con pequeñas joyas que, como Canciones Desde Palacio o Esto No Es Una Salida, han dado canciones extraordinarias. Lo mismo que pasa con El Género Bobo.
El EP (con el diseño de Luis Díez) cuenta con cuatro canciones inéditas, sino contamos la inquietante intro de “Como en los erizos”, en la que Vegas recita parte de la introducción de Luis Cernuda en Ocnos (“Como los erizos, ya sabéis, los hombres un día sintieron su frío. Y quisieron compartirlo. Entonces inventaron el amor. El resultado fue, ya sabéis, como en los erizos”). No nos vamos a engañar, no vamos a encontrar nada diferente. Y parte del encanto reside en eso, en comprobar cómo Nacho exprime un género que cada vez parece más suyo que de cualquier otro.
El Género Bobo presenta el continuismo de “(Al final) Te estaré esperando” y “Pesadilla genérica”, descarte de El Manifiesto Desastre (Limbo Starr, 2008), su clásica facilidad narrativa en “Penúltimo anhelo”, y la excelencia en “Las inmensas preguntas”; ésta última, de las más breves que se le recuerdan al asturiano, es de las que aúpan a Vegas por encima de casi todos y a la altura de unos pocos. Los buenos de verdad.
Sinceramente, y con amor y absurdidad, eres un jodido maestro, Nacho.