Naked Raygun – Over the Overloads (Wax Trax! Records)
Catorce años, que se dice pronto. Ese es el tiempo que los pioneros del punk de Chicago Naked Raygun han tardado en volver al ruedo discográfico. De aquella reunión (o reforma) que aconteció en 2006, quedó para la memoria su directo en el Riot Fest, que fue recogido y publicado un año después como What Poor Gods We Do Make, por lo que nos tenemos que remontar mucho más atrás para encontrar su último paso por un estudio con el objetivo de grabar un nuevo elepé.
Pues bien, Over the Overloads, que así se llama, te deja la misma sensación que cuando te encuentras con un colega al que hace años que no ves y el cabrón sigue igual: por un lado, te alegras por su pacto doriangrayesco y ver que sigue en forma; por otro, te preguntas cómo es posible no cambiar. Y es que a los de Illinois se les presume que su longevidad musical debería ir acompañada de una aportación en forma de evolución, pero quizá ese par de décadas pesen mucho como para andar con experimentos. Pero oye, seamos sinceros: viendo por dónde van los tiros de algunos de los que fueron los mesías del revival del punk norteamericano, hasta se agradece ese chute de autenticidad en formato de inmovilidad.
Y es que en estos casi 50 minutos tenemos a un Jeff Pezzati (tu colega del cuadro) en buenísima forma, imprimiendo su arrolladora personalidad a unos temas marca de la casa, algunos más ralentizados y sucios -como “Soul Hole Baby”, “Amishes” o “Suicide Bomb”, una enigmática melodía que engancha por su estructura- y otros más de canon Naked Raygun, entre los que destacan “Ode to Sean McKeough”, los riffs de “Treat Me Unkind”, “Living in the Good Times” y, sobre todo, el himno “Superheroes”, una pieza a ritmo prácticamente de caballería punk festiva que se enrosca en tu cabeza sin que apenas puedas hacer nada. Por cierto, el malogrado Pierre Kezdy estaría muy contento por la importancia que sigue teniendo el bajo en todo este tinglado. Vamos, Naked Raygun en estado puro y ya pueden caerles 40 palos que van a seguir dando cera de una manera más que fiable.
Un último apunte sobre este disco nos lleva más allá de su música. Si, personalmente, ilusiona escuchar que Naked Raygun no han perdido ripio y asoman la cabezota así de bien, ni te cuento lo que produce ver que Wax Trax! sea quien se haya lanzado a publicarlo. Sí, sabemos que no es del todo igual, pero no olvidemos que el punk en la ciudad del viento se vivió y resultó de manera distinta a las grandes y polarizantes escenas del resto de Estados Unidos y que Chicago dio al mundo una de las mejores expresiones del DIY en forma de discográfica y a unas cuantas bandas históricas. Y si lo tienes todo en el mismo paquete, pues de puta madre.