Nitin Sawhney – Prophesy (V2 Records/Everlasting)
«Prophesy» es el quinto álbum de un genio llamado Nitin Sawhney, un hindú británico, considerado como uno de los maestros en lo que se llama ‘estilo brasian’: producciones de alta tecnología que combina ritmos tradicionales hindús con las influencias más occidentales. Su anterior trabajo, “Beyond skin” ya lo consolidó como un exitoso y aclamado artista, recibiendo múltiples alabanzas, incluyendo una nominación a los premios Mercury.
Para realizar este álbum, Sawhney decidió salir de su estudio de Londres y durante tres meses se dedicó a ir grabando las canciones en siete paises diferentes, viajando por los cinco continentes. Así, si necesitaba el sonido de una guitarra española para una canción, el músico y productor se plantaba en Madrid, para contratar los servicios de José Luis Carmona, hijo del legendario Pepe Habichuela. Si lo que necesitaba era una aterciopelada voz femenina, iba al encuentro de la brasileña Nina Rocha Miranda, cantante de Smoke City. Y así sucesivamente: Sudáfrica, India, Estados Unidos, Francia, Australia…Incluso entrevistó a Nelson Mandela para luego incluir su voz en un tema, al igual que las opiniones de un taxista de Chicago. Más de doscientos músicos, en total, han colaborado en este colosal disco.
En honor a la verdad, “Prophesy” es de esos discos que cuestan la primera vez que lo oímos. Tal vez sea porque la música que crea Sawhney es algo extraño, sin precedentes, como una puerta que no se sabe adónde conduce. Pero también es cierto que, al igual que “Ha!” de Talvin Singh, “Prophesy” recompensa al paciente oyente al ir mejorando con cada escucha.
Sonidos ambientales que recuerdan al trip-hop de Bristol, guitarras flamencas (“Moonrise”), acústicas que acompañan a sonidos propios del blues o del funk y del folk de los setenta (“The preacher”), el rap más vigoroso de los guettos de Los Angeles (“Ripping out tears”)…
En fin, una manera original y abierta de miras para ir confeccionando la pieza final en la que se ha convertido “Prophesy”, una joya que encierra aires de todo el mundo, un canto hipnótico a la globalidad, a la sensibilidad y al compromiso como sólo saber hacer este músico.