Nyron Higor – Nyron Higor (Far Out Recordings)
Con demasiada frecuencia tiende a simplificarse -y me atrevo a decir que hasta el paroxismo- la música hecha en Brasil. Y esto se hace, ojo, incluso por personas que se dicen a sí mismas eruditas en música. Parece que cuando hablamos de Brasil siempre hablamos de bossa nova y que los únicos nombres que existen son los de Vinicius de Moraes, Tom Jobim, Elis Regina o Caetano Veloso.¿Dónde están Cartola, Azimuth, Arthur Verocai, Trio Ternura, Erasmo Carlos o, por supuesto, Tim Maia? ¿Dónde?
Quién ignora todo esto, y mucho más, se está perdiendo una tradición musical vastísima y de una enorme influencia en la actualidad. Por supuesto que eso puede predicarse de muchos más países (por ejemplo, España no es solo Julito Iglesias) pero pocos tienen un producto nacional musical tan vasto, diverso y excelente como lo tiene Brasil. Y es que lo fácil es acudir a las referencias masivas, que son las que han trascendido fronteras. Esto era disculpable cuando encontrar discos de allí era prácticamente imposible en Europa, pero ahora entre el streaming, las redes sociales y tanta “literatura musical” como prolifera, no tiene perdón.
Luego está el interés de cada uno, claro. Si lo que se quiere es picar de aquí y de allá, perfecto. Pero para profundizar algo más siempre es bueno acudir a objetos sonoros que puedan darnos una visión más o menos poliédrica de la música brasileña. Últimamente, además, están surgiendo en el país artistas verdaderamente atemporales y capaces de aunar toda esta tradición poniéndola en la palestra del presente. Gente como Rogê, Ana Frango Elétrico, Sessa, Tim Bernardes, Amaro Freitas, Bruno Berle, o el artista que nos ocupa: Nyron Higor. Todos perfectos para adentrarse en ese universo profundo que es Brasil.
Nacido en Maceió, en la costa este del país, y extremadamente talentoso musicalmente hablando, Nyron actualmente tiene su base en la megalópolis de São Paulo, donde colabora con otros talentos de la nueva hornada brasileira, como el mencionado Bruno Berle, Batata Boy, Alici Sol o Natalia Grilo. Por eso, ante la buena aceptación que tuvo su debut, Fio de Lámina (2022), en este segundo y homónimo trabajo decidió dar el todo por el todo. De hecho, ha comentado que “ Este álbum es una prueba de resistencia y un momento significativo en mi vida como joven negro del noreste. Su contexto es político ”.
Por tanto, lejos de las apacibles tonalidades instrumentales basadas fundamentalmente en el jazz que exhibía su ópera prima, en este disco que ahora publica la muy prestigiosa disquera Far Out Recordings (escarben en su catálogo, no se arrepentirán) ha ampliado mucho su paleta estilística y ofrece un prisma realmente rico de lo que es la música de su país sin dejar de sonar actual. Uno de esos trabajos, por tanto, al cual la etiqueta “atemporal” va como anillo al dedo.
Nyron Higor también ha dicho: “Este trabajo es liberador, contemplativo y victorioso”. Bien, quizá lo último sea un poco de no tener abuela, o más bien no le corresponde a él decirlo, pero lo demás lo nota uno enseguida. No hay más que escuchar los plácidos, cristalinos paisajes sonoros que sugiere la inicial “Ciranda” para entrar en ese estado mental pacífico, liberador, contemplativo, al que alude su autor. Podría ser perfectamente un disco de principios de los sesenta, pero no, esto es ahora. De hecho, el disco ya está siendo sobradamente bendecido por los grandes curators del asunto, con Gilles Peterson a la cabeza. Esto es así porque realmente es un trabajo que hace diana plena en su intención: generar un estado de ánimo contemplativo, pero sin dejar de plantearse cosas.
Colaboraciones, además, hay muchas y buenas, como en esa preciosidad titulada “Sao só palavras” en la que intervienen Bruno Berle y Alici Sol. Una pequeña incursión pop que no desentona, sin embargo, con el resto de la paleta: la querencia MPB de “Estou pensando em você”, en la que colabora Johanna, el expresionismo jazzístico que contiene “Maravilhamento”, o el acento soul que aporta para rematar el álbum la preciosa “Me vestir de você”. Todas transcurren como una especie de placentero sueño reparador del que uno se despierta renovado. Todas redondean un disco que sin duda ya forma parte de lo relevante de este primer tercio de 2025. Y todo elogio que podamos verter sobre él, es poco.