Oso, canciones desde el limbo
Oso es una banda barcelonesa formada en la actualidad por Rafa Rodríguez (voz, guitarra), Víctor Teller (bajo, coros), Oscar Altaba (batería) e Ignasi Carrer (saxo). Inicialmente el grupo estaba integrado por ex-componentes de grupos como Her Only Pressence, Tetsuo o Puerto Esperanza, entre los que estaban en aquel momento Natalia Escaño (teclados) y Mario Patiño (guitarra). Hace casi 10 años lanzaron un EP, Songs About God, producido por ellos mismos. En 2012 publicaron su primer álbum, Sealand (BCore, 2012), dando un salto de calidad en lo compositivo y también en el acabado de las canciones. Entonces se les comparaba con bandas del nuevo folk rock como Fleet Foxes, Decemberists y otras similares. Sealand fue grabado en los Estudios La Atlántida por Mario Patiño y Edgar Beltri, mientras que la mezcla y la masterización tuvieron lugar en los Estados Unidos.
Poco después, entre 2012 y 2013, Rafa Rodríguez perdió a su padre y tuvo a su primer hijo, de manera que abuelo y nieto nunca llegaron a conocerse. De esa situación nace el germen de lo que, casi seis años después, sería el segundo álbum de Oso: Limbo (BCore, 2018). Con este disco Rafa crea un universo paralelo en la que el tiempo no es lineal sino es maleable y nieto y abuelo podrían haberse conocido. Por el camino han quedado algunos de los primeros componentes de la banda y han entrado otros nuevos. Por supuesto las canciones tienen un alto componente autobiográfico, y también emotivo. En este álbum, además de los miembros fijos de la banda, han participado Eduard Pagès (segundas guitarras) y Dani Campos (teclados y sintetizadores).
Limbo ofrece, además de más intensidad, una nueva paleta sonora que les acercan al pop sin dejar de lado completamente sus raíces más folk rock. A las influencias ya mostradas en su primer disco ahora se unen otras bandas como Grizzly Bear o The National, aunque hay momentos que recuerdan a gente como Sufjan Stevens o Bon Iver. Las armonías vocales etéreas, casi fantasmales, juegan un papel importante en temas como el que abre el disco, «Two empty rooms». Hay tiempo también para la experimentación, el acercamiento a ritmos algo más acelerados, así como momentos acústicos junto a otros donde la épica, aunque contenida, parece dispararse. En canciones como «The day I discovered America» juegan con el contraste entre un arranque violento, con enérgicas guitarras, y otros pasajes más calmados. Los contrastes, en general, dominan este segundo trabajo de Oso, que aunque se mueve dentro de unos parámetros cercanos al indie folk oscuro ofrece una interesante variedad de sonidos. El disco fue grabado en Wave Factory Studio entre 2014 y 2016, producido por Víctor Teller, mezclado en Wheel Sound Studio por Txosse Ruiz y finalmente masterizado en Ultramarinos Mastering por Víctor García.
Puedes escuchar Limbo, de Oso, en la página de BandCamp de BCore.