Pockey Lafarge + Gill Landry (Joy Eslava) Madrid 08/06/18
El asunto prometía con un doble cartel de inconfundible aroma a clasicismo americano, incluyendo a artistas de perfil particular como son Pockey Lafarge y Gill Landry al marco de la Joy Eslava, sala que además tiende a realzar virtudes. Gill Landry -líder de Old Crow Medicine Show y que también cuenta con amplia discografía en solitario- ejerció como artista invitado. Amparado solo por su guitarra, el angelino conmocionó a la audiencia con canciones como “Take This Body” o “Denver Girls”, de gran calado y profunda tristeza. Una selección entre el folk y la americana que enmudeció a un público acongojado ante la preciosa pero sólida voz del autor. El músico aprovechó extraordinariamente su media hora sobre las tablas, y firmó una actuación sincera y emocionante con la que evidenciaba ser poseedor de tanto talento como sensibilidad creativa.
Pockey Lafarge cogió el testigo de su compatriota y, ya ante una sala repleta, se presentó en formato de cuarteto con su último álbum “Manic Revelations” (Rounder, 17) como excusa de la visita. Enfundado en traje ancho y con sombrero de medio lado, el músico transmite a épocas pretéritas también con su música, y se pasea con desparpajo y solvencia por géneros como rock & roll clásico, swing, blues, folk, honky tonk o country, todo pasado por un tamiz cercano al pop con el que aumenta generosamente posibilidades. Una mixtura que sobre el escenario resulta arrolladora, con el protagonista ganándose inmediatamente al público y haciéndolo participe directo del asunto.
Las bonanzas de la excelente banda que lo acompaña (contrabajo, guitarra y batería) completan la jugada, y transforman el concierto en un espectáculo en el sentido amplio del término. Porque Lafarge también oferta una actitud algo teatral (por momentos incluso cabaretera), con la que adorna unas canciones de por sí poderosas. Son temas tan disfrutables como “Better Man Than Me”, “Something In The Water”, “Goodbye, Barcelona”, “Wanna Be Your Man”, “Drinkin’ Whiskey Tonight”, “La La Blues” o la versión del “King Of The Road” de Glen Miller ya en el tramo final. Su paso por Madrid fue un éxito sin paliativos y, tras hora y media de concierto, del local sólo salían convencidos. El menudo vocalista tiene esa chispa que lo puede diferenciar del resto… y lo sabe. Y también sabe cómo utilizar su don, lo que (unido a un evidente talento) hace que se postule como candidato para alcanzar un éxito generalista en no demasiado tiempo.