Porridge Radio + Our Girl (Sala Copérnico) Madrid 19/03/25
Cuando Porridge Radio anunciaron su despedida y bajada de cierre definitivo, algo se rompió en el corazón de sus fans, porque hay despedidas que duelen más que otras. Unas llegan cuando el declive es algo inevitable, otras cuando la chispa se ha acabado y la inercia lo pudre todo. Pero la de Porridge Radio llegaba en el momento más álgido de la banda y eso es cruel. Estaban en la cima, todo parecía posible y de repente… se apagó.
La sala Copérnico fue uno de los testigos de esta gira auspiciada por Primavera Tours, con el cartel de entradas agotadas hacía semanas y que anticipaba el último baile con la banda de Brighton.
Antes pudimos disfrutar de la propuesta de Our Girl, una banda londinense que se presentó en esta ocasión como “One Woman Band”, con Soph Nathan armada únicamente con su fender telecaster, su voz y una buena colección de pedales a los que sacó gran partido.
Y es que la buena de Soph fue capaz de emocionar con su sola presencia y algunos temas como “It’ll Be Fine”, “In My Head”, o el super hit con el que finalizó su corto set; “Something About Me Being a Woman” y todo ello a pesar de la gente que va a los conciertos a no parar de hablar, demostrando una falta de respeto total a una artista sin banda y totalmente “desnuda” en el escenario. Mención especial a su tremenda voz y su manejo de los loops, grabados en directo con su guitarra, para superponer capas de sonido en cada uno de los temas.
Cuando Dana Margolin y los suyos salieron al escenario ya tenían todo ganado y nada más comenzar, dejaron claro que no se iban a despedir con melancolía ni con lágrimas, más bien con rabia y el desgarro que siempre ha marcado a Porridge Radio. Buena manera de ver a una banda antes de su desaparición definitiva en la niebla.
De buenas a primeras el sonido aparentemente “destartalado” de “Sick of the Blues” sonó un poco a confesión y fue el preludió de un concierto más que especial. Lo de Dana Margolin sobre el escenario no es una interpretación al uso, es una especie de vomito de angustia entremezclada con belleza y canciones como: “A Hole in the Ground”, o «Don’t Want To Dance» lo demuestran. Pocas veces se ha visto a tanta gente cantando canciones tan tristes de manera tan alegre.
“I got Lost” y «I’ve Got a Feeling (Stay Lucky)» sonaron como himnos algo desesperados, con un público coreando cada estrofa, como si quisieran atrapar un momento que se escurría entre sus manos.
Aunque todo el set estuvo marcado con momentos a flor de piel, uno de esos lugares en los que uno podría quedarse a vivir fue «You Will Come Home», con un crescendo arrasador y la voz de Dana a punto de quebrarse.
Puede que con «Back to the Radio», Porridge Radio alcanzasen el culmen de la noche, con Dama yendo hacía los teclados de Georgie Stott, mientras Sam Yardley a la batería y Dan Hutchins al bajo, conformaban una sección rítmica de ensueño.
Parecía que todo había acabado, pero allí apareció, esta vez Dana sola con su guitarra, para cantar: «Waterslide, Diving Board, Ladder to the Sky», en un ejercicio de comunión difícil de superar con su público y dar paso de nuevo a la banda, con: «Machine Starts to Sing» y «Sweet», que no estaba en el setlist, pero Margolin decidió regalarla, ante la insistencia de un fan apostado en un lateral del escenario y que esa noche – supongo – no durmió de la emoción.
El cierre, con “The Rip”, dejó a la sala en un estado de entre trance y suspensión, como si tuviésemos que asimilar lo que acabábamos de vivir.
Cuando, en el film Quadrophenia (Franc Roddam 1979), el protagonista; Jimmy, estrella su lambretta contra las rocas de la playa de Brighton, lo hace con la rabia de quien sabe que ya no hay vuelta atrás. Algo de ese espíritu recorrió el concierto de sus paisanos, que se van en su mejor momento, dejando tras de sí una estela imborrable. Ojalá todos los finales en la vida fuesen así.
Fotos Porridge Radio + Our Girl: Fernando del Río