R.E.M. a través de sus canciones. Muzikalia se despide de los norteamericanos rindiéndoles un homenaje
Intro
Hace apenas unos días que anunciaron su separación y ya les estamos echando de menos. R.E.M., con 31 años de carrera ha sido una de las bandas que más huella ha dejado en nuestra generación. Nada menos que 15 álbumes que han ido quedando en nuestros corazones.
En Muzikalia queremos despedirles hablando de su música, una forma de agradecimiento en la que cada uno de los que aquí escribimos, rescatamos nuestra canción favorita de los norteamericanos.
Con todos ustedes una pequeña selección de temas, en los que habrá algunas ausencias, con los que damos las gracias eternas a Michael Stipe y los suyos:
«Imitation of Life», por Alfonso Sanguino
Esta ha sido para mi la última gran canción de este grupo. Cierto es que ha habido más temas destacables tras este single, pero su melodía fácil y pegadiza la convierte en un buen punto y final, en el recuerdo que quiero tener de esta banda y lo que significó.»
«Let Me In» por Raúl del Olmo
En los albores de su funesto viaje, cuenta la leyenda que Kurt Cobain tenía en mente finiquitar Nirvana y que toda su aspiración y entusiasmo se reducían a haber hecho algo de música junto a su amigo Michael Stipe. Eso, como muchas otras cosas, nunca sabR.E.M.os hasta qué punto son verdad y hasta qué punto mito. Lo único cierto y conmovedor fue el tema que albergó R.E.M. en Monster (94) como críptico homenaje póstumo: “Let Me in”, un tenso magma eléctrico sobre el que se erige, la más conmovedora de las plegarias.
«Nightswimming» por Jorge Palomar
Recuerdos de una juventud ahora apenas perceptible; desvaída como aquellas fotos en el parabrisas del viejo Ford del abuelo. Una juventud rescatada por un cuerpo -¡el tuyo!- que, incendiado por la luz de la luna, brilla como una antorcha en medio del lago.
«Losing My Religion» por David Claud
Creo que al igual que para mí, para muchos de mi generación, R.E.M. supuso nuestra primera banda favorita. Música impuesta por hermanos mayores, (pues con siete años no se tenía ningún tipo de poder de elección sobre la música que se ponía en el coche), y de la que recuerdo perfectamente cómo de la nada me abrió un nuevo mundo de sonidos, de sentimientos, de estados de ánimos, y de curiosidad por la música. “Losing my religion” llego a mis oídos curiosamente después de casi un año sin parar de escuchar Automatic for the people (pues ese era el tiempo medio que antes se escuchaban una cinta) y desde entonces no se ha separado de mí. Out of time fue mi primera cinta grabada, y a lo largo de mi vida las desgarradoras voces de Stipe junto al pegadizo punteo de guitarra, han ido volviendo en momentos clave de mi vida hasta incluso convertirse hace casi cuatro años, en esa siempre polémica “nuestra canción”.
No sé que será, pero cada vez que suena en un bareto, o por casualidad en una sesión aleatoria de mi habitación, el mundo se para y todos los recuerdos de mi vida adquieren formato de Super 8, para proyectarse en el blanco de mi mente, y no me cabe la menor duda de que según pasen los años “Losing my religión” volverá y revolverá, pues al igual que un primer beso, o un primer amor, ese primer álbum, o esa primera canción, son momentos imposibles de olvidar.
«Crush With Eyeliner» por Fernando del Río
Podría haber elegido muchas otras canciones de los de Athens, pero me quedo con esta. Puede que no sea su mejor disco, pero para mí supuso todo un descubrimiento, hasta entonces no había prestado suficiente atención a ese grupo llamado Movimiento Rápido del Ojo. Más después del éxito masivo obtenido con su disco “Out of Time” (por aquel entonces yo era un joven muy punk contrario a todo lo que tuviera el beneplácito popular) y de que todos los compañeros de clase cantaran al unisonó “Losing my Religion”. El caso es que un amigo me dijo que escuchara con atención este disco y así lo hice, como también me puse a investigar toda su discografía y hoy puedo decir que los de Michael Stipe son imprescindibles en mi vida. ¡Adiós Amigos!
«Radio Free Europe» por Dani Nieto
R.E.M. fueron, junto a Depeche Mode, mi primer gran amor musical. Aquella cinta con Automatic for the People por un lado y Out of Time por otro sonó, en pleno 1993, casi cada día en aquel flamante radiocasette de doble pletina que ahora sólo sirve como recuerdo. Sin embargo, elijo Radio Free Europe por lo que significó, cuando algunos meses después me hice con The best of R.E.M. en vinilo, el darme cuenta que R.E.M., antes de aquel pelotazo de principios de los 90, tenían ya una sólida carrera, la cual era igual de interesante que los discos que me habían marcardo el año anterior. Por desgracia, esas cosas cada vez se dan menos entre los grupos de éxito. Para terminar tendría que decir que Radio Free Europe es un pilar básico de Murmur, que a su vez es uno de los mejores debuts de la historia del rock, etc, etc, pero eso creo que ya está bastante claro.
«Man on the Moon» por Sergio Picón
Un humorista de quién se dudaba su fallecimiento y un alunizaje en el que el mundo entero pudo ser engañado eran protagonistas de uno de los clásicos de R.E.M. Ni siquiera cuando a mediados de los 90 los descubrí y pasé tardes enteras enganchado a discos como «Automatic for the people», llamaron mi atención más de lo debido. No recuerdo con certeza haberlos visto en directo, eso resume mi relación con los de Athens. Agradables, sin más.
«Near Wild Heaven» por Pere Francesc Rom
El álbum «Out of control» está lleno de canciones míticas y «Near Wild Heaven» es una de ellas. Vuelvo a descubrirla ahora que sé que probablemente jamás la veré en directo tocada por REM. Al reescucharla regresa ese sentimiento de melancolía que me generó la primera vez que la escuché con esas guitarras cristalinas. En esa época escuchaba básicamente heavy metal y REM y en concreto «Near Wild Heaven» era un poco de luz en medio de tanta distorsión. Luego dejé el heavy, pero eso ya es otra historia.
«What´s the Frequency, Kenneth?» por Raúl Julián
A finales de septiembre de 1994 estaba a punto de cumplir 17 años, cuando vi en la tele por primera vez el vídeo promocional de “What´s the Frequency, Kenneth?”, adelanto del en su momento incomprendido álbum Monster (94). Las imágenes se sacudían con la misma violencia descuadrada que los propios movimientos de Michael Stipe, que lucía camiseta adornada con una estrella y aparecía por primera vez con la cabeza afeitada. Las guitarras habían asumido un protagonismo brutal y aquello, para un chico de ciudad pequeña altamente susceptible, significaría un hito irreversible.
«Sitting Still» por Quique Espejo
19 de junio de 1999. En la Peineta, R.E.M. borda una de esas gemas que desde principios de los 80 han desgranado, antes de ser masivos. Maravillosos inicios. R.E.M. fueron sobre todo emociones agridulces, como este «Sitting Still».
“Stand” por Raquel García
En la universidad tuve un compañero que era un fanático de R.E.M. Era de esos, los hay también de Bruce Springeteen o de U2, cuyo mundo musical empezaba y acababa en R.E.M., que eran el baR.E.M.o de todo lo demás. La verdad, para mí eran simplemente los del “Losing my religion” y el “Shinny happy people” dos temas ¡que le gustaban hasta a mi padre! Un día, harto de que nos burlásemos porque R.E.M. eran “para viejunos”, nos puso “Stand”. ¡Puro pop! ¡Qué melodía! ¡Magia! Y ahí empezó todo. Desde entonces R.E.M. son una de mis bandas preferidas.
Lo mismo mi compañero de la universidad hasta me está leyendo. A él le debo horas y y horas de disfrutar de Stipe y compañía. Gracias.
«Shinny Happy People» por César Malo
El buen rollo por autonomasia. Está canción respira felicidad por los cuatro costados y recuerdo que cuando conocí a R.E.M. con unos 11 años eso me transmitió. Creo que fueron los impedeceros coros facturados por toda la banda y sobretodo la voz femenina de Kate Pierson de los b-52, lo que la convirtió en una de mis preferidas . ¿Y el video? ¿Algo hortera? Puede, pero era capaz de cambiarte el estado de ánimo. Y eso que yo soy un cenizo.
«The One I Love» por Manuel Pinazo
Me falla la memoria al intentar recuperar cuál fue primer recuerdo que tengo de R.E.M. Pero la cosa anduvo entre Document (1987) y Green (1988). De lo que sí estoy seguro es de rememorar su primera canción que me marcó. La épica y la belleza «The One I Love» se convirtió instantáneamente en un himno adolescente a la altura de «Just Like Heaven», «Never Let Me Down Again» o «The Unforgetable Fire», con los años, mi admiración por los de Michael Stipe creció junto con su impecable carrera. Este fue un tema gracias al cuál terminé adorando a una banda cuya música nos acompañará para siempre.
«Everyboy Hurts» por Iñaki Espejo
No hay muchas canciones de pop que podrían tocarse con una orquesta clásica, esta es una de ellas. Por eso, cuando escucho «Everyboy Hurts» no suelo recordar los momentos personales en los que me ha acompañado, sino que solo puedo pensar en un gran teatro con una orquesta tocando. Sin embargo, si solo nos fijáramos en la música, nos dejaríamos lo mejor, una letra que convierte la melancolía en optimismo. Por ello, en ese teatro imaginario nunca podría faltar Michael Stipe cantando como si fuera el tenor de una ópera.
«Fall On Me» por Aldo Linares
Plena adolescencia, temblores, aciertos, errores, vértigos, sueños y búsquedas constantes. Dieciseis años y el descubrimiento de canciones que acaban acompañando toda la vida. Alimentando y realimentando sueños, conquistando y reconquistando sensaciones, sentimientos, recuerdos y hallazgos, latiendo.
«Fall On Me» es una de esas marcas que quedan y que saltan al pecho y a la mente cuando uno, respirando, se mira frente al espejo del paso del tiempo y descubre que, efectivamente, hay melodías que viven con el ímpetu de la primera vez.
«All the right friends» por Jorge Salas
Grabada en 1983 para que apareciera en el primer disco de R.E.M., «All the right friends» finalmente se quedó fuera de Murmur. Sin embargo, y aunque vio la luz años más tarde en un disco de rarezas y caras B de la banda, fue casi dos décadas después de que Michael Stipe y Peter Buck la compusieran cuando alguien se acordó de ella. Fue el manager de R.E.M. el que la señaló cuando el director de cine Cameron Crowe les pidió una canción para Vanilla Sky. Poderosa, potente y con un Michael Stipe por momentos imperial, «All the right friends» tuvo, por fin, el destino que merecía.
«It´s The End Of The World (And We Know It)» por Fidel Oltra
El final de los 80 no fue muy agradable para mí por diversos motivos personales. Mi refugio era la música. Allí no había problemas, o si había se solucionaban, o si no tenían solución…tampoco pasaba nada. El mundo, tal como yo lo había conocido, se acababa. Pero yo intentaba mantenerme firme. Algunas veces incluso lo conseguía, como cuando escuchaba esta canción. Stipe cantaba a tal velocidad que no entendía nada, pero era agradable sentirse bien durante unos minutos mientras todo se iba a la mierda.