Radical Face – Sala Bikini (Barelona)
La primera visita de Ben Cooper a nuestro país era una visita largamente esperada por los fans de este músico hiperactivo y su puñado de bandas. La excusa era presentar su colección de discos familiares Family Tree firmados como Radical Face y lo hizo en formato de trío acústico ante un sorprendentemente numeroso público. Sorprendente, dada su condición de artista semidesconocido en nuestro país, aunque su música se haya podido escuchar en series y anuncios de televisión. Pero para la ocasión, el americano optó por entregar una selección de sus mejores temas.
Temas de folk lánguido que Cooper estuvo presentando uno a uno con la familiaridad y cercanía que le caracteriza. Historias «bastante deprimentes, lo siento» (según sus propias palabras), con preciosas melodías y arreglos que, aún menguados respecto a las numerosas capas que forman las canciones en disco, quedaron apañados con los tres músicos sobre el escenario. Historias melancólicas de personajes poco ortodoxos.
El set estuvo compuesto por temas incontestables como, por supuesto, “Ghost towns”, uno de los más celebrados por el público, «Always gold» o “The Dead Waltz”. Y otros menos obvios como “Summer skeletons» o «Along the road», todos ellos con un sonido limpio y cálido. Y a pesar de arrastrar un resfriado que le impidió llegar a las notas más altas (y que a ratos le obligó a amagar algunas toses), tanto Cooper como sus compañeros de escenario se hicieron perdonar aderezando la noche con humor (Richard Colado especialmente inspirado, aunque esa noche doblara turno como telonero con su proyecto RickoLus). Y claro, con detalles bonitos como hacer particpar al público en los coros de “Welcome home” o regalarnos un bis con “The Mute” y “Sisters”. Una jornada encantadora protagonizada por un músico encantador. Al que esperamos no tardar otros once años en volver a ver sobre nuestros escenarios.