Recordamos los mejores temas del Elton John rockero y baladista
Los 15 mejores rock and roll de Elton John
Txus Iglesias
Tras el estreno de la película Rocket man (reseñada aquí también en Muzikalia) y tras cumplirse 50 años del lanzamiento del disco debutante del legendario Elton John, es necesario abordar a este artista, el cual tiene uno de sus puntos fuertes en el rock and roll. Expondré aquí mi opinión acerca de las, quizás, mejores apuestas del británico en dicho género, en su estado más puro y salvaje el mismo (o aproximado, en su defecto). Antes de empezar, deseo afirmar con llana rotundidad y sin ninguna vacilación por mi parte: este intérprete es uno de 10 más sobresalientes, espectaculares, singulares, prolíficos y talentosos solistas de absolutamente todo el mapa de la música rock, como tal, sin desviarnos a temas que no guardan relación con ello y por los que no guardo ni un mínimo de interés. Elton es como The Beatles pero en solitario y posee un don como si fuera un Amadeus Mozart moderno. Expuesto ésto, arrancamos la clasificación rockera, cuya dificultad es máxima a la hora de elegir únicamente 15 canciones.
15 – GOODBYE MARLON BRANDO
El disparo de bazooka que es “Goodbye Marlon Brando”, conforma un bastante buen equipo junto con “Mona lisa and mad hatters (2 ª parte), “I don’t wanna go on with you like that” , “Town of plenty” o “Heavy traffic”, dentro del animado planteamiento general del disco Reg Strikes Back, de 1988; con su representativa portada del estrafalario vestuario arcoirisado del artista. En dicho tema, con el que abrimos este ranking, la seca y adherente cadencia de la guitarra te introduce “ipso facto” en una narración, donde unos hastiados Elton John y Bernie Taupin, se toman un descanso de lo que ellos mismos consideran, quizás, una chiflada sociedad y una decadente cultura. De ese modo, se despiden una longeva temporada, concretamente, del actor Marlon Brando, de los Beach Boys, de los “payasos del Congreso”, de los tabloides, de las bebidas dietéticas, de los índices de máxima audiencia y hasta de las películas de Rocky 5, 6, 7 y 8…
14 – BAD SIDE OF THE MOON
El apego de Bernie Taupin por la ciencia-ficción a través de una extraña e interplanetaria letra, le condujo a su compinche vocalista a idear un aguerrido sonido para un tema, el cual fue a parar a la Cara-B del single “Border Song” (perteneciente ésta al LP homónimo de Elton, de 1970). Sin embargo, opino que en realidad, la magnífica “Bad side of the moon” hubiera merecido ser incluida, directamente, en dicho LP o en otro álbum de aquellos prolíficos periodos rockeros. Y es que tras la más básica “Rock and roll madonna” (1969), el músico mejoró las prestaciones y colocó ya la quinta marcha con este tema “lunar”, dentro del estilo que estamos tratando. Dicho corte lo tocó, eso sí, en el directo 11-17-70 (1971) y también, se le hizo justicia a la propia “Bad Side on the moon” aunque en una versión más corta, incluyéndola dentro de la reedición, de 1996, de precisamente, el segundo disco de su carrera publicado ese año 70, redundo. Se retiene en la memoria el notable el coro que repite, insistente y resplandecientemente, “Who’s on my life, who’s on my life”. El grupo canadiense April Wine le hizo una digna revisión, a su propio modo, en 1972.
13- STREET KIDS
Sin resultar demasiado conocida para el gran público, la algo sostenida pero muy afilada “Street Kids” no puede faltar jamás en una lista de este tipo. Este tema se encuentra en el álbum Rock of the Westies (1975), bajo mi prisma personal el álbum más rock-and-rollero de toda la carrera de Elton John. Moran aquí también otros muy aprovechables temas en esta movida línea como”Hard luck story”, “Island girl” , “Billy Bones and the white bird” o el medley inicial “Yell help /Wednesday night / Ugly” , etc. Volviendo al férrico vaivén rock, con un toque country, de “Chavales callejeros”, desarrolla éste una crónica sobre delincuentes juveniles que se enrolan en bandas criminales, sin remedio. Elton canta aquí de manera rabiosa y convincente las frases originales de Bernie. Como detalle curioso, el video-juego Grand Theft Auto IV la incorporó, en 2008, a su ambientación de rudos y peligrosos personajes
12- HERCULES
Este mismo fue el personaje mitológico que incrustó el músico en medio de su nombre artístico, hasta tal punto que en 1984, en un concierto en Australia, el propio Elton John le comunicó a la audiencia que, oficialmente, “Hércules” era su segundo nombre de pila y es que Reginald Kenneth Dwight se cambió legalmente la identidad, en 1972, por la que todos conocemos.
Este excepcional y contagioso corte, incluido en su disco Honky Chateau, del mismo año 72, es dominado por una saltarina guitarra acústica y esos coros “doo-woop” , algo que nos retrotrae al rock de los años 50 tan adorados por el pianista nacido en la localidad de Pinner. El protagonista de la crónica ficticia es aficionado al vino y a las féminas, dónde se queja él de que su novia le ha sido robada por un violento tipo muy musculoso. En realidad, solo parece una broma que Bernie Taupin le gastó a su inseguro amigo Elton y que luego se convirtió en letra y canción. Por otro lado, apareció una una segunda teoría, la cual podría ser un homenaje a un caballo llamado “Hercules”, el cual aparece en la serie británica, de los años 70, Steptoe And Son, acerca de un trapero, su hijo y el animal comentado.
11- I DON’T CARE
Es a partir de 1976, con “Bite you lip”, por ejemplo, cuando el rock con influencias discotequeras empieza a introducirse en la siempre peculiar sonoridad de Elton, hasta llegar a temas como el propio “I don’t care” de 1978 ( del LP A Single man), dentro de una tendencia “dance” que continuaría con el EP Victim of love (1979) y se extendería hasta los años 80 del teclista. Aunque la época más redonda de Elton John es de 1969 a 1975, ¡indiscutiblemente!, también luego seguiría edificando colosales canciones; (aunque con dicha condición no le brotaran dentro ya con la misma regularidad que antes) y este tema, el cual se traduciría por “No me importa”, es un ejemplo de dicha compositiva capacidad, casi ilimitada la misma.
Por descontado, son algodonados los coros gospel-soul femeninos (Vicky Brown y Joanne Stone en este año 78) y con las orquestaciones de Paul Buckmaster siempre fortaleciendo los temas del incomparable intérprete inglés, como acontece también aquí. Es de las pocas letras que no escribió Bernie Taupin al servicio de Elton, sino que éste último esta vez se la encargó a Gary Osbourne, donde sencillamente éste expresó en el propio texto que mientras tenga el amor de su chica, los reveses de la vida no le preocupan
10 – ALL THE GIRLS LOVE ALICE
Su rockero compás sonoro y adulto es de una solidez incuestionable, incluida esa maestra parte final algo distorsionada y esos “background vocals” que transmiten tanto sentimiento. Por supuesto, con ninguna intención de que lo siguiente suene discriminatorio, es ésta una supuestamente ficticia narración sobre una atormentada prostituta lesbiana contratada por damas maduras de alta sociedad para complacer a estas segundas, evidentemente. El asunto acaba, de manera muy dramática, con la jovencísima meretriz, de 16 años, encontrada sin vida en el Metro.
También se ha especulado sobre que la protagonista no es una profesional del sexo o también se dio la circunstancia que algunos locutores de la época rumorearon que la letra estaba relacionada con Alice Cooper, el proyecto musical del shock-rockero Vicent Furnier y alguna de las fans femeninas de éste. Aunque ambos músicos se conocían, considero improbable, sin mucho sentido y rocambolesca esta segunda teoría que salió sobre “All the girls love Alice”.
El perenne disco Goodbye yellow brick road (1973) al que pertenece “Todas las chicas aman a Alice”, contiene otros temas del género aquí tratado como “You sister can´t twist ( but she can rock and roll)” o “Grey seal” que también deseo nombrar y acentuar en estos párrafos; además de otras de este mismo LP de las que se hablará después.
9 – TEACHER I NEED YOU
Bernie Taupin, cuando era niño, enamorado sumisamente de su maestra de escuela. Ni más ni menos, ésto es a lo que se refiere el texto. Aunque, de nuevo el vertiginoso rock americano de los 50 podría sobrevolar la sonoridad de “Teacher I need you” (incluida en el memorable LP Don’t shoot me, I´m only the piano player, de 1973), el caso es que Elton John se sintió influenciado por la manera de vocalizar del cantante estadounidente Bobby Vee, el cual obtuvo su porción de fama y gloria, a principios de los años 60. Los “uoooo oooo-ooh” cantados en la composición son vitalistas recursos vocales muy típicos del propio Elton, los cuales siempre agarran tu oido y no puedes escapar de ellos. De aquel creativo disco de “No me disparen, solo soy el pianista”, tampoco se pueden desdeñar golpes metálicos como la revoltosa y algo circense “Midnight creeper”, por ejemplo.
8 – LOVE LIES BLEEDING
Lo cierto es que “Funeral for a friend” y “Love lies bleeding” (1973) son dos canciones diferentes, unidas en 11 minutos dentro del disco Goodbye Yellow Brick Road. Una duración ésta que perjudicó que ambas pudiera salir en single, aunque en emisiones libres de la FM sí que tuvieron su popularidad estas “hermanas” tan dispares entre sí, las pocas veces que las radiaban continuadas. Sin embargo, si la coges aparte esta segunda de la que estamos tratando, se instituye como una de las locomotoras con más adrenalina que Elton haya arrojado jamás. “Y el amor yace sangrando en mi mano. Me mata pensar que pudieras estar con otro hombre. Yo tocaba rock and roll y tú eras una fan pero mi guitarra no podía abrazarte, así que rompí la banda”. Son versos éstos que resumen el contrariado y traicionado espíritu de un personaje inventado por ese efectivo poeta en la sombra que es Bernie Taupin y musicado por un Elton John, sobre el que muchas veces escasean los términos para describir su grandeza.
7 – MEAL TICKET
El único acelerón, aunque maestro e indómito éste, contenido en el destacable y especial disco autobiográfico Captain Fantastic and the Brown Dirt Cowboy (1975). Una de las elucubraciones sobre lo que cuenta la canción parece referirse a los primerizos tiempos de cuando empezaban con la música los propios Bernie y Elton, dónde éstos estaban sin blanca y debían firmar, sin más opción, el “cupón de alimentos” que les ofrecían los adinerados dueños de las disqueras. Sin embargo, el propio Elton matizó en alguna ocasión, que todo era un enfoque sobre la envidia y los celos que sentían él y su amigo letrista por como otros conseguían triunfar en el rock y ellos mismos no lo hacían, allá por finales de los años 60; teniéndose que conformar, efectivamente con los contratos que les plantaban a la dupla. La estrofa contenida en dicho tema:“Mientras los demás suben para alcanzar alturas vertiginosas, el mundo que tengo delante es en blanco y negro, estoy en la línea de fondo, en la línea inferior”, podría dar una pista más específica sobre el asunto.
6 – PINBALL WIZARD
A la magistral y dinamitadora versión, publicada en 1976, que fabricó Elton John para la banda sonora de la película Tommy, la considero aún más carismática y de más vigor todavía que la original, de 1969, de los mismísimos The Who. El pianista pone las cosas ya muy emocionantes con el pianístico solo inicial, donde también la coral de partida añade un punto de tensión; todo ello antes de explosionar los trallazos de guitarra de Davey Johnstone. Dicha adaptación se grabó en los Estudios Rampart, en Londres, propiedad de los propios The Who. Se terminó de un solo día por parte de Elton y su propia banda, con la producción del habitual Gus Dudgeon.
Por otro lado, se antoja imposible apartar del recuerdo esa escena del film Tommy, de 1975, con el “Pinball Wizard” Elton calzando esas divertidas botas de 5 metros de alto, con las máquinas de juego echando humo y en descontrolada competición contra Roger Daltrey, a ver cual de los dos le pegaba más duro y más rápido a la bola del petaco. Finalmente, se alza memorable la invasión del escenario por parte del público, donde el estirado super-campeón (E.J., claro) es derrotado y derribado por el modesto aspirante y “nuevo mago del pinball”, Tommy (interpretado por el propio Daltrey). Es éste un flash crucial en la carrera de este inmortal solista del r’ and r’, ya que este sencillo es una de sus 10 canciones de más éxito en su propio país, Inglaterra (se subió al nº7); alcanzando también un alto puesto, dicho corte, en otros países como Estados Unidos.
5- CROCODILE ROCK
Un single que arribó al nº1 en las listas de Estados Unidos, a primeros de 1973 y de paso, también arrastró a esa posición al disco al que pertenece, es decir, Dont’ shoot me, I´m only the piano player (1973). En consecuencia, pianistas más que míticos de aquel país como Ray Charles o Jerry Lee Lewis fueron una indudable influencia temprana para Elton John, el cual, precisamente, homenajea en “Crocodile Rock” el rock and roll de los años 50 y primeros de los 60, en Norteamérica. La canción desprende historias sobre un baile a todo trapo, el cual practicaba el narrador y una tal Susie, denominado “Rock del Cocodrilo”, el cual hacía la competencia (y en el fondo, es un tributo) al “Rock around the clock” y al “See you later, alligator” de Bill Haley. Sin embargo, dicha tonada alternativa desapareció y fue olvidada.
Sin duda, es una nostálgica canción-homenaje sobre el rock de esa franja temporal, donde mucha gente puritana dió por muerta a esta corriente, en la América de finales de los 50, pero donde luego, dicho género resucitó para siempre y por fortuna. Los famosísimos cantos en falsete “laaaa, la, la, la, la, laaaaa” también son un evidente guiño cariñoso a los coros del tema “Speedy Gonzales” , lanzada ésta en 1962 por Pat Boone, alguien que fascinaba a Elton cuando éste era un adolescente.
4 – GROW SOME FUNK OF YOUR OWN
“Pásalo bien por tu cuenta”, es un single que mereció alcanzar un puesto más elevado en 1976 y que supone otra de las más sublimes canciones que Elton planteó hacia órbitas más “hard”, opino yo. Todo ello dentro de Rock of the westies, LP del año anterior, 1975, y para mí, uno de los más vistosos y cualitativos trabajos de toda su trayectoria. El artista cuenta un pasaje acerca de un británico que viaja a México, se mete en una cantina a escuchar música local y se enamora de una habitante de aquel país pero el novio de dicha señorita le amenaza por ello y éste le aconseja al narrador que tome el próximo vuelo de vuelta. Por suerte, todo es un episodio onírico, para el cual ayuda mucho a ese efecto atmosférico las marimbas del percusionista Ray Cooper, ofreciendo éste un sutil contrapunto al ronco empuje de la vocalización de Elton, la punzante guitarra de Davey Johnstone, el oportuno saxofón de Lenny Pickett y el resto de su super-banda de aquella época, como también, nada menos que James Newton Howard a los teclados, entre otros músicos de lujo al servicio de la “super-star”.
3 – THE BITCH IS BACK
El raudo rasgueo de la seis cuerdas a cargo de Davey Johnstone (el cual lleva tocando en la banda Elton desde 1971) marcan para bien, uno de las más excepcionales y poderosas canciones de nuestro protagonista. La letra de Bernie Taupin, podría tener origen, quizás, en la propia esposa del letrista, por entonces, Maxine Feibelman. Ella misma, dentro de un lenguaje de casa, exclamó: “¡Oh no, la perra ha vuelto!” ante uno de los ataques de rabia que el propio Elton John solía tener en presencia de amigos suyos como el propio Taupin y su ya ex – mujer. También se ha especulado que fue el propio cantante mascullaba cosas como “levantando la vara, os escupía a los ojos” y demás actos de alocada juventud, con el mismo Bernie anotando después aquellos gruñidos de su compadre.
Tercera vías ajenas sugieren que lo del explosivo término de “perra” ( repetido numerosísimas veces en la canción), vertido en esta nerviosa canción 1974 (con la beata sociedad de Inglaterra, de por entonces, con la escopeta preparada y con los DJs negándose a emitir el corte en la radio), es la primera señal pública que ofrece el intérprete sobre su homosexualidad, algo que se iría destapando, más abiertamente y de modo gradual, durante la segunda mitad de los años 70 (bisexualidad también incluida) y lo cual acabó de confirmar por completo y sin restricciones de ningún tipo el mismo Elton, en 1988, tras divorciarse de su esposa Renata. Una prueba de que este tema no llegó a ofender a muchas mujeres es que varias y conocidas artistas como Tina Turner, Rihanna, Miley Cyrus o Lita Ford han versioneado “The bitch is back”, dónde también las y los transeúntes de toda condición acaban entonando y cediendo al son de este histórico y cabreado ritmo.
2 – CHASING THE CROWN
Sin ser 21 at 33 uno de sus álbumes-cumbre (aunque cerca se queda), considero “Chasing the crown” (“Persiguiendo la corona”), de 1980, uno de los rocks mejor ensamblados, más arrolladores y de más profundidad creados por el virtuoso pianista, nacido en el condado de Middlesex. La guitarra de Steve Lukhater, uno de los más respetados músicos de estudio de la época, enciende y dispara todavía más el enérgico tema. Este podría hablar, tal vez, sobre conquistadoras y monárquicas actividades del diablo, muy en la onda de la temática de “Sympathy for the devil” de los Rolling Stones. Efectivamente, los casi 6 minutos de éxtasis musical de Elton John comienzan con estos versos: “Construí un muro en China, hundí un barco transatlántico, destrocé hogares y quemé tronos persiguiendo la corona”. Los superlativos coros de corte soul que tejen Vennette Gloud, Carmen Twillie y Stephanie Sprull no pueden dejarse tampoco de alabar.
1 – SATURDAY NIGHT’S ALRIGHT (FOR FIGHTING)
Desde el desenfrenado primer acorde ya saltan muchos melómanos de la butaca para sentir, plenamente, la exorbitante “El sabado por la noche es idóneo para pelear”, perteneciente al disco Goodbye Yellow brick road, de 1973. La narración está basada en los pendencieros sucesos entre dos grupos de sendas pequeñas localidades del condado británico de Lincolnshire, donde vivía el propio letrista Bernie Taupin, el cual sentía añoranza por esas apasionantes épocas que según él mismo vivió. De esta manera, los habitantes de Market Rasen y de Caistor solían armar vandálicas trifulcas, entre ellos, el sexto día de la semana, en un pub de la primera ciudad nombrada.
Aunque los largos ensayos comenzaron en Jamaica, Elton no acababa de quedar contento con el resultado final de este abrumador rock and roll, así que él y su banda regresaron a los estudios del Chateau d’Hérouville (París), donde el artista ya había compuesto y tocado los álbumes Honky Chateau y Don’t Shoot Me, I´m Only the Piano Player. Una vez allí, todo transcurrió como la seda y “Saturday night’s alright” se grabó en una sola toma debido a la perfecta compenetración de todo el grupo, donde también militaban Nigel Olsson (batería) y Dee Murray (bajo); aparte de los mentados Davey Johnstone y Ray Cooper. Algunas emisoras de radio se negaron a pinchar la canción, en aquel año 73, por considerarla como una provocación a las revueltas.
Por lo tanto y en mi opinión, Sir Elton John es un “rocker” por naturaleza, a la vez que también un formidable baladista.
Las 15 mejores baladas de Elton John
Fidel Oltra
Nadie lo hubiese dicho hace tres o cuatro años, pero Elton John vuelve a estar de moda. Quizás el suyo no sea el mejor ejemplo de cómo llevar adelante una carrera artística, pero de lo que no cabe duda es de que estamos ante uno de los grandes talentos musicales de las últimas décadas, sobresaliente sobre todo en la primera mitad de los 70. Dueño de una gran capacidad para crear melodías imperecederas, encontró en Bernie Taupin el complemento necesario para dejar un legado impresionante, repleto de canciones que todos hemos escuchado hasta la saciedad en radio y TV. Desde ahora, también en el cine. Junto a mi compañero Txus Iglesias, hemos decidido proponer una lista con las mejores canciones de Elton John publicada en dos partes. A mí me corresponden las baladas, y lo cierto es que hay mucho y muy bueno para escoger. Es complicado quedarse solo con 15, y también es complicado juntar 15 baladas de Elton John sin pillar un empacho de azúcar, pero lo cierto es que, despojándolas de toda la parafernalia mediática, pienso sinceramente que estas 15 canciones, al menos la mayoría de ellas, pueden estar fácilmente entre las mejores baladas jamás escritas en la historia de la música popular. Como siempre, cada uno tendrá su lista particular. Esta es la mía, y de antemano acepto las críticas de quienes puedan considerar que algunos de sus grandes éxitos comerciales tardíos merecían estar en la lista, pero… ¿cuál quitamos?
15 – SORRY SEEMS TO BE THE HARDEST WORLD
Por algún motivo esta gran balada, aunque está presente en muchos recopilatorios de Elton John y ha sido versionada por multitud de grupos y artistas, no suele estar entre sus grandes éxitos más recordados. Seguramente porque tiene muchísimos, supongo. Tal vez porque pertenezca a una época en la que Elton empezaba a perder el rumbo, o porque se encuentra en un disco que ya no suele figurar entre los más considerados de su carrera, Blue Moves (1976). Taupin escribió aquí una letra desgarradora sobre el fin del amor a la que Elton John, como de costumbre, supo poner la música que mejor hacía destacar ese carácter trágico de la canción. Los arreglos, los coros, el falsete, la producción en general…todo está encaminado a rompernos el corazón. Ray Charles la cantó a dúo con Elton en el último álbum que grabó antes de su muerte, en 2004.
14 – SOMEONE SAVED MY LIFE TONIGHT
Para mucha gente, el último momento de pura lucidez y genialidad de Elton John fue su grandioso álbum de 1975, el primero de los dos que publicó aquel año, Captain Fantastic and the Dirt Brown Cowboy. Un álbum muchas veces menospreciado por la gente que no conoce a fondo la obra de Elton, ya que solo se extrajo un single del disco (que fue precisamente este) y prácticamente ninguna de sus canciones suele aparecer en sus recopilatorios. Se trata de un disco muy autobiográfico, el que más en su carrera, en el que Bernie Taupin parece echar el resto en busca de intentar devolver a Elton John al mundo en el que ambos vivían antes de que la fama avasallara con todo. En esta canción se habla del intento de suicidio, o uno de ellos, del cantante. Elton la canta con emoción, sin ápice de ironía, no sabemos si con un hilo de esperanza o asumiendo su derrota.
13 – ELTON’S SONG
Si “Elton’s song” fuese más conocida, sería considerada como el “My way” de Elton John. Es increíble que tuviese que llegar un letrista que no fuese Bernie Taupin para realizar este retrato tan nítido del amor homosexual, pero de alguna manera es lógico dado que Taupin era heterosexual. Fue Tom Robinson, conocido activista a favor de los derechos LGBTI y autor del gran éxito en USA “2-4-6-8 motorway”, quien puso letra a una historia que podría ser la del propio Elton. Así lo debió entender el cantante, quien al recibir la letra solo con la anotación “Elton’s song” en la cabecera decidió dejarla como título en un gesto de aceptación y apropiación. La idea de Elton John era tocarla solo al piano, de la manera más cruda posible, pero en algún momento de la producción se decidió incluir un arreglo de sintetizador obra de James Newton-Howard que potenciara el clímax de la canción, que ante la falta de estribillo o crescendos claros quedaba algo plana. El tema está incluido en su álbum de 1981, The Fox.
12 – BLUES FOR MY BABY AND ME
Otro tema poco recordado de Elton John aunque, en mi opinión, está al mismo nivel de sus grandes baladas más famosas. Una canción ligera, aparentemente sencilla, con una luminosidad espléndida y casi libre de excesos orquestales, que estaba incluida en uno de los mejores discos de Elton: Don’t Shoot Me, I’m The Piano Player (1973). Aquí encontramos a Elton John y Bernie Taupin quizás en su mejor momento, además de a una banda en estado de gracia (Davey Johnstone, Nigel Olsson, Dee Murray) con la que grabó algunos de sus mejores discos. Aunque la producción del álbum figura a nombre de Gus Dudgeon, en esta canción los arreglos son del gran Paul Buckmaster, artífice del sonido pomposo y orquestal de muchas de las canciones de Elton John pero aquí algo más contenido, entendiendo que lo mágico de “Blues for my baby and me” es su melodía, su espléndido puente y su maravilloso estribillo. No hacía falta embellecerla mucho más, aunque Buckmaster no pudo evitar colar algún arranque sinfónico, lo que parecen cítaras y otros sonidos marca de la casa.
11 – MONA LISAS AND MAD HATTERS
Una de las baladas menos dulzonas de Elton John, tanto por su música como por la agridulce letra escrita por Bernie Taupin después de un incidente durante una de sus primeras visitas a Nueva York. La producción de Gus Dudgeon está también aquí más contenida que otras ocasiones, creando una atmósfera de solemnidad. Un canto a la Gran Manzana, con todos sus problemas e inseguridades, cuya letra hace referencias a ese “Spanish Harlem” que cantó en su momento Ben E. King. Un canto, principalmente, a esa variedad de gentes, lenguas y razas que puebla la que posiblemente sea la ciudad más cosmopolita del mundo, odiada y amada a la vez. También a la gente que, en general, te encuentras por el camino de la vida. El tema está incluido en su álbum de 1972 Honky Château y tiene una de las melodías más bonitas escritas por Elton John en aquellos años, y eso que escribió muchísimas en esa etapa gloriosa de los primeros años 70.
10 – GOODBYE YELLOW BRICK ROAD
La excesiva producción y los sobredimensionados arreglos de Del Newman no pueden esconder que estamos ante una de las mejores baladas de Elton John. Una canción mágica, como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta que está inspirada por la película El Mago de Oz y su famoso camino de baldosas amarillas. La letra de Taupin hace referencia a uno de sus temas más recurrentes en aquellos años: la necesidad de volver a lo básico, de huir de esa vida complicada y excesiva a la que, sobre todo Elton, se veían abocados irremediablemente. Elton John le puso una música genial, delicada y ligeramente basada, en los versos, en el famoso Canon de Pachelbel. El estribillo, sobre todo la entrada con unos coros multitudinarios, es explosivo y contiene todas las señas de identidad de Elton: el falsete, la orquestación, los arreglos suntuosos. La canción está incluida en el álbum doble del mismo nombre, una de sus grandes obras maestras de aquel periodo.
09 – CANDLE IN THE WIND
Uno siempre duda si sacar a la palestra, o no, esta canción de Elton John, motivo de bufa y escarnio sobre todo después de que su autor la “reciclara” tras la muerte de Diana de Gales. Pero, ¿cómo dejar una de sus mejores baladas fuera de esta lista? “Candle in the wind” fue originalmente dedicado a la memoria de Marilyn Monroe, aunque al escribir la letra bien pudiera ser que Taupin tuviese en mente al propio Elton, que empezaba a llevar una vida peligrosa y complicada. Según el autor de la letra, esta hubiese podido hacer referencia a James Dean, Montgomery Clift o cualquier otro gran ídolo muerto antes de tiempo. De hecho la frase “candle in the wind” la encontró Taupin en una esquela conmemorativa de la muerte de Janis Joplin. Curiosamente, al contrario de lo que ocurrió con otros temas, en su LP en vivo Live in Australia Elton John optó por eliminar todos los arreglos y dejar solo un leve zumbido de sintetizador acompañando a su voz y su piano. El resultado, magnífico y emocionante a pesar de su cascada voz. “Candle in the wind” fue publicada originalmente, además de como single, en el álbum Goodbye Yellow Brick Road, de 1973.
08 – COME DOWN IN TIME
Cuesta creer que “Come down in time” fuese un descarte del álbum homónimo que Elton John publicó en 1970, un disco que muchos creen que fue su debut aunque realmente tiene otro anterior, de 1969, apenas conocido. Se trata de otra de esas canciones sencillas que el talento de Elton John, en este caso fragmentando las melodías y entrecortando la letra, convertía en obras de arte. El arreglista Paul Buckmaster compuso para la canción una espléndida capa de arreglos de vientos y cuerdas que le proporciona una atmósfera envolvente y misteriosa, el perfecto condimento para una historia de amor sencilla, una conversación amorosa entre dos amantes. “Come down in time” está incluida en uno de los mejores y más atípicos discos de Elton John, Tumbleweed Connection, en el que la pareja Elton/Taupin trabajó sobre el concepto de la música de raíces norteamericana con un resultado sorprendentemente exitoso, a pesar de lo cual no volvieron de manera tan clara a ese estilo hasta sus discos de madurez.
07 – HARMONY
Otra de las maravillas que con tanta facilidad componían Elton John y Bernie Taupin en la primera mitad de los 70. Una balada que empieza oscura, opresiva, con menos presencia del piano que de costumbre, antes de explotar en un estribillo típico de la casa, con coros multiplicados por infinito, crescendos, arreglos orquestales omnipresentes y todo lo que hizo grande, y a veces odiado, a Elton John. Se trata de una canción curiosa por su dualidad, que tiene la rara cualidad de llevar al oyente en volandas del desánimo más profundo a la alegría más estrepitosa. Lo mismo ocurre con la letra: Taupin se debate entre el amor por la persona que se fue y regresa a su lado, y la incertidumbre de si el regreso se debe a que el amor es mutuo o al acoso de la soledad. Otro de los grandes temas que aparecen en el doble Goodbye Yellow Brick Road, disco de 1973, uno de los pocos casos de discos dobles sin ningún tema de relleno, aunque tal vez me pierda mi condición de fan absoluto de Elton en general, y de ese álbum en particular.
06 – I GUESS THAT’S WHY THEY CALLED IT THE BLUES
Aunque la opinión general es que la carrera de Elton John tocó fondo a finales de los 70 y su paso por los 80 fue lamentable, esta afirmación no es cierta del todo. Es verdad que sus últimos discos de los 70 son difíciles de defender, pero en los 80 Elton John todavía conservaba su talento, como no podía ser de otra manera. Un talento que dio frutos más a cuentagotas que en su etapa dorada, pero lo mismo pasó con multitud de artistas de su generación. Uno de esos chispazos de genialidad es esta maravilla inolvidable llamada “I guess that’s why they called it the blues” que, junto a otros temas menos brillantes como “Little Jeannie” o “Nikita”, nos recordaba que el gran Elton baladista estaba todavía ahí, sonando en la radio como en sus mejores tiempos, de nuevo codo a codo con Bernie Taupin. Otro gran artista de los 70 que tuvo una década de los 80 comercialmente exitosa pero inferior en calidad, Stevie Wonder, sopla la armónica que suena en la canción. “I guess that’s why the called it the blues” está incluida en su disco Too Low For Zero de 1983, que contra todo pronóstico contaba con una cara A excelente.
05 – YOUR SONG
Una de las canciones más bonitas de Elton John, y también de toda la historia de la música. Una sentida balada cuya letra fue escrita por Bernie Taupin, tal como cuenta la película que hacía la pareja en sus inicios, en casa de la madre de Elton. En aquellos momentos Elton y Bernie escribían para sí mismos y para otros artistas, siendo los entonces famosos Three Dog Night la primera banda que grabó “Your song”. Estamos ante la canción de amor perfecta, con una estructura inmejorable y una letra bellísima sin llegar a resultar empalagosa. Elton John, por supuesto, tiene como mínimo el 50% de culpa del magnífico resultado, completando la letra con una frágil pero efectiva melodía de una brillantez reseñable, y cantándola con una emotividad nada forzada y también digna de elogio. A pesar de que fue lanzada como cara B de uno de sus primeros singles, pronto llegó a ser una de las canciones favoritas de esa primera etapa de Elton John. Este primer gran fruto de la colaboración entre Elton, Bernie, Gus Dudgeon y Paul Buckmaster estaba incluido en el segundo disco de Elton John, homónimo, publicado en la primavera de 1970.
04 – EMPTY GARDEN
Quizás objetivamente no sea una de sus cinco mejores canciones, pero es un tema al que le tengo gran cariño y del que tengo recuerdos inolvidables. Lo escuché por primera vez en uno de esos vídeos musicales que, en la TV pública de entonces (la única), se usaban para rellenar los espacios entre programas cuando no había tanta publicidad como ahora. Inmediatamente caí rendido a sus pies, más al saber que era un homenaje al recién desaparecido John Lennon. Para nadie es un secreto que había una buena amistad entre Lennon y Elton John, así que era de esperar que Elton lanzara algún tema con el que recordar al asesinado ex Beatle. El propio Elton tenía sus dudas, no quería sonar demasiado a Lennon ni a los Beatles, tampoco sabía cómo enhebrar sus sentimientos con una canción. Claro que para ello estaba Taupin, quien le hizo a Elton John uno de sus los mayores regalos de su vida con la letra de “Empty garden (Hey, hey, Johnny)”. De una emotividad intensa pero nada ñoña en mi opinión, aunque a alguien le puede parecer que lo es, Taupin encuentra las palabras exactas para lamentar la desaparición de Lennon y, a la vez, hacer que nos alegremos de que hubiese existido. La canción está incluida en Jump Up!, uno de sus olvidables discos de principios de los 80, lo que demuestra que incluso en los peores álbumes de Elton John siempre podemos encontrar alguna joya.
03 – TINY DANCER
Otra de las canciones más bellas compuestas por Elton John y por cualquier otro compositor de la historia del pop. Devuelta a la popularidad por la famosa escena del autobús en la película Almost Famous (2000), la canción estaba incluida en uno de los grandes discos de Elton, Madman Across The Water (1972). “Tiny dancer” nos muestra varios de los hallazgos melódicos de Elton John, efectivos trucos que repetiría en otros temas: los crescendos, los cambios de clave y de ritmo, los pegadizos riffs de piano que arrancan la canción y la llevan en volandas hasta un estribillo majestuoso… El puente que lleva hasta el estribillo es casi tan memorable como este. La letra es otra obra de arte de Taupin, esta vez inspirado en sus visitas a la soleada y libertina California. Inicialmente fue considerada demasiado larga para ser un single, pero tras su publicación fue ganando en popularidad, sobre todo en países como Australia y Canadá, hasta convertirse en uno de los himnos más entrañables de Elton John. Paul Buckmaster y Gus Dudgeon también merecen ser nombrados, creando entre ambos un colchón orquestal sencillo, romántico y espléndido que arropa a la canción y la arrastra a través de una espiral ascendente hasta el eruptivo estribillo final, antes de volver a la línea melódica del piano y acabar dejando la sensación de haber asistido a una verdadera obra maestra.
02 – ROCKET MAN
Parece mentira que alguien pudiese coger esa magistral canción que es “Space oddity”, de David Bowie, y hacer otra de igual magnitud basándose en sus ideas. Aunque en realidad Taupin afirma que se inspiró para la letra en una historieta de Ray Bradbury, a nadie se le escapa que Gus Dudgeon fue también el productor de la canción de Bowie. ¿Casualidad? Puede ser, pero la estructura de ambas canciones es bastante parecida, no solo la letra. El final de ambas, con esa repetición de frases y ese desvanecerse de la canción hacia el espacio, es muy similar. “Rocket man” es, como todos sabéis, la canción que da nombre a la película ahora en boca de todos y que cuenta en forma de fábula musical la vida y obra de Elton John. Incluida en su disco de 1972 Honky Château, es normal que fuese escogido para dar nombre al film, puesto que se trata de una de sus canciones icónicas, uno de sus mayores éxitos, y también uno de sus mejores temas.
01 – DANIEL
Y llegamos al número uno, que en mi caso no podía ser otro. En primer lugar por ser una de las canciones más bellas jamás escritas, un tema que no se me ocurre de qué forma podría mejorarse, una muestra de enorme talento por parte tanto de Taupin (¡qué letra, por Dios!) como por parte de Elton, mágico al piano (eléctrico, por cierto, algo nada habitual en su carrera) y dotando de una melodía perfecta a la poesía de Bernie Taupin. Este escribió una de sus mejores letras, quizás la mejor, aunque muchos no nos enteramos de que, en realidad, era una mezcla entre canción protesta contra la Guerra de Vietnam y su sempiterno tema de la vuelta a las raíces, al hogar. Si es mi canción favorita de Elton John, y una de mis favoritas de toda la historia, es seguramente porque la descubrí con 11 o 12 años, en casa de un amigo, en una de esas veladas a media luz en las que nos iniciábamos en la música, donde todos los sonidos que brotaban de la radio eran mágicos porque eran nuevos e inaccesibles hasta la siguiente vez que volvían a sonar. Con nuestro patético inglés éramos capaces de intuir que el tal Daniel tenía algo que ver con España, lo cual nos parecía exótico en una canción extranjera. “Daniel” es una de las canciones incluidas en el disco Don’t Shoot Me, I’m The Piano Player, de 1973, pero en realidad podría pertenecer a cualquier disco de cualquier tiempo o lugar, o a ninguno en realidad. Es una canción fuera del espacio y del tiempo. Una de las canciones de mi vida, y una de las favoritas de mi mujer desde que la escuchamos juntos por primera vez.
Extasiado y felizmente agotado, tras leer casi durante una hora (la revisión de los vídeos, y de nuevo su música, conllevará más tiempo, pero no menos alegrías) este antológico artículo/dossier/homenaje a la figura de Elton John (y de Bernie Taupin, en más del 90% de las elecciones) a cargo de Txus Iglesias y Fidel Oltra, que bien desde los temas Rock and Roll de Elton o su faceta complementaria como baladista (brilló, brilla y brillará en ambos estilos; yo también pondría en ambos o «I’m Still Standing» o «Don’t Let the Sun Go Down on Me»; otro apartado, por favor, para los mid-tempos Pop («Don’t Go Breaking My Heart» «Part Time Love», «Philadelphia Freedom», «Benny and the Jets»…;pero, efectivamente, ¿cuál quitas, entonces?. En fin, aturdido aún e intentando procesar tanta -y tan novedosa, muchas veces.para mí, en temas no sacados en single- información la aportada por los dos geniales articulistas, no me queda sino reconoceros y agradeceros sinceramente (por extensión, a Muzikalia) -ya que comparto vuestra devoción- el esfuerzo y dedicación empleados, no amilanándoos la intrínseca dificultad, dada la magnitud de esa trayectoria musical atemporal, de acometer esta gran recensión que ha sido objeto de este vuestro agradecido estudio, repleto de conocimiento, cariño, deleite y consideración.
Enormes gracias, F. Xavier, por todo tu seguimiento y tu extenso comentario forero hacia el especial que hemos hecho Fidel Oltra y yo para Muzikalia sobre el más que prodigioso ELTON JOHN, el cual para mí, como mínimo está a la altura de los Bowie, Dylan, Billy Joel, Neil Young, Van Morrison, etc, etc
Agradezco también, F. Xavier, tus opiniones y aportaciones de canciones que has comentado y también extraordinarias como «Philadelphia Freedom», «Bennie and the Jets», «I´m still standing», etc ,etc. Con el increíble y genial Elton John podemos estar horas y horas hablando maravillas de su enorme cantidad de buenísimas canciones. Efectivamente, F. Xavier, nos fue dificilísimo a ambos articulistas, de MZK, elegir 15 rocks y 15 baladas debido a este motivo y es que como digo el pianista británico da para muchas conversaciones ( y la mayoría a favor las mismas).
ELTON FOREVER!
Un saludo, Xavi.
Txus
Espectacular artículo sobre Elton John.
Soy muy seguidora de su música.
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