Richard Hawley – Cole’s Corner (Mute/EMI)
Es difícil encontrar hoy en día a un artista que exprese sus emociones de una forma tan sincera. Es complicado que un músico, para hablar del amor deje a un lado el fácil recurso del sufrimiento y se centre en los sentimientos para hacer de cada una de sus canciones una declaración en sí misma. Richard Hawley lo lleva demostrando desde su EP de debut (Richard Hawley (01)) y lo ha corroborado en sus dos trabajos posteriores, Late Night Final (02) y Lowedges (03), cuando cansado de ser un guitarrista mercenario, comenzó su brillante carrera en solitario para llegar a convertirse en uno de los compositores británicos más interesantes. Un crooner del nuevo milenio, heredero del rock and roll más clásico.
Como salido de una máquina del tiempo, esta rara avis de la música de nuestro tiempo, continúa teniendo como referencia a figuras de la talla de Elvis, Roy Orbison, Scott Walker o Ricky Nelson, donde ha vuelto a encontrar los ingredientes suficientes para entregarnos Cole’s Corner, su nuevo trabajo. Un disco que ha tomado el nombre de una esquina de Sheffield, de una especie de punto de encuentro donde desde hace un siglo surgieron multitud de parejas.
En él, Hawley vuelve a derrochar la misma carga de sensibilidad y de emociones a las que nos tiene acostumbrados aunque subiendo varios peldaños. Si tras un comienzo arrebatador plagado de cuerdas (“Cole´s Corner”) pensamos en un cambio de registro, pronto volvemos a encontrarnos con su sonido habitual en forma de slides, guitarras acústicas y melodías sobrecogedoras. Ahí está la melancolía de la excelsa “Hotel Room”, la pasión de la que podría ser la canción del año, “The Ocean” o los momentos mágicos de “Born Under A Bad Sign” y “Tonight”.
Si quieren más, ahí tienen el poso country de “Just Like The Rain”, “I Sleep Alone” o “(Wading Through) The Waters Of My Time” o el hipnótico final de esa “Last Orders”, que hacen de Cole’s Corner uno de los discos más sobresalientes de lo que llevamos de año y sin duda, lo más grande que nos ha dado Hawley hasta nuestros días.