Ron Sexsmith – Hermitage (Cooking Vinyl)
La mudanza de Ron Sexsmith de Toronto, la ciudad más grande de Canadá, a un pequeño pueblo de Ontario llamado Stratford, determina de manera crucial su último disco, Hermitage. El ambiente rural de su nuevo hogar, los paseos por el lago contemplando cisnes, el canto de los pájaros que se pueden escuchar ya en la primera canción del disco… inspiran la música y las letras de los temas y nos muestran la nueva vida de Ron Sexsmith en su particular “ermita”.
Es tan relevante la nueva ubicación para el disco que el sonido de Hermitage emana directamente de este nuevo hogar. Durante unas semanas Ron Sexsmith y el productor Don Kerr pusieron la casa patas arriba convirtiéndola en un estudio de grabación. El propio Sexsmith bromea comparando la grabación de Hermitage a la que hicieron los Rolling Stones en la famosa mansión Villa Nellcôte, donde registraron Exile on Main St. Otra característica original del disco es la interpretación por parte de Ron Sexsmith de todos los instrumentos excepto la batería, a cargo de Don Kerr. El artista admite que durante las sesiones de grabación “disfrutó como un niño en una tienda de caramelos”, poniendo por ejemplo un clavecín en “Chateau Mermaid” o tocando acordeón y banjo en “Lo and behold”. Aparte, como hemos comentado, de interpretar guitarra, bajo y piano en prácticamente todos los temas.
El disco abre con “Spring of the following year”, canción que toma una nueva dimensión, no prevista por el autor, por las condiciones provocadas por la pandemia en el momento de su publicación. Al escucharla es imposible no sentir la nostalgia de una primavera perdida por el confinamiento, mientras se espera con ilusión la del following year. En general, el tono alegre y animado tanto musical como líricamente del disco es un regalo muy necesario y conveniente en estos tiempos de incertidumbre. Hermitage está impregnado del optimismo que genera una nueva vida más serena y también más romántica, la oportunidad de reinventarse a mitad de los cincuenta, de empezar de cero otra vez. Ron Sexsmith parece querer dejar atrás de este modo la etiqueta de artista melancólico y de creador de temas donde abundan las quejas y lamentos, y en parte lo consigue. La segunda canción es un homenaje a su nueva casa, bautizada como “Chateau Mermaid” donde nos da la bienvenida y nos invita a entrar y a disfrutar de la estancia. Podemos seguir conociendo su nuevo hogar y su decoración kitsch, mientras escuchamos algunas versiones de las nuevas canciones en las fantásticas “The Hermitage Sessions” presentes en Youtube.
En total el disco está compuesto por 14 temas, 14 delicadas miniaturas pop como “Glow in the dark stars”, “Small winded world” o “When love pans out” donde como siempre en Sexsmith lo más importante es la melodía, y donde se aprecian las grandes influencias de artistas como Paul McCartney, Elton John o Ray Davies. Pese a todo, es de suponer que Hermitage no estará en las listas de los mejores álbumes del año. Después de un cuarto de siglo publicando música sensible y elegante, siempre con un gran gusto por el detalle; el canadiense parece resignado a no poder alcanzar de ningún modo al gran público. Sus canciones no buscan el estribillo fácil y pegadizo; requieren de varias escuchas y de tiempo para degustarlas, como bien saben sus pocos pero fieles seguidores, que las disfrutan con el placer extra que proporcionan los secretos bien guardados.
Escucha Ron Sexsmith – Hermitage