The Cubical – Wurlitzer Ballroom (Madrid)
The Cubical son una suerte de quinteto británico criados en la ciudad que vio nacer el Mersey Beat, y aunque lo suyo sea más menos amable y visceral no anda exento de ritmo. Dos excelentes álbumes les avalan y sus actuaciones, que no suelen dejar indiferentes, hacen de ellos uno de los mejores grupos británicos nacidos en los últimos años en lo concerniente al Rhythm and Blues (del bueno) garrulo y Garajero. Los conocimos en la edición del Azkena 2010 en una incendiaria actuación que sorprendió a propios y extraños con el sello que imprimen el líder/frontman y reverendo Dan Wilson y su voz cavernosa.
El caso es que ni las buenas críticas ni los comentarios sobre sus buenos conciertos fueron suficientes para llegar al medio aforo de la sala Wurlitzer Ballroom en este nuevo concierto, auspiciado por El Beasto Records. Justo en el momento de intentar contar mentalmente al público, es cuando me pregunté por qué el mundo es tan injusto y The Black Keys (banda a la que admiro, que conste) tocarán en el Pabellón de la Comunidad de Madrid con unos precios sonrojantes y estos chavales lo hacen a un precio prácticamente irrisorio en una sala medio vacía. No me dio tiempo a contestarme, cuando me quise dar cuenta mis pies y mi cabeza ya estaban bailando al ritmo de The Cubical y su set, bastante generoso a pesar de la poca afluencia de gente.
Para el comienzo de actuación el quinteto prefirió decantarse con algunos cortes de su primer álbum Come Sing This Cripled Tunes (excelente titulo) como “Edward the Confesor” o “Great White Lie”, para continuar alternándolas con temas de su segundo asalto discográfico, que supera incluso al anterior It Ain´t Human, así sonaron, entre otras; “Somethin New”, “Walking Like Jesus”, “An Ode to Frank Biber Kopf” o “Raga Time Army”.
Es una autentico placer para los sentidos “Rockeros” ver a Dan Wilson en acción y alternando su papel de Reverendo del Blues sobre el escenario, con su faceta de guitarrista, con una preciosa Gretsch blanca, mientras detrás de él una banda insultantemente buena desatan una tormenta perfecta. Para los últimos momentos de la actuación prefirieron ir dejando algunos de sus temas más conocidos; la inevitable “Like Me” (I´m a Peacock) o lo que debería ser su nuevo hit “Dirty Shame”. Excelente noche de las que se quedan atrapadas en la memoria gracias al buen hacer de unos tipos que, aparentemente, solo quieren pasarlo bien sobre un escenario.
¿Saldrán algún día en la portada del NME o Rolling Stone? Lo dudo, pero que ese pequeño detalle no os deje sin descubrir a The Cubical.