The Mary Onettes – Dare EP (Labrador)
De todas las bandas que actualmente practican el indisimulado revival ochenteno a medio camino entre Echo & The Bunnymen, The Sound, los primeros The Cure o Joy Division, el cuarteto The Mary Onettes es mi predilecto. No es que no disfrute, por ejemplo, con la grandiosidad de Editors o la elaboración de Interpol, pero los suecos me resultan más auténticos y libres de artificios, gracias al sobrio toque de serenidad que imprimen a todas sus canciones.
Los escandinavos deslumbraron con su impecable debut homónimo, The Mary Onettes (Labrador, 07), al que siguió una exitosa gira en la que aumentaron por méritos propios su número de seguidores. Antes de publicar el que será su segundo largo previsto para el mes de octubre, entregan este delicioso EP de tres temas con el que parecen confirmar que (afortunadamente) no van a emplear complicados giros en su sonido. Además ratifican su gusto por cuidar el pequeño formato, tratando con igual mimo todas sus canciones sin importar la finalidad que éstas tengan, como ya demostraron antaño en los singles Void (Labrador, 07) y Lost (Labrador, 06).
El mini CD se abre con “Dare”, una pieza marca de la casa donde la impecable voz de Philip Ekström -compositor de todos los temas- se hace acompañar de bellos violines dando calidez a un corte que, evocando fríos pasajes termina por destilar cierta épica. En cambio la reposada “Kicks” parece por momentos una composición devota, con un desarrollo en el que distintos instrumentos acompañan a la ensoñadora toma vocal hasta terminar por ganarle voluntariamente la partida. “God Knows I Had Plans” echa el cierre de forma brillante y es al menos tan válida como el tema principal que da título a la referencia, con un estribillo sin alardes pero indudablemente efectivo.
En cómputo, poco más de diez minutos tras un nuevo paisaje gélido en la portada, paliando la espera y aumentando al mismo tiempo las ganas de recibir el aún no titulado segundo elepé. Si han hecho los deberes tan bien como hasta ahora, el resultado rozará el sobresaliente.