The Tallest Man On Earth – Dark Bird Is Home (Dead Oceans/Popstock!)
Que cada nueva muestra de Kristian Matsson al frente de su proyecto como The Tallest Man On Earth tiende a suponer una buena noticia es algo ya asumido, después de tres discos y un par de EPs ampliamente apetecibles. El cuarto álbum del sueco no sólo continúa la tendencia, sino que además supera expectativas al resultar la más variada, vistosa y, en definitiva, acertada entrega completada por el músico hasta la fecha.
Matsson libera definitivamente su inspiración en un despliegue que utiliza el folk como punto de partida a través del que expandirse hacia un pop nostálgico, elegante, certero y de seductoras consecuencias. El resultado apunta en diferentes direcciones sin sacrificar un valioso equilibrio, incluyendo tradicionales herramientas de cantautor («Singers»), evocador misticismo («Fields Of Our Home», «Timothy») y cortes inmediatos («Darkness Of The Dream», «Slow Dance» y «Sagres» suponen una trilogía arrebatadora). También hay espacio para intuir la alargada sombra de Paul McCartney («Beginners», «Little Nowhere Towns»), antes de finiquitar el conjunto con dos cortes de amplio calado emocional («Seventeen» y la propia «Dark Bird Is Home» que da título al elepé).
Dark Bird Is Home (2015) es un álbum orgánico y realista que ralla siempre a gran nivel cuando no presume directamente de una evidente majestuosidad, y que tiene en el cuidado tratamiento de la melodía uno de sus puntos fuertes. Una obra emocionante y accesible desde su aparente sencillez que, ahora sí y de una vez por todas, confirma solemnemente todas esas sensaciones positivas que desde hace una década apuntaban a su autor como destacado dentro de la escena.