Conciertos

Christina Rosenvinge – Sala Mirror (Valencia)

No sé si la hora (temprano) y el día (jueves) eran los ideales, pero el caso es que la gira de Christina Rosenvinge, presentando su último disco La Joven Dolores, empezó en Valencia ante una sala que sólo se llenó a medias. Tal vez se notó que Christina ya había estado en nuestra ciudad hace apenas un mes, presentando en acústico este mismo disco en la FNAC. Lo cierto es que esperábamos bastante más gente.

El concierto empezó a las 22h, con la salida al escenario de la banda (bajo, batería, Charlie Bautista a la guitarra y la propia Christina alternando guitarras acústicas y eléctricas) y los primeros acordes de “Jorge y yo”, muy bien recibida por un público muy variado. En estos primeros minutos de concierto se notó una cierta falta de acoplamiento, algún problema técnico y algo de nerviosismo, lógico por tratarse del primer concierto de la gira. Tal vez por eso a la tercera canción echaron mano de un tema más rodado, “Negro cinturón”, que fue aplaudida con entusiasmo por la gente.

Ahí vimos las primeras sonrisas de Christina, que a continuación se sentó al piano para seguir desgranando canciones de La Joven Dolores (preciosas “Desierto”, “Eva enamorada” y “Mi vida bajo el agua”) y Tu Labio Superior (“A contrapelo”, “Eclipse”). Seguramente los mejores momentos de un concierto que ya empezaba a ir sobre ruedas.

De vuelta a la guitarra, Christina Rosenvinge siguió alternando canciones de sus dos últimos discos. Por supuesto una de ellas fue mi favorita “La distancia adecuada”, que no podía fallar y no lo hizo. La primera parte del concierto se cerró con una juguetona y seductora interpretación de “Debut”.

En menos de un minuto la banda volvió a aparecer para sorprendernos con la única canción en inglés de toda la velada: “Nickel song”, de su álbum Continental 62. Por un momento algunos pensamos que sonarían más canciones de sus primeros álbumes, o incluso de Subterráneos (hubiese sido genial escuchar su versión acústica de “1000 pedazos”), pero no fue así. Tras “La idiota en mi (mayor)” hubo otro pequeño parón, y finalmente los dos últimos temas fueron “No lloro por ti”, de su disco con Nacho Vegas, y (no podía ser de otra forma) su ya famosa “Canción del eco”, son unos coros a cargo del público que pusieron un colofón ideal a una noche que fue de menos a más.

Al final del concierto tuvimos ocasión de charlar un momento con Christina, y nos comentó que ciertamente se notaba que era el primer concierto de la gira, tanto para lo bueno (la magia de interpretar algunos temas por primera vez en un escenario) como para lo menos bueno (falta de rodaje). Me quedo con la parte positiva: fuimos testigos de algunos momentos mágicos que, por ser los primeros, serán irrepetibles.

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