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The Unfinished Sympathy – An investment in logistics (BCore Disc)

Desde que vemos el cuidado, elegante y simbólico diseño de la portada, sabemos que nos encontramos ante una obra milimétrica donde no se ha dejado ningún detalle a la improvisación. Cuando ponemos el disco en nuestro reproductor, comprobamos que nuestra intuición no ha fallado: el sonido es admirable, visceral y directo; y ya no nos sorprendemos de que Santi García esté detrás de otro disco que suena como un cañón. Y es que la ajustada producción consigue que las bases rítmicas derrochen contundencia, y que las guitarras y las voces ocupen ese lugar intermedio donde se aprecia con mayor rotundidad la exactitud de su ejecución.

Como muestra podemos señalar la canción que abre el disco, «Glowbug», con un bajo y una batería matemáticos, junto con unas guitarras parando y arrancando con furia a cada momento. En la emotiva «Prayers for time», sin embargo, escuchamos todos los instrumentos sonando mucho más incisivos y cortantes. Y en la más rockista «I killed her but that’s not the point», tanto la línea de bajo, como el patrón rítmico, se han construido de una manera más clásica (subrayado por el contrabajo que suena en un fragmento de la canción), pero no menos rotunda.

Así, podríamos seguir analizando todos los temas del disco, y afirmaríamos que, sin excepción, todos contienen unas espléndidas líneas de bajo y una diligente utilización de la batería, lo que proporciona a las voces y a las guitarras unos buenos cimientos desde los que poder brillar.

Porque las guitarras suenan mucho más brillantes y precisas que en su primer disco, con riffs tan afortunados como el de «Kid Rover» o tan rockerísimos como el de «Eviction Notice». Y porque, además, encontramos progresiones de guitarras tan interesantes como los de la canción que cierra el disco, «Flies came to our house», o como los de la canción que da título al cd con toda justicia, (declaración de principios sobre la agitada profesión de músico, desoyendo realistas consejos maternos), An investment in logistics.

En resumen, desde el primer tema, el sonido furioso del bajo, la batería y las guitarras no van a dejar de golpearnos con su precisión hasta que el disco termine treinta y cuatro minutos después. Y desde el primer tema, la voz de Éric, (que suena más contundente, convencida y radiante que nunca), va a convertir a esta colección de canciones en una audaz y lúcida visión de la música rock contemporánea.

Porque la voz va a ser el elemento determinante de este álbum. Ya que es por todos sabido que cuando a unas espléndidas bases rítmicas y a unas guitarras tocadas con precisión les sumas una melodía vocal inmediata, emocionante y tatareable, como la de la fenomenal Water liners, estamos muy cerca de lo que se conoce como canción rock perfecta. Y todos sabemos también que cuando esta melodía vocal roza lo sublime, estamos ante una maravilla que traspasa la frontera de lo cotidiano y se aloja para siempre más allá de los límites de la emoción, como sucede en Your weight on my shoulders.

Estoy seguro de que muchos grupos matarían por una canción como «Your weight on my shoulders», ya que es un prodigio de exactitud, emoción, seguridad y convencimiento; y porque esta suma de cualidades es lo que se supone que debe buscar toda banda de rock que se precie de ser tal.

The Unfinished Sympathy, una banda de rock en toda regla, ha encontrado ese difícil equilibrio entre la emoción, la exactitud y el convencimiento. Ahora sólo tienes que ir a tu tienda de discos para comprobarlo.

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