Nudozurdo – Sintética (Everlasting Records)
Resulta curioso caer a los infiernos con Nudozurdo. A pesar de haber tenido su trampa preparada durante años, nadie quiso darse cuenta de lo que allí ardía. Ni siquiera yo. Y mientras el mundo discográfico daba de lado el proyecto (un hurra por los sellos que lo dejaron pasar), Leo y los suyos han tenido tiempo de tejer una obra maestra que ha roto por completo el panorama del rock nacional.
Una voz, su voz, una atmósfera única, tan creíble como angustiosa, y unos ritmos que nadie entiende de dónde han salido. Nudozurdo es una experiencia en tiempos en los que escuchar música es sólo un pasatiempo. Es una lección de cómo y dónde tocar para hacer daño, de saber hurgar y regocijarse en el dolor, de reirse de uno mismo, de los demás, y aun tener risas a diestro y siniestro para repartir entre los presentes. Nudozurdo han tardado 6 años en ejecutar este “Sintética” (tras el imprescindible disco de debut, que será reeditado próximamente para hacerle justicia), pero podrían haber tardado 6 décadas y les hubiera estado esperando igual, porque eran tan necesarios que uno no imagina ya la vida sin ellos.
Intentar definir su música, sus letras, su mundo, sería una falta de respeto que no me atrevo a ejecutar. El arte nunca debió ser explicado, sino sentido. Me es igual a qué suenan y a qué se pueden parecer. Me es indiferente si entre sus influencias están unos o están otros. No tiene sentido desgranar algo tan grande. Debe quedar, en todo caso, a juicio del oyente y no de la maltrecha prensa española, que nunca comprenderá que hay conexiones y sentimientos que ni siquiera se pueden describir. Hagan el esfuerzo de bajarse el disco o de robarlo, de copiárselo de un amigo o incluso de comprarlo a ciegas. No quedarán indiferentes ante temas como “Ha sido divertido”, “Yo soy el hijo de Dios” o “Negativo”. Es imposible.
Si mi bola del futuro tuviera razón por una vez, Nudozurdo serían con total seguridad uno de los grandes grupos españoles de la próxima década. Por lo que dicen, por cómo lo dicen, por haber creado algo cuando todo estaba creado, y por haber tenido la valentía de haberlo hecho público y compartirlo con seres como yo. De largo, el mejor y más serio proyecto cantado en castellano de los últimos años.