Antony and the Johnsons – Another World (Secretly Canadian)
La misma belleza, la misma melancolía, la misma energía, la misma intensidad, la misma tristeza, la misma esperanza. Regresa Antony and the Johnsons y lo hace tal y como es, mediante el EP Another World, adelanto de The Crying Light, que se editará en enero de 2009. Y sí, puede que en su mayoría suene a algo hecho y a más de lo mismo, sin embargo, y en este caso, no me canso de ese más de lo mismo y más aún si viene de la voz de Antony Hagerty. Capaz de emocionar de nuevo, de transportarte a otro lugar, otro mundo. «A place where I can go», se puede leer en el interior de la caja del disco.
Como ya hizo en sus dos primeros discos, Antony and the Johnsons (1998) y I am a bird now (2005), el EP, compuesto por cinco canciones, trasciende con la increíble voz del cantante, acompañado por un dulce piano. No hay que buscar lo más complejo, sino que lo sencillo llegue y haga sentir, así enamora, así emociona y así es como transcurre «Another world», la canción de apertura, al igual que «Crackagen», «Sing for me» y «Hope montain».
Con su voz marcando el ritmo y una distorsión de guitarra que va creciendo comienza «Shake that devil». Un tema que marca la diferencia del resto y de lo que ha hecho hasta ahora. En la que tras casi dos minutos la música llega a su clímax con el arranque de un ritmo animado de una batería al estilo swing, acompañada de un saxofón.
Muchos son los que han llorado en alguno de los conciertos de esta banda, incluso se cuenta que el histórico Lou Reed se le escaparon algunas lágrimas cuando lo vió cantar por primera vez. «Para mí llorar al escuchar a alguien cantar es algo normal. Yo como público siempre lloro», explicó en una ocasión. Es sencillo dejarse llevar por su imponente y cálida voz, cuyos adjetivos para describirla jamás parecen suficientes. Antony lo consigue de nuevo con este EP, en cuya cubierta aparece una fotografía del balarín japonés de butoh Kazuo Ohno, a la espera de lo que será su tercer álbum.