Misophone – Be glad you are only human (Kning Disk)
Misophone son S. Herbert y M.A Welsh, dos británicos hiperactivos que gustan de componer atmósferas en forma de discos. Su disco anterior recreaba la atmósfera del París más bohemio al más puro estilo naïf de Amelie. Y con este nuevo trabajo nos llevan a un viaje en sepia por el primitivo circo de los años treinta, con el forzudo de bigote imposible, el increíble hombre bala o la mujer barbuda, pero también la impaciencia de los niños por ver al domador y el olor del algodón de azúcar. Un viaje plagado de la imaginería de los personajes surrealistas a la vez que infantiloides, de un mundo entre freak e inocente. Y un viaje, como siempre cuando se habla de Misophone, lleno de contrastes: música que va desde lo lúgubre a lo juguetón, de las nanas mágicas a las oscuras y tristes melodías.
Todo ese mundo ha cabido en las trece canciones de Be glad you’re only human, donde el folk nos lleva de la mano, junto con una ristra infinita de instrumentos y cacharros varios, a un sonido que tiene mucho en común con el “Flying cup circus” de Beirut, por ejemplo, o con algunos de los interludes más raritos de Blur. La voz de Tunng o la magia de Daniel Johnston también hacen acto de presencia en algunos momentos puntuales de este disco. Acordeones, melodías con órgano, pianos melancólicos, guitarras acústicas o xilofones y canciones que van de la magia del cine mudo de “The motherless moth headed bread boy” a la introspección de “Goodbye” o la visita de Mary Poppins en “Spiksse nova ves”, es lo que encontramos en este disco. Todo bañado de un aura añeja que consigue que te traslades al mundo de sensaciones que transmite este trabajo.
Un interesantísimo álbum de una prolífica banda, no menos interesante, que con cada nueva entrega mejoran esa capacidad que tienen de sintetizar en un disco de pop toda la magia de sus mundos interiores.