Polar – Fireflies in the Alley (Absolute Beginners)
Mi interés por Polar se retrotrae a una tarde en el Festival de Benicàssim de hace ya años donde tocaron casi paralelamente a Red House Painters. Esa doble ración de melancolía de ocaso la recuerdo como una de las más narcóticas y dulcemente tristes de mi periplo conciertil.
Polar siempre han tenido un reconocimiento muy firme y, sin ser una referencia básica para muchos, sí que han sido de las bandas nacionales que con pasos más seguros y de puntillas a su vez, han cultivado una carrera muy reivindicable. Tras aquel disco de versiones que fue Feedback (08), había ganas de un regreso en toda regla.
Esta vez vuelven de la mano de Absolute beginners, compañía casi mecénica podríamos decir, que cuida cada lanzamiento al milímetro como ya pudimos constatar con el excelso Ashfield Avenue de Alondra Bentley el pasado año. A su vez, graban con Paco Loco por primera vez, un hombre con el oficio y la virtud de lograr un sonido ajustado a las necesidades de cada artista sin interferir en su personalidad.
Y en cuando a forma y fondo, pocos cambios encontramos en Fireflies in the Alley. Desde luego que los valencianos no los demandan. Si existiese justicia, poética al menos, estaríamos hablando de uno de los primeros discos de escucha obligada del ejercicio para las audiencias potenciales. El arranque con “Charming hotel” muestra cierto abatimiento emocional en esa frontera que tan bien saben trazar entre el slowcore y el folk americano de manual. Quizá el tema demande un espesor dramático que no logra obtener. No es problema, hay puntos mucho más destacados en el recorrido.
Y sin avanzar mucho: el binomio que forman “The hunting bird” y “Your song” es el encadenado más potente de este trabajo; es así gracias a un sonido limpio y clásico que rememora las atmósferas de levedad brumosa de aquel Lost and found (03) de Sexy Sadie en el primer caso y –rotundamente- por unas guitarras valientes de progresión descomunal en el segundo, al igual que ocurre en “The boxer part I” y “All the music people”. Son esta colección de temas, junto a la sorpresa del ensoñador instrumental 50’s “Coronado II” y la confianza artística que destila “Stay-leave” los motivos por el que Firefies in the Alley no abandonará en mucho tiempo mi reproductor.
El único retal que queda deshilvanado, lo hallamos en algunos temas planos (“Goin’ elsewhere”, “Eastwood”) que evitan la intensidad de ese cardiograma de cimas y gargantas que es el universo Polar.