Black Mountain – Wilderness Heart (Jagjaguwar)
Black Mountain van un poco por su cuenta en esto de la música – como buena banda canadiense. En 2008, como quien no quiere la cosa, dejaron caer uno de los discos favoritos de un humilde servidor, In the future (Jagjaguwar). Aquella espectacular combinación de psicodelia con esencias de heavy y de rock progresivo dejó a la crítica musical con la boca abierta, recogiendo aquí y allá cumplidos fervorosos y haciendo que más de uno tuviera que tirar de neologismo indie para categorizar su particular sonido (desde “neo-prog” hasta “space rock” pasando por cualquier burrada).
Naturalmente, Black Mountain no parecieron registrar nada de todo eso, como hacen las buenas bandas. Y los buenos hippies, vale decir. Por eso en Wilderness Heart encontramos una evolución natural de aquel disco, sin las alteraciones de rumbo propias de aquellos que permiten que la crítica o la fama les confunda. Bueno, no es que Black Mountain hubieran tenido que preocuparse por la fama; eso es verdad. De todas maneras; en este nuevo trabajo encontramos pues composiciones amplias en psicodelia, potentes en ritmo y dulces en lírica. La enorme creatividad y particularidad de sus ritmos de batería sigue siendo una de las piezas clave del sonido de la banda, que en este disco no abandona ni una pizca de su potencia.
Si bien Black Mountain han desestimado las composiciones gigantescas en este disco y únicamente encontramos canciones de 4-5 minutos, cabe decir que no han mantenido la épica del asunto bien intacta. Sus letras siguen siendo igual de irremediablemente new age, y sigue siendo un asunto de ‘corazones radiantes’, ‘liberar tu cuerpo’ y demás cuestiones sesentero-espirituales que nos harán desear salir corriendo descalzos a comprar una camiseta decolorada y un poncho. El rock progresivo bien acelerado sigue estando presente – incluso demasiado acelerado, casi a lo Ramones en “Let spirits ride” -, al igual que están presentes los temas de cadencia pesada e imparable (véase toda una “Wilderness heart”).
Lo que abunda más en este nuevo disco, no obstante, son las baladas acústicas; pero que nadie salga corriendo: sin lugar a dudas, son lo mejor del disco. Los canadienses han sabido sacarse de la manga una serie de canciones sencillamente excelentes: “Buried by the blues”, “The space of your mind” (con extra de hippie) y la estremecedora “Sadie” forman un grupo de canciones humildes pero emotivas como pocas. Todo un canto a la esplendorosa variedad de registros que dominan Black Mountain, y un señor disco que hace de estos canadienses uno de los valores más seguros del panorama rock actual.