Pearl Jam – Lightning Bolt (Monkeywrench Records)
Hay tres etapas en la carrera de Pearl Jam: la primera, que podríamos llamarla grunge (la Santísima Trinidad compuesta por Ten (1991), Vs (1993) y Vitalogy (1994)), la segunda más experimental (la que va de No Code (1996) a Riot Act (2002)) y una tercera en la que Pearl Jam vuelven a un sonido más accesible tras unos discos que habían descolocado a buena parte de crítica y público y que amenazaban con convertir al quinteto norteamericano en un acto irrelevante para la Industria. Con sus aciertos y sus errores, siempre nos han entregado un material con su sello de calidad y más de 20 años después de su debut siguen siendo uno de los referentes del rock alternativo.
Lightning Bolt (2013) no presenta grandes novedades respecto a lo que nos venían ofreciendo, un sonido más accesible y vitalista, deudor del anterior Backspacer (2009) y una producción todavía más cuidada y modernizada. Lo que realmente le diferencia de los anteriores trabajos es que han conseguido el cancionero más equilibrado y potente desde Binaural (2000). Aquí no se producen los bajones de los que pecaban los últimos álbumes, donde parecía que la inspiración se diluía como un azucarillo a medida que avanzabas en el recorrido (Así lo dijo el propio Jeff Ament en una entrevista).
El álbum se abre con 3 temas furiosos típicos de Pearl Jam. Los adictivos «Getaway» y «Mind Your Manners», y «My Father´s Son» con un Eddie Vedder desgañitándose sobre una buena línea de bajo de Jeff Ament, lo único rescatable del mencionado tema.
A partir de aquí el disco se muestra más variado, más calmado y más melancólico, pero aunque hay cortes un tanto planos e insulsos («Infallible», «Swallowed Hole», «Let The Records Play»…) mantienen la atención del oyente y muestran a un grupo que sabe lo que se trae entre manos.
Y de una vez por todas han conseguido sacarse un hit que compite de tu a tu con lo más destacado de su trayectoria…y ese es «Sirens» una balada con una tonada preciosa, una melodía vocal insuperable, un solo psicodélico de Mike McCready marca de la casa y la inestimable ayuda en las teclas de Boom Gaspar.
Lightning Bolt no deja de ser una obra menor dentro de su discografía pero al fin tienen un buen puñado de canciones que no van a desaparecer así como así de sus directos, como venía sucediendo con las de su última etapa.