Los Punsetes – ¡Viva! (Mushroom Pillow)
Te están jodiendo bien pero solo te quejas en el bar o en Facebook. Los Punsetes llevan haciéndolo cinco discos, este último igual de bueno que los anteriores. Trabajo, política, relaciones: todo se va a la mierda. Sus dosis de mala baba gravitan sobre esos temas y se presentan encapsuladas en dardos envenenados de trote punk y alma pop que son ya una marca de confianza. La voz de Ariadna, cada vez más alta y clara, guía y marca el camino; su escuadrón de batalla le secunda y macera un sonido sucio, rico en nervio y distorsión. Todo en orden.
De nuevo bajo la efectiva producción de Pablo Díaz-Reixa (El Guincho), y sin apenas novedades (más allá de editar bajo nuevo sello, Mushroom Pillow), con dianas incontestables (“¡Viva!”, “Camino”), perfectos singles con alma de clásico (“Mabuse”) o medios tiempos rebosantes en verdades como puños, directas e hirientes (“Tu Puto Grupo”), los madrileños cuentan ya con una sólido cancionero capaz de armar un directo sin respiro, repleto de momentos que son ya historia del pop en español más reciente, reivindicativo, ingenioso e inconfundible, sarcástico hasta decir basta. No encontrarás novedades pero sí podrás constatar que siguen en plena forma, manejando como pocos el arte de comprimir en tres minutos multitud de ideas, pensamientos y sensaciones surgidas del malestar y la inconformidad. Lo que hacen puede parecer fácil pero no lo es: seguir sonando frescos repitiendo una fórmula a priori limitada.
¡Viva! (2017) es un trabajo sólido, con un ramillete de canciones que refuerzan el conjunto (“Alphaville”, “La Pereza Que Me Da”, “Humanizar Los Polígonos” o ese cierro épico de ocho minutos, “Estrella Distante”, entre las más destacadas) y que coincide con el lanzamiento de Internacional (2017), el flamante nuevo álbum de su guitarrista Anntona, corroborando el excelente momento creativo por el que atraviesan.
Mientras la música continúe siendo una manera efectiva de canalizar el descontento, Los Punsetes seguirán ejerciendo como portavoces de una sociedad a la deriva que parece disfrutar de su decadencia.