Entrevistamos a Jorge Martí (La Habitación Roja)
Jorge Martí es la inconfundible voz que lleva más de 20 años impregnando las canciones de La Habitación Roja con sentimiento y honestidad. Los valencianos comenzaron su andadura mucho tiempo antes de que los festivales se impusiesen como moda (y evento social) y, dos décadas después, lucen galones convertidos en respetados baluartes del mejor pop independiente del país. El grupo ha publicado este año “Memoria” (Mushroom Pillow, 18) -undécimo larga duración de su discografía-, y lo han venido presentado en una gira que tendrá como últimas paradas del año las fechas del 14, 15 y 21 de este mes de diciembre en Barcelona, Murcia y Elda, aparte de otras fechas que podrás ver al final de la entrevista. Un bagaje que da para mucho, concretamente para una veintena de preguntas derivadas en 50 minutos de grabación, que a continuación reproducimos de manera íntegra.
“Si hubiésemos decidido cantar en inglés habríamos quedado como un sucedáneo de lo que podíamos llegar a ser”
Este año ha visto la luz “Memoria” (2018), vuestro último trabajo de estudio. ¿Qué dirías que hay en este disco que no se encuentra en ningún otro álbum de La Habitación Roja?
Primero teníamos un montón de buenas canciones, que es lo más importante. Y después hicimos un trabajo de ensamblarlas y construirlas. Más tarde, en el estudio prácticamente volvimos a empezar. No de cero porque aprovechamos las cosas que más nos molaban, pero con Paco Loco, de alguna manera, ha habido una especie de deconstrucción para luego volver a construir las canciones. Él ha sabido ver las virtudes del grupo a las que creía que no había que renunciar y, después, ha intentado cambiar ciertas cosas que para nosotros han sido muy refrescantes. El hecho de probar distintos tipos de sonidos, de instrumentos… El ir canción a canción grabando con calma, por partes, sin un orden preestablecido. Incluso ha habido canciones en las que lo último que hemos grabado ha sido la batería. O, por ejemplo, ver que la línea de bajo que había a priori no podía ser y de repente se hacía el bajo a última hora para adaptarse a esos cambios. Es un disco muy interesante, que tiene un sonido muy especial por la labor de Paco y la de John Aniello en la mezcla. Suena muy orgánico, muy analógico, muy natural… y no suena como cortado por láser, como suenan la mayoría de los discos hoy en día. Es un disco audaz en cuanto a la producción. Esta claro que es un disco de La Habitación Roja, con nuestras canciones, nuestras letras… pero creo que el disco tiene miga y un montón de canciones que tocan muchos palos. Estamos muy contentos y creemos que es uno de los discos importantes del grupo.
Diría que hay un poco más de electrónica y mayor presencia de teclados, por encima de unas guitarras que aparecen menos marcadas que en otras ocasiones…
No creo que haya menos guitarras. De hecho, hay muchísimas guitarras en el disco. Lo que sí que pasa es que lo que no hay son esos muros de guitarras que ha habido en otros discos u otras canciones nuestras. Lo de la electrónica… No sé, hay muchos teclados, sintes, sampleados, ambientes y tal, pero creo que salvo en alguna canción que quizá se nos haya ido la mano, hay un buen equilibrio entre sintes y todo lo demás: pianos, cuerdas… Hay muchos colores e instrumentos y todo al servicio de las canciones. Pero te diría que hay muchas guitarras. De hecho, José (Marco), nuestro batería, que es el que más querencia tiene por las guitarras, le decía a Paco (Loco) todo el rato: ‘guitarras, guitarras, guitarras…’ y a mí me parece guay que sea un disco que tiene muchas guitarras pero no lo parezca. Pero también es un disco con muchos teclados, y supongo que eso llama más la atención, pero no pensamos nunca que el disco tiene que tener más de esto o de lo otro. Hemos trabajado cada canción una por una y por separado, y lo que hacíamos era darle a cada canción lo que necesitaba o merecía. De hecho, casi no empezábamos nunca una canción hasta haber acabado con la anterior.
¿Cuáles han sido los motivadores esenciales de las nuevas canciones? ¿De dónde ha venido la inspiración para componer este álbum?
La verdad es que la vida misma es la inspiración para componer cada canción. En realidad, el proceso de composición en mi caso es indivisible de mi propia vida. Estoy componiendo canciones todo el tiempo (a veces más, a veces menos), y lo hago como válvula de escape, como un antídoto para enfrentarme a un montón de cosas que me hacen no ser tan feliz. Con las canciones intento afrontar esos momentos o defenderme de alguna manera. Es cierto que este disco está marcado por algunas experiencias personales que he tenido. Por ejemplo estuve trabajando en un centro para pacientes con Alzheimer y demencia y esas experiencias me marcaron mucho. De ahí viene el título, “Memoria”. Creo que durante la realización del disco también hablamos mucho de esto, porque el padre de Paco (Loco) murió del Alzheimer y él conocía el tema. Y también hablábamos de la memoria musical, de todos los discos que nos han hecho llegar hasta donde estamos y también de las filias musicales y de cómo se han grabado esos discos. Todo eso lo íbamos aplicando a nuestras canciones. También hablábamos de la música actual y de lo importante que es que los discos tengan algo que los convierta en únicos y los diferencie del resto. Tengo una vida ciertamente singular, y la inspiración viene de eso. Vivo en Noruega que es un gran contraste con España y viajo mucho entre los dos países. Y también soy un observador, y al final las cosas que vives, las que te pasan a ti y a la gente que quieres y te rodea, van dando forma a la columna vertebral del disco.
La nostalgia y el romanticismo siempre han acompañado a La Habitación Roja, y también están muy presentes en “Memoria” (2018) ¿Dirías que son dos componentes inherentes e imprescindibles en vuestra música?
No tanto la nostalgia, porque creo que realmente no somos un grupo que viva del pasado. Pero sí que creo que son importantes las memorias, los recuerdos y las vivencias, porque nos hacen ser lo que somos. Es nuestro código de información que luego es esencial cuando tomas una decisión o tienes algún miedo o fobia. Reacciones que están relacionadas con experiencias que hemos tenido en el pasado. Y para mí eso es muy importante. Y luego está el romanticismo, sí. De hecho la canción “Nuevos Románticos” habla de esto. Creo que hay que ser un romántico para dedicarse a la música tal y como lo hemos hecho nosotros, y con los planteamientos que hemos tenido como grupo. Me parece que la gente romántica que hace las cosas por amor es la que mueve el mundo y hace que éste progrese. Creo que el romanticismo es inherente a nuestra música y nuestra vida. No tanto la nostalgia como quizás la melancolía. Yo no soy de los que piensa que cualquier tiempo pasado fue mejor… pero a veces sí que es así. Es aleatorio y depende mucho de tu estado anímico. Las circunstancias personales determinan cómo son los pasos que vas dando en tu vida, y hay ciertas cosas que hacen que tus planteamientos iniciales no puedan llevarse a cabo porque las circunstancias cambian y te tienes que adaptar. Así que tal vez esa melancolía se pueda confundir con nostalgia, pero a nivel grupo siempre he tenido la sensación de que el momento presente siempre ha sido el mejor momento del grupo.
Pertenecéis a ese tipo de grupo que, después de muchísimos años trabajando y haciendo música, el éxito digamos un poco más global os ha llegado tarde. Se me ocurre que pasa lo mismo, por ejemplo, con Niños Mutantes ¿Se disfruta más así del logro o da un poco de rabia que “vuestro momento” (siempre hablando a nivel de popularidad) haya tardado tanto en llegar?
Yo no lo veo de esa manera. Creo que es cierto que nuestra carrera ha tenido un proceso de mejora y crecimiento paulatino… siempre hemos ido a un poco mejor, pero realmente sí que hay ejemplos de grupos que en un momento dado pegan el pelotazo. Siempre hemos tenido la sensación de que lo nuestro ha sido progresivo, y por eso nunca se nos ha ido la olla ni nada. Pero sí que es cierto que nos ha ido mejor que al 98% de los grupos que existen en este país. Tengo la sensación de que siempre hemos hecho cosas y todo lo demás ha ido viniendo. Nosotros empezamos nuestra carrera ganando un concurso con la primera maqueta que grabamos. Quiero decir que nos han dado premios, hemos tocado en un montón de países, hemos grabado con gente increíble, hemos hecho muchas cosas súper chulas que nunca hubiéramos ni soñado. Hoy en día se vende un tipo de éxito que consiste en llenar un WiZink Center o hacer tres Rivieras seguidas, y quizá nuestra música no da para tanto. Y no hablo de calidad, sino que me refiero a que quizás carece de algunos ingredientes necesarios para eso, o quizás no hay tanta gente que conecte con el tipo de sensibilidad que tienen nuestras canciones… son muchas variables. Pero también es verdad que nunca hemos estado en un sello grande… siempre hemos estado en sellos independientes, nunca hemos sonado en la radio más allá de Radio 3. Vamos que a pasar de llevar 23 años, seguimos siendo un grupo desconocido para la mayoría de la gente, porque los medios que tenemos nunca han sido tan bestias como para hacer que nuestra música llegue a todo el mundo. Aunque creo que tenemos algunas canciones que sí que podrían haber llegado a todo el mundo, también es verdad que somos un grupo que tiene una parte que no es tan fácil o sencilla, con un sonido más intimista… No somos un grupo que haya hecho las canciones pensando en el público, sino en lo que nos apetecía. Y en algún momento nos puede haber apetecido llegar a más gente, pero al final estás haciendo discos con canciones como “¿Quién eres tú?” o “Berlín”, que distan bastante de ser canciones masivas.
“El escenario es como un templo sagrado donde encuentras la paz y sientes que nada te puede pasar”
En cualquier caso, parece claro que la puerta la echaron abajo grupos de otra generación como Vetusta Morla, Izal o Supersubmarina. Su éxito y el auge de los festivales han hecho que en los últimos años la escena indie se haya abierto a un público mucho más masivo ¿Qué opinas de todo ese fenómeno (social ya) que representa el apogeo festivalero y de grupos como los mencionados?
Hay festivales desde que nosotros empezamos como grupo. Nuestra primera participación en un festival fue en el año 97. Desde entonces el fenómeno ha ido creciendo, y lo veo como algo normal y natural. Festivales hay en todas partes del mundo: Europa, América, Estados Unidos, Japón… creo que es una formula que funciona: es divertido para la gente joven o no tan joven, que va con sus amigos a ver grupos que le gustan. Puede que sea también un fenómeno social porque vas a socializar, a alternar y a pasártelo bien, y de paso a escuchar a tus grupos favoritos. Ha habido un auge que ha motivado que muchos grupos se hayan consagrado, y también que ha motivado que haya gente que ha podido conocer a grupos como nosotros que llevamos mucho tiempo. Pienso que ya puedes tocar en un festival a la mejor hora del mundo, que si tus canciones no llegan a la gente… te va a dar igual. Así que supongo que Vetusta Morla, Izal o Supersubmarina, que son grupos que han traspasado lo que es el underground, tienen canciones que (te gusten o no) conectan con un montón de publico. Y ese público los ha llevado en volandas hasta donde están. Eso es impepinable y enhorabuena para ellos porque me alegro por ellos. Y también me alegro de que nosotros podamos tocar en festivales y nos sigan llamando para ello. Aunque a mí lo que más me gusta es lo que estamos haciendo ahora, que es una gira tocando por salas. Eso es a lo que aspiramos: a poder seguir haciendo nuestras giras y, obviamente, si nos llaman para tocar en festivales pues genial, porque también nos lo pasamos bien y creo que hemos aprendido a dar un buen nivel también allí.
En cualquier caso, está claro que la de La Habitación Roja es la prueba superada de un corredor de fondo ¿Cómo ves ahora en perspectiva estos 20 años largos de trayectoria?
Veo que hemos hecho un montón de cosas increíbles y que seguimos con la ilusión y las ganas intactas, y en ese aspecto nos encontramos bien jóvenes… ya estamos haciendo canciones nuevas, y con la perspectiva que da el paso del tiempo eso lo valoro más si cabe. Si echo la vista atrás veo también a la gente que ha quedado por el camino, y me doy cuenta de que ha valido la pena pasar media vida en La Habitación Roja y de que le debemos mucho al grupo. Es más grande de lo que podemos ser cada uno de nosotros por separado, y es muy importante para nuestras vidas y también para un montón de gente que nos ha acompañado a lo largo de todos estos años. Estoy muy orgulloso del grupo, de las canciones, de la trayectoria… creo que hemos sido un grupo bastante ejemplar y, aun con nuestros fallos, pero siempre hemos hecho las cosas con fe, mucha pasión y corazón. Creo que somos gente que tiene talento y vale para esto.
Veinte años y, si no me equivoco, seguís prácticamente con la misma formación de siempre ¿Cuál es el secreto para seguir juntos durante tantos años?
El secreto es la ilusión y el emocionarte con lo que haces, incluso con cierto punto naif… creer que se puede creer. Haces una buena canción y te vuelves a venir arriba… la gente vuelve a creer que es posible seguir adelante y hacer algo chulo y bonito. Y al final las cosas pasan. Y en nuestro caso es algo muy natural y creo que realmente lo que hacemos es muy honesto y muy de verdad. Por eso tiene esa fuerza y tenemos esa capacidad de llegar. En el momento en el que alguien no tiene esa ilusión, la estructura se debilita y el grupo se resiente. Pero en nuestro caso estamos en un momento muy dulce, nos sentimos muy a gusto con lo que hacemos, nos llevamos muy bien y disfrutamos mucho de la música y eso es lo que hace que sigamos juntos afrontando nuevos retos.
Un poco en sentido contrario… ¿Cuál ha sido el peor momento del grupo? ¿Peligró en algún momento la existencia de la banda?
Hubo una crisis después de sacar “Radio” (2001) que para mí fue un momento muy triste porque estuvimos a punto de dejarlo. En el grupo hubo gente que bajo un poco los brazos, pero creo que nos rearmamos bien y seguimos con fuerza. Hemos sido capaces de, en los momentos malos, trabajar y hacer canciones con menos medios, para al final salir reforzados. Creo que en esa época, año 2002 o así, más que el grupo en sí mismo peligró la formación que habíamos tenido toda la vida. Pero yo estaba convencido de lo que hacía el grupo y de lo que yo quería hacer… y de que el grupo iba a salir adelante. Y al final todo el mundo sintió lo mismo, seguimos adelante y aquí estamos. Como banda, este último año ha tenido esa cara amarga de mi enfermedad y también la marcha de Jordi (Sapena) por diferencias diría que inexplicables. Y ahí sí que lo he pasado ciertamente mal. Pero al final de todo esto hemos salido reforzados como banda y como amigos. Y al final es que eso es la vida. La vida no es éxito y pasarlo bien siempre. En la vida, igual que en la música, hay buenos y malos momentos, y lo que importa es el balance. Y el balance creo que siempre ha sido positivo, y los malos momentos también hacen que valores más los buenos: te van modelando y haciendo que seas lo que eres. Al final ese “todo” es lo que conforma lo que eres.
La Habitación Roja es una de esas bandas indispensables para entender la escena independiente de este país a finales de los 90 ¿Cómo recuerdas la escena en aquellos comienzos?
Recuerdo los 90 con mucha ilusión y emoción, que es lo que hemos mantenido intacto. Fue una época efervescente: surgían los primeros festivales, había un montón de fanzines, de sellos, de grupos, de conciertos… Y algo pasaba. Era también algo muy underground que nunca fue masivo, aunque ahora se magnifique e idealice. Además éramos muy jóvenes y esa fuerza y pasión eran imparables, e incluso en condiciones precarias eras capaz de pasártelo muy bien. Recuerdo que había un punto de mucha inocencia y a la vez mucha ilusión y efervescencia.
¿Cómo crees que ha cambiado la industria desde entonces?
Creo que hay gente que empieza a vivir de ello y por tanto se hace más profesional y, hoy en día, es todo más serio y está menos precario; y creo que los grupos hoy en día tienen más nivel, pero no sé si mejores canciones. Creo que hay grupos interesantes en todas las épocas, y no me atrevería a decir que época es mejor o peor, porque además a veces no es sólo la música sino tu momento personal el que hace que te identifiques con un movimiento o un grupo. En ese sentido siempre ha habido, hay y habrá grupos interesante, y uno siempre puede encontrar la música que le llega.
¿Qué echas de menos de los 90 y qué ha mejorado desde entonces para los grupos?
Pues precisamente sí que me gustaba ese espíritu un poco amateur que yo creo que no quita para que uno sea también profesional. Pero me parece muy importante que los grupos mantengan ese espíritu amateur aunque sean muy profesionales… y me explico: creo que hay que mantener en primer plano ese amor por la música y no funcionar como una empresa. Hoy en día veo algunos grupos que van a tan a tope que parece que la música es sólo una parte más, y que casi son más importantes las redes sociales, lo que dicen, las stories que cuelgan… y al final la música queda un poco diluida y quedan más como unos personajes. Todo ha cambiado un montón con la tecnología y los tiempos, y antes quizás no tenías por qué saber todo de la vida de tus artistas favoritos y se creaba así cierto misterio que estaba guay. Pero en realidad también es bonito ese contacto con tus seguidores y, de algún modo, formar parte de sus vidas. Todo tiene sus pros y sus contras. Y con cada época pasa lo mismo.
Entonces había muchos grupos independientes que cantaban en inglés (algo bastante criticado entonces, por cierto…), pero vosotros siempre os decantasteis por el castellano ¿Por qué? ¿Cómo veíais entonces que otros grupos cantasen en inglés?
Al principio también teníamos alguna canción en inglés, pero creo que nunca las grabamos o quizá sólo un par en nuestro primer EP. Pero yo tenía claro que debía cantar en castellano, porque sino íbamos a ser siempre un sucedáneo de grupos que nos iban a superar porque ellos cantaban en su idioma materno. Nosotros teníamos que cantar en castellano. Tenía sentido porque era el idioma que hablábamos. Que otros grupos cantasen en inglés, yo al principio lo veía como una moda, pero al final cuando alguien lo hacia bien me parecía bien. Y cuando alguien lo hacia mal pues era sonrojante. Pero a mi me parece bien que un grupo cante en el idioma que quiera. Veo lo que están consiguiendo Hinds, que están tocando por todo el mundo cantando en inglés y me parece genial. Si cantas en ingles puede que tengas más oportunidades de triunfar en otros países. Creo que nosotros lo hubiéramos podido hacer muy bien en inglés, pero lo descartamos porque hubiéramos quedado como un sucedáneo de lo que podíamos llegar a ser. Nuestras letras son importantes y la forma en cómo escribimos es importante, porque tiene que ver con la honestidad y la forma de sentir y vivir las cosas. Y hacerlo en otro idioma era un poco extraño y no respondía a esa honestidad que para nosotros es imprescindible.
Tengo que decirte que precisamente “Radio” (2001) sigue siendo mi disco favorito del grupo ¿Cómo recuerdas la grabación de ese disco y qué sientes ahora cuando lo escuchas?
Pues recuerdo la grabación con mucho cariño. Lo grabamos en los Estudios Mix Blues de Vigo con Pablo Iglesias (el auténtico, no el político de ahora), y pasamos un mes en Vigo. Llovió muchísimo, casi cada día, pero fue una experiencia muy bonita, estar todos juntos fuera de casa grabando. Era la primera vez que lo hacíamos así, yéndonos a otra ciudad y estando fuera de casa tanto tiempo. Fue muy bonito. Y cuando lo escucho le veo las virtudes y también los fallos. Me doy cuenta de que, aunque en mucho aspectos dimos un salto de calidad, también podría estar mejor… echo en falta más presencia del bajo, o creo que se escuchan demasiado los platos, no sé… cosas técnicas. Además creo que podría estar mejor cantado o mejor tratada la voz, pero en general me parece un disco con buenas canciones que tiene ese espíritu de la banda y ese punto de romanticismo bien entendido que representa al grupo. Me sigue pareciendo un buen disco. De hecho seguimos tocando alguna canción de ese álbum, y no tocamos más porque tenemos once discos… pero me parece un gran disco.
No he podido ver aún el documental “In The Middle Of Norway” que relata tu vida en Noruega, ésa de la que hablabas antes… ¿Cómo es vivir a medio camino entre Noruega y España y el contraste entre la vida que llevas aquí y la de allí?
Vivir a medio camino es una vida complicada, en el sentido de que provoca un desarraigo grande y nunca acabas de adaptarte a ningún sitio. Siempre estas de paso en ambos sitios. Lo haces todo por la música y también, en mi caso, lo que muestra la película es a alguien que a punto de cumplir su sueño de dedicarse a lo que quiere, con la persona que quiere y estando con sus hijas, y para seguir con eso es capaz de estirarse y no dejar a nadie por el camino. Pero eso al final lo que genera es una serie de desajustes y desarraigos, además de una serie de contrastes que uno va intentando afrontar como puede. Y una de esas maneras de hacerlo es la música. Esta relación entre Noruega y España ha sido determinante en mi vida y ha hecho que La Habitación Roja sea como es en muchos aspectos. Yo me fui de Erasmus en el año 96 y ahí empezó mi relación con la que es mi mujer, mientras que el primer elepé es del 98, así que la dualidad entre ambos países ya estaba presente ahí. Creo que el documental está muy bien hecho y refleja muy bien el porqué de muchas cosas de mi vida y también de La Habitación Roja.
Hace unos meses sufriste un tromboembolismo pulmonar y estuviste en estado grave ¿Cómo te encuentras ahora?
Hoy mismo tengo revisión y voy al hospital en un rato. Me encuentro bien, sin presumir tampoco… estoy llevando una vida más intensa que antes, así que tengo algo de vértigo porque no sé si estoy haciendo lo correcto: muchos viajes, muchos conciertos, mucho ajetreo… Y me encuentro bastante bien, aunque supongo que no estoy como antes de que me pasase eso. He perdido capacidad pulmonar seguro y a veces tengo sensaciones raras, pero en principio estoy bien. A la espera de pruebas en enero y para entonces sabré cómo estoy, más allá de las sensaciones, ya a nivel técnico o médico.
“El proceso de composición, en mi caso, es indivisible de mi propia vida”
Lo cierto es que todo el mundo de la música, desde medios a los propios compañeros de profesión, te ofreció su apoyo públicamente, algo que fue muy emocionante ¿Te das cuenta de lo querido que eres en el “mundillo”?
Una de las cosas buenas, entre comillas, que tuvo eso fue darme cuenta de lo mucho que la gente me aprecia y me quiere. Me di cuenta de cuánto le importan las canciones y el grupo a la gente. Me sentí muy apoyado por el grupo, por la familia, los amigos, y también por el público. Fue una de las cosas más bonitas que me han pasado. A veces incluso en el dolor puede haber mucha alegría. Cuando estaba en el hospital tuve la sensación de que todas estas muestras de cariño y ánimo eran realmente emocionantes y me ayudaron a llevar esos momentos mejor. Me sorprendió eso y fue algo bonito.
He visto a La Habitación Roja en directo en numerosas ocasiones, desde vuestros comienzos y cuando yo contaba con solo 18 años. Creo que la última vez fue hace un par de años en el Sonorama, y me sorprendió tu actitud sobre el escenario, mucho más desbocada y desvergonzada de lo que yo recordaba de otras actuaciones ¿Disfrutas ahora más de los directos?
Pues sí. Yo ahora disfruto más de los directos porque creo que somos mejores músicos: nos escuchamos mejor y nos complementamos mejor. Más confianza, menos nervios, menos vergüenza. Y eso se nota y el grupo se ve mas relajado. Cuando éramos mas jóvenes teníamos más nervios y a veces bebíamos para superar esa timidez, con lo cual estábamos más desbocados y quizás no tocábamos con el aplomo necesario.
¿Cómo crees que has cambiado tú mismo y el grupo sobre los escenarios con el paso del tiempo?
Yo he ganado en confianza. Supongo que en presencia escénica. Vas sintiéndote más a gusto mostrándote a tu mismo y sin miedos y con confianza. Pero eso también varía de día a día, de concierto en concierto, y de época en época. Al final cuando subes al escenario intentas mostrarte tal y como eres, y tu momento personal también se ve reflejado alli. Aunque yo siempre he visto los conciertos como una especia de refugio. Un sitio donde estar a salvo de todo eso que te atormenta. Sales ahí, te pones a cantar y el escenario es como un templo sagrado donde encuentras la paz y nada te puede pasar. Pero bueno, cada vez me gusta más tocar y me lo paso mejor. Cuando uno tiene una edad también valora más las cosas y sabe que tienen una fecha de caducidad, así que también se trata de saborearlo más si cabe. Cuando eres joven no piensas que eso un día se acabará, y ahora además con lo que me ha pasado a nivel personal, sí que tengo la sensación de que hay que aprovechar el momento. Carpe Diem.
Y enlazando un poco con esa misma pregunta y ya para terminar… ¿Cómo definirías los actuales conciertos de La Habitación Roja?
Definiría nuestros conciertos como intensos, en los que intentamos hacer un repaso de toda nuestra discografía. Y son una mezcla entre las canciones que nos apetece tocar a nosotros pero también las que la gente quiere escuchar. Y, como te decía antes, siempre intentamos que la columna vertebral sea nuestro último disco. Es una regla autoimpuesta desde los comienzos. Creo que el grupo está haciendo cada vez mejores conciertos y, bueno, invito a la gente a que venga a comprobarlo, la verdad. Creo que estamos en un buen momento en directo y a nivel discográfico.
Próximos conciertos:
14.12.18 Sala Apolo 2. Barcelona
15. 12.18 Sala REM. Murcia
21. 12. 18 Texola, Elda
03.01.19 Plaza de Manises (Junto al Palau de la Generalitat), Valencia
17.01.19 Wizink Center, Madrid. Con cierto benéfico junto a Love Of Lesbian, Elfantes y más
18.01.19 Las Armas, Zaragoza
19.01.19 Zentral, Pamplona
25.01.019, Café Torgal, Ourense
26. 01. 19 Inn Club, Coruña
15.02.19 Sala Kaya, Guadarrama (Madrid)
16.02.19 Círculo de Arte, Toledo
28.02.09 Noches Gatas, Madrid
01.03.09 Sala Stage Live, Bilbao
02.03.09 Sala Dabadaba, Donosti
09.03.09 Auditorio, Monzón (Huesca)
22.03.19 Sala Planta Baja, Granada
23.03.19 Sala Hangar, Córdoba
30.03.19 Centro Cultural Las Cigarreras, Alicante
Los más grandes!
Jorge es amor