Damon, el gitano que soñaba con cuerdas de guitarra

When I was young I had a lots of girls. Like any young guy, but it never got to that point of that deeper love

El pasado mes de junio de 2016 moría en la ciudad de San Juan Capistrano (California), David Del Conte, que pasará a los anales de la “otra” Historia del Rock como Damon. No hacía mucho que descubrí su música, y bastó poco para enamorarme de su voz, de textura cálida y con un toque exótico. Damon amaba a las mujeres, y por encima de todo perseguía el ideal amoroso a través de canciones que se le revelaban en las tórridas noches de verano en Esalen (Big Sur), en las que contemplaba las puesta de sol bajo los efectos del LSD.

A pretty seminal moment occurred while I was out there. I was playing my guitar one time and a string broke. Im thinking to myself, Here I am in Big Sur and theres no guitar strings.

Dejamos con esta gran duda existencial a nuestro personaje: ¿qué hacer cuando te quedas sin cuerdas de guitarra en un pueblo perdido, y estás a punto de culminar una de esas canciones de amor que tanto dolor a costado y que bullen en tu mente? Son los inescrutables designios del autor en su proceso creativo. Pero luego volveremos a este momento porque es crucial en la vida del artista neoyorquino.

Damon nació en el seno de una familia de ascendencia italiana en Rochester. Sus padres eran comerciantes, y desde temprana edad sus recuerdos lo pueblan escenas de vida ambulante; un ir de acá para allá sin echar raíces en ningún sitio: de  Westchester a Inglewood, y de AlhambraLos Angeles. Una vida a la carrera.

Sus primeros pinitos en la música llegaron en 1960 en los que nuestro ávido jovenzuelo compone sus primeros temas -bajo el nombre artístico de Dave Del Conte And The Castaways– influenciados por el doo-woop y la estética surfer. Temas refulgentes como “The Lonely Surfer, “Don’t Cry Davy”, o “Bowling Alley Janedan el pistoletazo de salida a otra carrera de fondo a engrosar los pies de página de la otra Historia del Rock. Decide, posteriormente, dar un paso más, y crear su propio sello discográfico –Del Con, y que posteriormente se llamaría Ankh– que será su plataforma para dar a conocer su inquieto bagaje musical.

What am I gonna do now? Just then, out of the blue, I heard a helicopter. So this helicopter lands and out from the helicopter comes Ravi Shankar and George Harrison of The Beatles.

Difícil saber si Damon tuvo una experiencia religiosa producto del consumo de drogas varias, pero gracias a que una noche de insomnio, que terminó por llevarlo a buscar unas cuerdas de guitarra, tuvo la oportunidad de ver como descendían de un helicóptero a ShankarHarrison, los cuales ofrecían un recital acústico a base de baterías, tablas, sitares y demás parafernalia ya aprendida en el “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band. De la extraña sonoridad que proyectaban esos instrumentos, Del Conte quiso extraer esa afinación -que él bautizó con el nombre de “Gipsy tuning–  tan peculiar de su guitarra.

But I learned that at a young age: I couldnt be Janis [Joplin] and sing with this kind of soul.

Y por fin llega “Song Of A Gypsy(Ankh, 1968) su único, y maravilloso, álbum. Un disco que en su momento contó con una tirada muy limitada, y que se ha ido reeditando paulatinamente a lo largo de los años. La edición definitiva -con lujoso sonido remasterizado que incluía demos hasta ahora no escuchados, y abundante material gráfico incluyendo una entrevista con el finado de la cual extraigo algún fragmento para este texto- corrió a cargo del sello Now-Again en 2013.

Este es un inigualable documento que anunciaba el final del flower power, y que con el paso de los años se ha erigido en una de las piezas clave del soul psicodélico en la línea de un Buddy Miles o un Shuggie Otis. Una banda de extraordinarios instrumentistas de diversas nacionalidades que, bajo la batuta de un Damon visionario, van recreando una colección de temas que son un primor. De los arpegios arábigos de la titular, cuyo tempo me recuerda al “White Rabbitde Jefferson Airplane, saltamos a las más rockeras “Poor Poor Geniey  “Dont You Feel Mededicadas a una antigua amante. El tono más funky, incluso acercándose a James Brown, llega con “Funky Funky Blues”, y en la magistral “The Nightla banda campa a sus anchas y uno tiene la sensación de que irrumpimos en mitad de una jam session sin hora de finalización. Acaba este sortilegio con “The Road Of Lifeque bien parece un homenaje a su admirado Jim Morrison, y David recita “As each day comes to pass and my body comes to rest, my heart, my mind, my soul goes on living for the best. Un pequeño genio.

 

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