Roosevelt (Sala Razzmatazz 2) Barcelona 28/03/19
Roosevelt regresaba el jueves a Barcelona con las pilas cargadas para presentar Young Romance (City Slang), una cita que llegaba después de varios meses, ya que tuvo que ser aplazada el pasado mes de noviembre por motivos de salud.
Su último trabajo bebe del techno, de la electrónica y de un suave dream pop marca de la casa, siguiendo la estela de su anterior álbum homónimo y que viene de la mano del sello Greco – Roman de Joe Goddard, componente de Hot Chip, afianzando una clara alianza dance entre los dos artistas. El romántico Marius Lauber (Roosevelt), un chico tímido de Colonia, contrarresta su hermetismo en el escenario destapando su energía y destilando un cocktail de sonidos disco pop como él solo sabe hacer. Young Romance habla de atardeceres, de amores incompletos y de ilusiones juveniles, y en directo suena con potencia y luminosidad.
La sala 2 de Razzmatazz se vestía con neones de colores para dar una cálida bienvenida a los alemanes, donde “Take me back” introducía a la banda con un sonido ochentero. En seguida, ritmos pop llenaban el escenario y se fundían con la voz dulce y melancólica del cantante y productor alemán. El repertorio de la noche contó con un mix de temas de sus dos álbumes y singles como “Montreal”, donde los sintetizadores nos devolvían al año 2013.
La banda abría tímida con los cortes “Illusions”, “Montreal” y “YR Love”, para por fin entrar en calor con la hipnótica “Colours”, que despertó la energía de los allí presentes y que sonó exactamente igual que en la versión de estudio. Nos trasladamos a una playa con “Under the sun” y la dulce “Lucia”, y con “Moving on” se completaba el recital de ritmos bailables que inundaban la sala, lo que para ese entonces ya se había convertido en una pista de baile. Y entonces llegó “Fever”, los sintetizadores incendiaron el escenario y el público enloqueció con uno de los temas más populares de la banda. “Far away from what we are / Hold me up into the lights”, Marius animaba al público a corear y dar palmas al ritmo de la música.
El dance pop de Roosevelt es inevitablemente irreverente, sabe cómo moldearlo y fusionarlo con la electrónica más bailable. Una versión pop de “Everywhere” de la banda Fleetwood Mac cerraba el bolo y el archiconocido “Night Moves” ponía el broche de oro a la noche del jueves.
Un concierto rigurosamente calculado, preciso en el sonido y sin florituras, en sus dos LPs se demuestra su talento innato para mezclar y crear música con un toque fresco y renovado. Quizás echamos en falta un poco más de interacción con el público por parte de la banda, pero nada como su energía contagiosa y su brillo enérgico para hacernos sentir vivos de nuevo.
me gustó, aunque estuvo un poco sosete. Me gustó más la vez anterior que le vi