Pixies (Sala La Riviera) Madrid 24/10/19
Hay veces en que las expectativas se dan de bruces con la realidad y por mucho que esperes lo máximo de tus ídolos, terminas decepcionado. Pixies dieron en Madrid el peor concierto que les recuerde, y han sido media docena, incluidas dos de sus giras en los 90. Sus discos nuevos están a eones luz de glorias pasadas, sí, pero siempre había una manera de encajar alguno de esos temas entre un repertorio plagado de joyas y que no se notara. Algo similar a cuando tu madre camuflaba el jarabe imbebible con zumo y no te dabas cuenta. Ayer, la fallida selección de canciones nos obligó a pegarle varios tragos a ese jarabe y además, palo seco.
Es de sobra conocido que Pixies son un grupo algo distante y poco entusiasta en el escenario, pero su incendiaria propuesta era capaz de arrasar con todo. Sonaban peligrosos. «Sonaban», sí, que no les choque que utilicemos el pasado para elogiarles, porque su presente empieza a dar serias alarmas de acomodamiento. Asistimos a un continuo toma y daca, que enlazaba nuevas composiciones algo descafeinadas con valores seguros, algo que no podemos recriminarles, pues están en su derecho de no querer convertirse en una banda para nostálgicos.
Venían a presentar Beneath the Eyre y lo cumplieron a rajatabla, pues lo tocaron casi entero. La sensación fue la de asistir a un continuo sube y baja que lo mismo nos encandilaba, que nos aburría soberanamente. Despachar de primeras «Cactus» o «Nimrod’s Son» para pasar a nimiedades como «Bird of Prey» no nos pareció una buena idea, por mucho que poco después volvieran a llamar nuestra atención con una infalible «Vamos» para lucimiento de un Joey Santiago sacando acoples imposibles hasta con la chepa.
«St. Nazaire» al comienzo o «Silver Bullet» al final, encajaron bien en el setlist, como el pop de «Catfish Kate»; pero una «Gouge Away» alargada en exceso, unas apagadas «Los Surfers Muertos» y «Havalina» o la grandiosa «Monkey Gone to Heaven» con el piloto automático, no terminaron de cuajar. Algo que sí hicieron indefectibles como la dupla «Something Against You» / «Isla de Encanta», la controlada locura de «Bone Machine», «Planet of Sound», “Crackity Jones” y “Mr. Grieves” o el rescate de su versión de Neil Young “Winterlong”. Encadenando la melancolía de la gloriosa «Where Is My Mind?» con «Hey» volvieron a cautivarnos, para arrancar poco después con una esperadísima «Debaser» que tocaron a destiempo parándola al minuto para nuestra perplejidad. Tras unos segundos de desconcierto y de cruce de palabras entre Francis y Paz Lechantin, abrieron el armario de canciones incontestables y sacaron «Gigantic», que aunque nos calló la boca a todos, nos sonó a sacrilegio. Solo la debe cantar Kim Deal.
Tras ella se despidieron y se encendieron las luces, dejando encogido de hombros a quienes abarrotaban La Riviera que esta vez sí, esperaban otra cosa.
Foto: Sebas Muriel
se me hizo hasta largo!!!
In it for the money
Yo no lo hubiese descrito mejor, fue un bluf comparado con los anteirores.
En Barcelona no estuvo mal
No estoy en absoluto de acuerdo, me parece una crítica negativa desmesurada. Hay muchos factores por los que un concierto se puede considerar bueno o malo, uno de ellos sin duda es el sonido; y el sonido fue impoluto, es innegable. Por otro lado, es cierto que tocaron las del último disco casi entero, pues igual que hizo Metallica cuando vinieron al Wizink, es lo normal. Es un disco que merece varias oídas, y que no está nada mal. Evidentemente no es el Doolittle, ningún grupo volverá a hacer un disco igual. Al igual que U2 jamás volverá a grabar un album a la altura del Achtung Baby.
Tocaron muchísimos clásicos, la mayoría del setlist fueron clasicazos y la gente flipó. Y por último, respecto a Gigantic no vi a nadie que dijera que fuese un sacrilegio que la cantara Paz, de hecho no podrían haber elegido a una mejor bajista y cantante. El pasado, pasado está y la canción es de Pixies, y Paz la tocó de escándalo.
Creo que a Manuel le pasó lo que a muchos. Viene a decir que hubo buenas canciones, que disfrutó con muchas y demás, pero si comparas el concierto con otros de Pixies de otras épocas, la decepción es grande. Mira Depeche Mode, sacan disco, abren el concierto con él, entre las 10-15 primeras tocan 4-5 de estas y después se tiran una hora despachando hits sin parar. Así dejan contentos a todo el mundo. En este caso no solo era tragarse el disco entero, sino que además muchos de sus clasicos sonaron muy descafeinados
Yo estuve en el de Coruña el sábado.
Se repite la historia en la que la forma de ser Pixies, nos deja un poco la boca seca porque aunque son honestos en su planteamiento con las 40 canciones sin parar, siempre son muy poco comunicativos y nunca aprendieron o no quisieron aprender a jugar con el marketing y el espectáculo «aderezador».
Pero oye!!!! Esto ha sido así siempre. No se puede decir que sea ninguna decepción sólo que el directo no es lo mejor que tienen los Pixies y no lo ha sido nunca. No saben presentarse ni cautivar al público, no comunican, pero la maravilla de su aportación a la historia de la música está fuera de toda duda y hemos podido ver estos días en Barcelona, Madrid y A Coruña a unos mitos de culto, una vez más. Y eso aunque me siga gustando más escuchar esas joyas que nos han dejado en intimidad, con el volumen necesario para que nada me moleste y ahí, en esa grandeza, la Conexión con el Universo está asegurada y lo estará para siempre.
Y lamento que no tocaran Gigantic en Coruña!!! Es Pixies y si Kim Deal no está no pasa nada. Estuvo cuando tuvo que estar y dejo su huella. Con ella Pixies hizo lo más Grande. Pero eso no quita para que no puedan tocarla si ya no está.
Qué bajón cuando cortaron Debaser. ¿A Black Francis se le olvidó la letra o qué pasó? No lo entiendo. Por lo demás me pareció un buen concierto aunque esperaba que tocasen La La Love You y Velouria, que no suelen faltar en su repertorio.
Siguen siendo los mejores
Estuve en el Barcelona. Estoy de acuerdo, flojos, no es mi mejor recuerdo de los pixies.